¿Qué vitaminas debes usar para tener una piel hermosa? Hoy te explicamos cuáles son las mejores vitaminas que por sus propiedades permiten alcanzar una salud y apariencia óptima en el órgano más grande del cuerpo, que además nos protege de amenazas externas como virus y bacterias.
El cuidado de la piel es más que limpieza y cremas. Como otros órganos del cuerpo, su salud y aspecto dependen fundamentalmente de la alimentación. De acuerdo a la doctora Almudena Nuño González, miembro de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología (AEDV), "el abuso de alcohol y menor ingesta de agua se refleja en la piel, dejándola más deshidratada”.
Retrasar el envejecimiento y pérdida de volumen para dar paso a una piel sana y resistente, tener hábitos saludables y una buena nutrición es indispensable. La piel nos indica las deficiencias que puede haber en nuestra alimentación a través de su apariencia: arrugada, hiperpigmentada o despigmentada, seca, grasa, inflamada, sensible o con manchas.
A continuación te detallamos los nutrientes necesarios para una piel bella y sana.
(Foto: Pexels)
¿Cuáles son las mejores vitaminas para la piel?
1. Omega 3 y Omega 6
También conocidos como ácidos grasos esenciales (EFA) o ácidos grasos poliinsaturados son imprescindibles para determinadas funciones fisiológicas normales y deben ser ingeridos con la dieta. El Omega 3 y Omega 6 son ejemplos de estos nutrientes.
Las principales fuentes de Omega 3 son el aceite de pescado, aceite de linaza y algas, mientras que el Omega 6 se encuentra en el aceite de maíz, girasol y manteca de cerdo. Estos alimentos tienen efecto antiinflamatorio y participan en la construcción de la pared celular de la piel, lo que la vuelve elástica y suave. Añade a tu dieta estos aceites, pescado azul y nueces al menos dos veces por semana para obtener el requerimiento necesario.
2. Vitamina C
Esta vitamina se obtiene de forma natural mediante el consumo de frutas y verduras, sin embargo también se puede suplementar con los comprimidos o efervescentes comunes. Además de mejorar la apariencia de la piel, es un excelente antioxidante que retrasa su envejecimiento porque protege de radicales libres y contribuye a la producción de colágeno. Todavía más, si no se cumple su requerimiento, existe el riesgo de padecer escorbuto, una enfermedad que genera cansancio, inflamación de encías, hemorragias cutáneas, dificultad en la cicatrización y anemia.
3. Vitamina B5
La vitamina B5 es necesaria para importantes procesos biológicos del cuerpo, pero para efectos de la piel, actúa como regenerador, calma la inflamación y favorece la hidratación y estiramiento. Para mantener niveles saludables de esta vitamina y lograr una piel saludable y evitar padecimientos, es importante agregar a la dieta cereales integrales, legumbres, carne y huevos.
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4. Vitamina E
Para implementar el consumo de vitamina E en la dieta, se recomienda agregar a la dieta nueces, semillas, cereales integrales, brócoli, espinacas, y yema de huevo. Al mantener niveles óptimos de esta vitamina, estamos protegiendo a la piel de los efectos dañinos de la radiación UV ya que es el antioxidante más importante de los tejidos animales.
5. Zinc
El zinc interviene en procesos de cicatrización y su deficiencia se relaciona con aparición de alergias, lesiones oculares y de la piel. Su consumo durante el tratamiento de enfermedades de la piel como el acné, acelera la regeneración de la misma y evita una cicatrización incompleta, lo que disminuye la probabilidad de tener marcas permanentes. Al comer carnes rojas, aves de corral, pescado, habas, nueces y granos enteros, nos aseguramos de mantener niveles aceptables de este elemento químico.
El cuidado de la piel no se limita al uso de lociones y humectantes, la alimentación es el complemento para la salud integral. Consume los alimentos que te recomendamos para no sólo tener una piel bella y humectada, sino para evitar padecimientos en la misma. Si vas a recurrir a suplementos, consulta con un especialista ya que hay muchos productos milagro en el mercado que pueden tener efectos contraproducentes.
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