Una molestia muy común que se presenta tanto en hombres como en mujeres es el abdomen inflamado, que se manifiesta cuando la zona ventral o abdominal es más grande de lo normal, causando incomodidad y hasta dolor. ¿Por qué ocurre? Existen 10 principales razones por las que se presenta.
En algunos casos puede ser por causas pasajeras como una mala alimentación pero en otros, podría ser la primera señal de un problema más grave como quistes.
Causas del abdomen inflamado
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., el abdomen inflamado puede presentarse por muchas razones, la mayoría relacionadas con el consumo de algunos alimentos, sin embargo, también puede ser señal de enfermedades.
Estas son las 10 causas del abdomen inflamado más comunes, de acuerdo a los expertos:
1. Tragar mucho aire sin querer
2. Acumulación de líquidos en el abdomen
3. Gases por alimentos ricos en fibra, como ciertas verduras o frutas
4. Intolerancia a la lactosa
5. Síndrome de intestino irritable
6. Quistes ováricos
7. Embarazo
8. Síndrome premenstrual
9. Miomas uterinos
10. Aumento de peso
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¿Se puede prevenir?
En caso de que el abdomen inflamado sea causado por problemas pasajeros como tragar aire o comer ciertos alimentos, hay algunos hábitos que podrían evitar las molestias.
Primero, evita las bebidas carbonatadas, como los refrescos, así como masticar chicle o chupar caramelos, pues favorecen la acumulación de aire en el estómago. También debes evitar beber líquidos con popote y dar sorbos de la superficie de una bebida caliente.
Procura comer lentamente, poniendo atención a lo que pones en tu boca y masticando con cuidado. Reduce el consumo de leche entera y opta por opciones deslactosadas.
Si la inflamación del abdomen se presenta con demasiada frecuencia o va empeorando con el tiempo, debes acudir al médico, sobre todo si hay otros síntomas que lo acompañan como:
Fiebre
Sensibilidad al tacto
Diarrea
Heces con sangre
Ausencia de menstruación
Exceso de gases
Fatiga excesiva
Recuerda que en muchos casos, el abdomen inflamado puede ser señal de enfermedades más graves, así que evita automedicarte y si el problema no mejora con hábitos saludables, debes visitar al especialista para hacerte las pruebas correspondientes.