INFLAMACIÓN Y CÁNCER

Estos son los 6 alimentos que inflaman y aumentan el riesgo de tener cáncer

Seguramente en más de una ocasión has sentido el vientre inflado y no sabes por qué. A continuación te presentamos algunos de los alimentos que provocan esta reacción en tu cuerpo y es preferible dejar de consumir en grandes cantidades.

Consumir esta comida en grandes cantidades puede provocar cáncer
Consumir esta comida en grandes cantidades puede provocar cáncerCréditos: Canva
Escrito en VIDA SANA el

Una dieta balanceada con proteínas, vitaminas y minerales ayuda demasiado a fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, seguir un régimen que nos sea cómo y con el cual seamos constantes es por momentos una tarea complicada.

Datos epidemiológicos recientes explican que existe una asociación entre un déficit de nutrientes y el alza de infecciones, además de cierta disposición a enfermedades crónicas, por un excesivo consumo de energía, ciertas grasas, colesterol, alcohol y sodio, explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Entre los síntomas más frecuentes de alimentos que afectan el sistema inmunológico se encuentra la inflamación, que en casos extremos puede causar fatiga, dañar el tejido sano y aumentar el riesgo de diversas afecciones, como asma, diabetes tipo II, enfermedades cardiácas, enfermedades autoinmunes y cáncer, explica la licenciada en nutrición Romina Pereiro en entrevista a Infobae.

Frente a este panorama poco alentador, la buena noticia es que modificando la dieta podemos ayudar a nuestro organismo a disminuir la inflamación crónica. A continuación, te compartimos una lista de aquellos alimentos y bebidas que conviene dejar de consumir.

1.Carne a las brasas

Cuando la carne de músculo, ya sea de cerdo, pescado o de pollo se cocina a altas temperaturas, tienden a formarse animas heterocíclicas (HCA) además de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Diversos estudios han comprobado que estas sustancias son mutagénicas, es decir, causan cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer, explica el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos.

(Foto: canva)

Los HAP también se pueden formar cuando la grada y los jugos gotean y general humo que posteriormente se adhiere a la superficie de alimentos. Estos químicos también se encuentran en el humo del cigarro y e los gases de escape de los autos.

Una opción saludable para aquellas personas que les gusta comer carne asada, es evitar que se dañe al marinar. Además, combinar la carne con pimienta negra, romero, tomillo, orégano, o albahaca, trae beneficios que contrarrestan la inflamación, según datos de Infobae.

2.Carne procesada

Por otro lado, la carne procesada es inflamatoria por su alto contenido de grasas saturadas. La Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que este alimento contiene altos niveles de nitrito de sodio, un compuesto que puede convertirse en nitrosaminas y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer gástrico.

Además, un gran estudio publicado en International Journal of Epidemiology explica que un alto consumo de carne roja y procesada está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de tener cáncer colorrectal.

Otro aspecto peligroso de consumir este tipo de carne es que tiene un alto contenido de grasa que obstruye las arterias y podría provocar aterosclerosis y otras enfermedades.

3. Alcohol

El alcohol en pequeñas porciones puede llegar a ser incluso desinflamatorio, pero consumirlo en exceso puede ser perjudicial. Un investigación publicada en PubMed Central demostró que el alcohol induce inflamación en el intestino, misma que puede está estrechamente relacionada con cáncer, la enfermedad hepática y daño neurológico.

(Foto: canva)

Además, un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que alrededor del 4% de los diagnósticos de cáncer en el mundo en 2020 se atribuyeron al consumo excesivo de alcohol.

4. Alimentos fritos

Un estudio publicado por The bmj comprobó que las personas que consumen alimentos fritos tienen un 8% más de probabilidades de muerte temprana por problemas cardiovasculares.

Además, cada que freímos alimentos y se usa el mismo aceite para cocinar diversos alimentos se crean moléculas inflamatorias, asegura Infobae. Por esta razón es preferible cocinar con aceite de oliva siempre y cuando sea a fuego lento, porque cuando empieza a humear sus beneficios se ven anulados.

5. Alimentos y bebidas azucarados

Un alto consumo de azúcar agregada puede aumentar la inflamación. Diversas investigaciones han demostrado que las personas que consumen el 205 de sus calorías diarias bebiendo cosas azucaradas tienen niveles altos de proteína C reactiva, un marcador de inflamación.

Además, la azúcar agregada tiene un alto contenido de calorías y es baja en nutrientes, lo que significa que consumir demasiado hace que sea más fácil acumular peso extra que puede estar asociado con la inflamación crónica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda disminuir el consumo de azúcar a menos de un 10% total de la ingesta, equivalente a una dieta promedio de un adulto a 25 gramos.

6. Comida envasada o procesada

Por último, los alimentos procesados pueden desencadenar una inflamación crónica por alterar la composición de las bacterias que viven en el intestino. Los productos con carbohidratos refinados también aumentan el nivel de azúcar en la sangre, desencadenando respuestas inflamatorias a medida que el cuerpo intenta normalizar los niveles de glucosa en la sangre.

Pese a que el organismo necesita sodio en pequeñas cantidades, los alimentos procesados tienen bastante. Un consumo excesivo de este mineral puede elevar la presión arterial, tener problemas del corazón como insuficiencia cardiaca e infartos, asegura el Instituto Mexicano del Seguro Social.

(Foto: canva)

Los alimentos envasados no se quedan atrás, estos también contienen sustancias químicas y otros ingredientes que son inflamatorios, asegura el multimedio argentino Infobae.

Sin duda, existen muchos alimentos inflamatorios que es recomendable dejar de consumir o, en su defecto, reducir su ingesta. Nuestro sistema inmunológico y nuestro intestino lo agradecerá.

(Con información de Infobae, OMS, IMSS, PubMed Central, International Journal of Epidemiology, Librería Nacional de Medicina de EE.UU.)