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Tener propósitos de año nuevo podría ser malo: experta

Todo juega en tu contra...

Escrito en MENTE SANA el

Admitelo: pasaste las últimas semanas de diciembre disfrutando de las vacaciones y gozando de la comida, la sidra, los postres, el ponche y los días de flojera acostado/a frente a la televisión. Seguramente después de esto, al igual que mucha gente, te propusiste cambiar de estilo de vida con la llegada del primer día del 2020 y no te culpamos, no estás solo, pero te tenemos una noticia: contar con propósitos de año nuevo podría ser contraproducente para ti.

No, pensarlos no está mal y por hacerlo no te va a suceder nada. Sin embargo, de acuerdo con una experta, el simple hecho de tomar el primer mes del año como periodo de cambios no te traerá ningún beneficio. El avión, en muchos de los casos, ni siquiera llega a despegar.

¿Por qué? En palabras de Elise Auxier, una coach especializada y certificada en Tampa, la mayoría de las personas que logran sus objetivos planteados en enero, los pierden a mediados de febrero.

 

Foto: pxfuel.com

 

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"Comenzamos con tanto entusiasmo, vigor y fortaleza, solo para darnos cuenta rápidamente de que nuestras brillantes metas aparentemente están destinadas a ser enterradas en la arena de los sueños rotos en seis semanas", dice Auxier.

Y no nada más lo menciona Auxier. Según US News & World Report, la tasa de fracaso de las también llamadas "New Year Resolutions" es de alrededor del 80%, siendo el problema la tradición misma e incluso la palabra en sí: "resolución".

¿En verdad es todo o nada?

Mucha gente suele decir "cuando empiece el 2020 voy a ir al gimnasio, tomar mucha agua y dejar de consumir refresco", por ejemplo, pero conforme van ingiriendo los deliciosos banquetes ofrecidos en las fiestas, suelen postergarlo, y postergarlo y postergarlo...

¿Tienen posibilidades de tenerlo todo? Claro que sí, pero nada va a cambiar si ellos no cambian.

Los últimos días puedes decir "sí, yo soy la neta. Voy a empezar el 2020 con todo", pero cuando llegan las fechas, cambiar por un "soy tan chido que mañana puedo empezar sin problemas".

"Yo soy". Podría tratarse del inicio de una frase, pero solemos no comprender que esas cinco letras pueden elevarnos al cielo o derribarnos hasta las profundidades.

¿Por qué? Intenta decirte "soy un ganador" por algún tiempo y verás como cambia tu actitud y tu vida, pero si por el contrario cambias el "ganador" por el "perdedor" y repites el proceso, seguramente verás como todo se altera para mal.

 

 

Foto: conceptodefinicion.de

 

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Aquí te dejamos cuatro razones por las que no logramos cumplir las promesas que nos hacemos a nosotros mismos en llegada del nuevo periodio:

1) Puedes tener el deseo, pero no la motivación: ¿De verdad quieres cambiar o lo haces por petición de los demás? Hay personas que no pueden ser ellas mismas porque se quedan con la idea de que tienen que ser como las otras quieren que sean. ¿Tú eres dueño/a de tu vida?, ¿Tienes el deseo?.

"El problema con esto radica en el concepto de motivación intrínseca versus extrínseca. Con una motivación intrínseca, nos sentimos impulsados a alcanzar nuestras metas porque reflejan nuestros valores más personales, nuestras aspiraciones más verdaderas y nuestro ser más auténtico. La motivación extrínseca significa que basamos nuestros objetivos en lo que otras personas piensan que se supone que debemos lograr”, explica el especialista de asesoramiento conductual, Nick Frye.

2) La meta puede ser demasiada alta: No entrenaste en todo el 2019, pero en 2020 te propones hacer dos horas de ejercicio diarias. ¿Suena abrumador, ¿no?

Recuerda que todo lleva un proceso y que incluso para trotar hay que calentar primero. El que te lo hayas planteado no está mal, siempre y cuando tengas la fuerza de voluntad para hacerlo. Empieza haciéndolo un día a la semana por una hora y ve cómo te sientes. Habrá gente que desista porque no está acostumbrada y habrá quien diga "esto me gusta".

A menudo intentamos cambiar todo sobre nosotros mismos a la vez y esto no funciona de "a golpe". Tiene que haber un proceso.

3) En el fondo no crees en ti mismo: Sí, te lo dices, pero... ¿De verdad te sientes capaz de hacerlo o nada más lo dices por decirlo? 

Si crees en ti mismo, puedes lograr lo que sea. "Quien domina la mente lo domina todo", decía Kaliman y si en realidad quieres lograr los resultados que te propusiste, deberías comenzar por ahí.

¿Qué tienen otros que tú no tengas?, ¿Los demás son mejores que tú o simplemente se lanzaron por lo que querían y ahora están viendo los resultados de su intento? ¿Si ellos pueden tú no eres capaz? Piénsalo bien y convencete de que puedes hacer todo si estás dispuesto a realizarlo.

4) Solemos retrasar los objetivos: "Ay, mañana empiezo"... ¿Seguro? 

"No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", se suele decir. Todos los caminos empiezan con un paso, pero muchos lo dan, se animan a un segundo avance y cuando ven que no era tan fácil como nada más decirlo, se regresan.

Este punto está relacionado con los de arriba: ¿Tienes la motivación?, empieza; ¿tu meta es realista?, empieza; ¿Crees en ti?, comienza.

Incluso existe un dicho popular que reza: "Hay dos cosas que te definen: tu paciencia cuando no tienes nada y tu actitud cuando lo tienes todo".

Bajo este contexto... ¿Posees lo necesario para empezar desde el principio o vas a ser del 80% que se retira empezando la carrera?

Recuerda que el cambio en tu vida está en ti y no en las demás personas, que el único que puede decirte con total sinceridad que "no puedes" eres tú y que incluso Lionel Messi o Cristiano Ronaldo empezaron aprendiendo a conducir un balón.

 

Con información de Huffington Post, lifehack.org, Time