Las caídas en ancianos son frecuentes, pues con la edad es común perder fuerza y desarrollar problemas de equilibrio. Pero de lo que se habla poco es del síndrome post caída, una serie de molestias que reducen la calidad de vida de quien lo padece.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos señala que las caídas pueden ser peligrosas a cualquier edad, pero en adultos mayores suelen ser especialmente graves.
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Esto se debe a que los ancianos tienen un mayor riesgo de caerse y es más probable que sufran fracturas, sobre todo si tienen osteoporosis. Un hueso roto en zonas como la cadera, puede incluso llevar a la discapacidad y la pérdida de independencia de los adultos mayores.
Síndrome post caída en adultos mayores
El síndrome post caída en adultos mayores es una condición que ocurre, como su nombre lo dice, después de una fuerte caída. Se refiere al intenso miedo a volver a caerse que la persona mayor puede sufrir.
Esto puede causar molestias no solo a nivel emocional, sino físico y hasta social.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explica que las caídas en los adultos mayores pueden tener consecuencias como inflamación, dolor en la zona del golpe, raspones o moretones, fracturas y hasta pérdida del conocimiento. Pero otra secuela grave es el síndrome post caída.
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Los síntomas que lo alertan son los siguientes:
1. Mayor sedentarismo
El miedo a volver a caerse causado por el síndrome post caída lleva a los ancianos a reducir de forma notoria su movilidad y actividad física, lo que los vuelve más estáticos y sedentarios.
Es común notar que, tras una caída, el adulto mayor prefiere pasar mucho tiempo sentado o acostado. Evita espacios donde no tenga un soporte o buen equilibrio, como las escaleras o los espacios con obstáculos.
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2. Deterioro físico
La falta de actividad en el adulto mayor por miedo a caerse puede favorecer una pérdida de masa muscular, dificultad para caminar y poco a poco, un deterioro físico.
La persona mayor pierde habilidades de forma progresiva y esto empeora aún más el síndrome post caída.
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3. Pérdida de autonomía
Otra de las señales que alertan el síndrome post caída o el miedo a caerse en los mayores es que incrementa su inseguridad para hacer actividades que antes podían realizar solos sin problema.
Es habitual que sientan que necesitan ayuda continua de otros, lo que reduce su autonomía y promueve la dependencia de los demás.
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4. Ansiedad y depresión
Los ancianos con este síndrome también pueden presentar rasgos de ansiedad y depresión, así como señales de confusión y desorientación. Esto se debe a que inicia un proceso de restricciones en la vida cotidiana que desemboca en un deterioro de la calidad de vida.
5. Aislamiento
Las consecuencias sociales del síndrome post caída son muy notorias, pues además de que empiezan a depender más de los demás, es usual que las personas alrededor del anciano busquen sobreprotegerlo.
La falta de actividades y la inseguridad hacen que la persona limite su contacto social, lo que lo lleva a un aislamiento progresivo que incrementa la depresión y además, favorece el deterioro cognitivo.
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¿Qué hacer con el síndrome post caída?
Cuando detectamos las señales del síndrome post caída en adultos mayores debemos ser muy comprensivos y buscar ayuda profesional para que se pueda superar el problema. Existen terapias que permiten modificar la opinión negativa sobre sí mismo, mejorar las expectativas y controlar los miedos.
Después de una caída en mayores es importante identificar las causas y corregirlas, haciendo el entorno en casa lo más seguro posible para que el anciano pueda moverse con los menores riesgos.
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Además, es fundamental que la persona mayor siga una terapia de rehabilitación física para fortalecer su cuerpo y mejorar el equilibrio. Hay que evitar sobreproteger al adulto mayor con síndrome post caída, lo mejor es ayudarle a confiar en sí mismo y a mantener su autonomía.
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(Con información de Mejor con Salud, IMSS y MedlinePlus)