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“No sabía qué era la preeclampsia y mi parto se complicó”

En México, la preeclampsia es de las primeras causas de muerte materna pero pocas mujeres conocen qué es y cómo se manifiesta

Escrito en SOY MAMÁ el

Todo parecía normal en el embarazo de Paulina, una mujer de 30 años que esperaba a su tercer bebé; sin embargo, empezó a sentir un gran cansancio que no se quitaba con nada, algo que le resultó extraño porque no le había pasado en sus otros embarazos. Nunca se imaginó que estuviera desarrollando preeclampsia.

“Nunca tuve un diagnostico como tal, en el embarazo solo empecé a tener mucho cansancio. En mis otros embarazos todo fue muy tranquilo, no tuve complicaciones, por eso se me hizo muy raro que todo el tiempo tenía sueño y estaba exageradamente cansada y hasta adolorida”, relata en entrevista con SuMédico.

“Yo creí que mis malestares en el embarazo solo eran achaques así que no tuve las precauciones que debí haber tenido por la preeclampsia”, agrega.

(Foto: Paulina, paciente de preeclampsia) 

Preeclampsia es la tercera causa de muerte materna en México

En México, la preeclampsia era la primera causa de muerte materna (11.5% de casos), pero con la pandemia, el covid-19 confirmado y el no identificado se convirtieron en la primera y segunda causa (con 43% de casos), según datos de la Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud. La preeclampsia quedó en tercer lugar

A pesar de que es una de las principales causas de muerte de la madre y el bebé, muchas mujeres no saben lo que es ni cómo se manifiesta, por ello y con el fin de hacer consciencia al respecto, cada 22 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Preeclampsia.

La doctora Josefina Lira Plascencia, ginecóloga del Hospital Ángeles del Pedregal y expresidenta del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, A.C. (COMEGO), explica que la preeclampsia es el desarrollo de hipertensión o cifras tensionales altas y de proteinuria, es decir, que se arrojan proteínas por la orina.

(Foto: Doctora Josefina Lira) 

Generalmente, ocurre después de la semana 20 de embarazo, durante el parto o durante el puerperio o postparto.

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“Si hay cifras altas de presión arterial después de la semana 20, debemos pensar en la preeclampsia, pero si ocurre antes de esa etapa hablamos de presión arterial crónica, un problema que la paciente ya tenía y no había identificado”, detalla la especialista.

Existen varios tipos de preeclampsia

Actualmente, se reconocen varios tipos de preeclampsia entre las mujeres embarazadas.

-Hipertensión gestacional: Es una presión arterial igual o mayor a 140/90mmHg después de la semana 20 de embarazo, pero sin presencia de proteínas en la orina.

Las proteínas en la orina se pueden detectar con una prueba de tira reactiva que el médico hace en el consultorio o con un examen general de orina.

-Preeclampsia: También es la presencia de presión arterial igual o mayor a 140/90mmHg después de la semana 20 de embarazo con proteinuria o presencia de proteínas en la orina.

-Eclampsia: Es la presencia de convulsiones en el embarazo después de la semana 20 de embarazo debido a unas cifras de presión arterial elevadas.

(Foto: Freepik) 

-Preeclampsia agregada a hipertensión crónica: La paciente puede ser hipertensa desde antes del embarazo y agregarse un cuadro de preeclampsia.

¿Quiénes tienen más riesgo de desarrollar preeclampsia?

De acuerdo con la doctora Lira, existen diversas causas por las que se puede tener preeclampsia en el embarazo, entre las que destacan:

-Haber tenido preeclampsia en embarazos anteriores (22-25% más riesgo)

-Tardar más de 10 años en volver a tener un bebé (40% más riesgo)

-Padecer diabetes mellitus desde antes del embarazo (35% más riesgo)

-Problemas de trombofilias o de la coagulación de la sangre (40% más riesgo)

-Un índice de masa corporal superior a 30 u obesidad (15% más riesgo)

-Tener un embarazo después de los 40 años (20% más riesgo)

-Ser mamá primeriza (35% más riesgo)

(Foto: Pexels) 

Otro dato interesante es que aquellos hombres que tuvieron un bebé con una mujer que desarrolló preeclampsia, también aumentan la posibilidad de la enfermedad en otras mujeres en caso de que las embaracen.

