El fácil acceso a las armas, así como el entorno familiar y de violencia son los principales factores que pueden llevar a un adolescente a cometer una agresión, explica Maricarmen Montenegro, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien destaca que los videojuegos no son la causa, ya que no tendrían ese efecto si el menor se desarrolla en condiciones saludables.
Un adolescente de 11 años abrió fuego contra su maestra y compañeros, para después suicidarse, en el Colegio Cervantes, en Torreón, Coahuila. En su playera tenía escrita la leyenda “Natural selection”, lo que resaltó la teoría de que el menor se inspiró en un videojuego.
En entrevista con SuMédico, la doctora Montenegro destaca que siempre se ha señalado a los medios de comunicación y a los videojuegos como una mala influencia, pero que en realidad la conducta e identidad de los chavos se ve afectada por otros factores relacionados con su entorno.
Destacó que los videojuegos están asociados a la realidad del adolescente, por ejemplo, para que se claven jugando tiene que haber otros factores psicológicos como la soledad o depresión, ya que sí están bien, les resultaría ajeno.
“Un chico que tiene satisfecha la cercanía con los padres y actividades durante el día, va a la escuela luego a un deporte, el tener un juego bajo ese nivel de socialización y cercanía con los papás no va a cobrar ni la misma adicción ni los mismos resultados.
“Pero si hay alguien sólo, deprimido, resentido, dolido, entonces claro que pueden ser unos facilitadores para que en el momento que se incorpora el juego como un sustituto, como un acompañamiento, pueda descargar en ese escenario su resentimiento, su dolor, su enojo”, enfatizó la especialista, quien también es doctora en Ciencias Penales.
Señaló que cuando se presentan este tipo de hechos, a los menores se les etiqueta de desadaptados o que tienen un trastorno disruptivo; sin embargo, también estos entornos han generado condiciones de riesgo para ellos.
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La doctora Montenegro destacó que un factor determinante para que sucedan estas tragedias es la facilidad para acceder a armas, lo cual se ve con mayor frecuencia en los casos que ha habido en Estados Unidos. Advirtió que de continuar así, se pueden presentar más acontecimientos de este tipo, porque el problema va más allá de una situación emocional.
“Hay una serie de elementos que se conjugan, pudo haber no pasado nada, como tantos eventos de adolescentes que pueden no estar adaptados, que pueden estar deprimidos, pero a este extremo se llegó hoy con el uso de un arma en manos de un chico con dificultades”, enfatizó.
La especialista de la UNAM recordó que el estado de Torreón tiene un tiempo enfrentando problemas de violencia, ya que el índice de homicidios se ha incrementado, por eso dijo que es importante tomar en cuenta el entorno en el que se desarrollaba el menor que decidió disparar a su maestra y compañeros.
Para evitar este tipo de hechos, indicó que es necesario que se tenga un mayor control de armas en el país y que se trabaje en los espacios donde crecen los menores, ya que los padres deben ser congruentes en lo que practican y ejemplifican dentro de la familia para garantizarles calidad de vida.