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"A la gente hay que convencerla de que debe comer saludablemente"

La doctora Arantxa Colchero explica que no basta con disuadir a la población de comprar comida chatarra, sino que hay que convencerla de comer sano

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el

El consumo de productos chatarra en México afecta la calidad de vida de las personas, pero como estas ya se acostumbraron a que no suban los impuestos en dichos alimentos, los siguen consumiendo.

De acuerdo con la doctora e investigadora de Economía de la Salud en el Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Arantxa Colchero, nuestro país es el principal consumidor de comida chatarra y bebidas azucaradas, equivaliendo su ingesta al 30% de las calorías en la dieta.  Por otra parte, apenas el 20% de los menores mexicanos se alimentan con frutas y verduras.

Consumo de productos chatarra en México: “se debe subir el impuesto de estos productos”

La doctora Colchero mencionó durante el foro “mexicanos gorditos. ¿Bien nutridos?” organizado por SuMédico, que diversos análisis de datos pudieron ver una reducción del 7% en el consumo de bebidas azucaradas, especialmente dentro de los hogares de menores recursos, donde habitan niños y adolescentes y de los altos consumidores, durante los primeros años de la aplicación de impuestos a la comida chatarra y los refrescos.

Sin embargo, para el 2016, cuando la gente ya se había “acostumbrado” al precio de las bebidas azucaradas, la reducción bajó a un 2%. Las cifras revelan que el 20% de la dieta de un mexicano se encuentra basada en comida chatarra y bebidas azucaradas.

“Hay un grave problema de mala alimentación. En 2014, cuando se implementó en México el impuesto a bebidas azucaradas, nunca nos imaginamos que también se llevaría a cabo en diferentes países. Para 2020, hay impuestos a bebidas azucaradas en cerca de 45 naciones/ciudades”, explica la especialista.

Colchero refiere que el impuesto vino por los impactos negativos en la salud asociados con el incremento del consumo de bebidas azucaradas, la disponibilidad/asequibilidad/publicidad relacionada con hábitos y comportamientos compulsivos y los impactos ambientales de producir/empaquetar/distribuir comida chatarra.

“Los impuestos tienen como objetivo principal desincentivar el consumo de estos productos. En nuestro país había muy alta prevalencia de sobrepeso, obesidad, diabetes, y otros padecimientos crónicos y éramos la zona con el consumo más alto de bebidas azucaradas. Los azúcares añadidos representaban en 2012 el 12.5% del total de la energía y esto corresponde al 70% de las bebidas azucaradas”, abunda la experta.

Arantxa Colchero destaca que en la actualidad hace falta un nuevo incremento que siga desincentivando el consumo de comida chatarra y que, además, se etiqueten los recursos fiscales obtenidos de dichos impuestos para ser dedicados a la atención de los problemas de salud que son provocados por estos productos.

“Es preciso que se establezca con claridad y transparencia el destino que se dará a dichos ingresos, ya que actualmente no se conoce en que son usados.  Lo ideal sería que se le regresara a la gente lo que se recaude al invertir en la mejora de los programas de salud pública y las instituciones”, señala.

La experta ve como algo necesario que se implementen subsidios a los productos agrícolas para que se incentive el consumo a bajo precio de alimentos buenos para la salud, aunque admite que será complicado hacerlo estando bajo el Tratado de Libre Comercio.

Una sugerencia de la doctora Colchero es dar un tipo de vale o tarjeta para que la gente puedan canjearla sólo por alimentos saludables de origen natural.

“A la gente se le debe convencer para que consuma alimentos saludables, pero esto caso no se ve en nuestro país. No basta con disuadir a la población de comprar alimentos ultraprocesados. Nos falta irnos hacia políticas que incentiven lo saludable y que sigan las recomendaciones del impacto de la comida chatarra al medio ambiente”, señaló la doctora Colchero sobre el consumo de productos chatarra en México.