Las proteínas cumplen un rol fundamental en el organismo. Ayudan a constituir los músculos, los cartílagos, los ligamentos, la piel, las uñas y el cabello. También cumplen roles menos conocidos pero igual de importantes como participar en la formación de hemoglobina, anticuerpos, la insulina y las enzimas.
De igual forma, su consumo es vital para el aporte de energía, la reparación de tejidos, la oxigenación del organismo y el sistema inmunológico. Aunque es más común que las personas lleven una dieta rica o excesiva en proteínas, también puede ocurrir que no se consuman lo suficiente y esto provocará que el cuerpo empiece a mostrar señales de deficiencia.
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Esto le pasa a tu cuerpo con la falta de proteínas en tu alimentación
1. Te sientes muy cansado todo el tiempo
La deficiencia de proteínas se traduce como una dieta baja en calorías y por lo tanto, el cuerpo entra en un estado de fatiga al no recibir la suficiente energía para realizar las actividades cotidianas.
Por eso, la fatiga excesiva es la primera señal del organismo que indica que te hace falta consumir más proteínas. Según la BBC, se considera que los hombres deben consumir al día 55 gramos de proteína y las mujeres 45 gramos.
2. Se te cae el cabello, te salen arrugas y las uñas se quiebran
La piel, incluido el cabello y las uñas, se forman a través de proteínas como la keratina, el colágeno y la elastina y éstas ayudan a mantener su salud y fuerza. Por eso, la deficiencia de proteínas provoca que el cabello sea frágil y quebradizo, que la piel se arrugue y las uñas se rompan con facilidad.
3. Pierdes músculo
Las proteínas son esenciales para la formación de los músculos en el cuerpo, por lo que su bajo consumo provoca la pérdida de masa muscular, lo que también provoca que las actividades que antes se hacían sin mayor esfuerzo ahora se vuelvan difíciles.
Cuando hay una severa deficiencia de proteínas, se producen calambres musculares de forma cotidiana. La leucina, un aminoácido presente en las proteínas y que se encuentra en gran medida en las carnes como el cordero, el pollo, el cerdo, la res, los huevos o los productos lácteos ayuda a preservar la masa muscular.
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4. Te enfermas con frecuencia
Como se explicó antes, las proteínas son fundamentales para la producción y el funcionamiento de los anticuerpos y por lo tanto, la falta de proteínas en la dieta provoca que el sistema inmune no sea capaz de combatir con eficacia a los patógenos, por lo que es muy fácil enfermarse.
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