“No sabemos por qué, son datos muy actuales, pero todo apunta a que el gen masculino también influye en el desarrollo de preeclampsia”, explica la ginecóloga.

Así mismo, el embarazo múltiple o de más de un bebé, los antecedentes de fertilidad o problemas para embarazarse en la mujer aumentan el riesgo de la enfermedad.

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En el caso de Paulina, los médicos no le dijeron cuál podría ser la causa de que desarrollara preeclampsia en este embarazo.

“Como me detectaron la preeclampsia justo en el momento del parto, no me dijeron cuáles pudieron ser las causas de que en este embarazo lo tuviera y en los otros no. Siento que hubo una falta de tacto porque a mi esposo tampoco le dijeron mucho, solo que podían ocurrir escenarios trágicos y que se tenía que hacer a la idea”, relata.

(Foto: Freepik) 

Hay que medir la presión arterial en casa

Entre las manifestaciones clínicas de una mujer embarazada con preeclampsia, destaca el aumento de peso excesivo durante el embarazo a pesar de cuidarse, la retención de líquidos, infecciones urinarias recurrentes, ver lucecitas, escuchar zumbidos, tener dolor de cabeza o en la boca del estómago y mareos.

Para tener un diagnóstico oportuno, la recomendación de la especialista es tener en casa un aparato para medir la presión arterial durante el embarazo.

“Al tener los síntomas y una presión arterial superior a 140/90mmHg se debe acudir de inmediato al médico para hacer la evaluación clínica que confirme el diagnóstico y se pueda iniciar con un tratamiento que evite complicaciones, especialmente la muerte perinatal”, advierte la experta.

“Si identifico que soy una mujer con uno o más de los factores de riesgo para preeclampsia y de repente detecto algunos síntomas, con mayor razón tengo que monitorear mi presión arterial constantemente”, puntualiza.

(Foto: Doctora Josefina Lira) 

En el mundo la preeclampsia es un problema grave y afecta con mayor frecuencia a mujeres que viven en países con subdesarrollo.

¿Se puede prevenir?  

La doctora Lira afirma que sí es posible prevenir la preeclampsia y la mejor forma es realizar, de ser posible, un tamiz prenatal combinado en los primeros tres meses de embarazo, incluso al estar completamente sana, ya que esto puede ayudar a los médicos a identificar el riesgo de una paciente de desarrollar preeclampsia antes de término o después de término y poder tomar medidas preventivas.

“Se puede prevenir la preeclampsia una vez que el médico lo identifica en el tamiz. Al detectar el riesgo de desarrollar la enfermedad, se recomienda a la paciente la toma de aspirina o ácido acetilsalicílico a dosis de entre 100 y 150 miligramos dependiendo del contexto clínico”, explica.

“Esta intervención de la aspirina es impresionante en las mujeres con más riesgo de desarrollar preeclampsia”, agrega. 

(Foto: Freepik) 

Desafortunadamente, no en todos los países existe el acceso a estas pruebas y las mujeres no acuden al médico aunque se sienten mal y desarrollan la enfermedad.

El problema es que “la preeclampsia no se quita, sino que evoluciona a situaciones clínicas peores si no se da un tratamiento”.

Otras formas de tener bajo control la preeclampsia además de la aspirina en caso de identificarse el riesgo con el tamiz prenatal combinado, son los antihipertensivos, que favorecen que la embarazada llegue a término sin complicaciones.

“Con esto el bebé puede desarrollarse por completo, porque una de las complicaciones de la preeclampsia es que puede causar un parto prematuro o bebés pretérmino”, detalla Lira.

Preeclampsia puede causar muchas complicaciones

Hay preeclampsias que ni siquiera muestran una presión arterial alta, es decir, que son silenciosas pero que hacen que el médico empiece a notar que el bebé no está teniendo el crecimiento adecuado, que se está quedando pequeño.

Otras manifestaciones de una preeclampsia silenciosa son que la placenta no filtra adecuadamente o que hay poco líquido amniótico sin explicación alguna.

(Foto: Freepik) 

Entre las principales consecuencias de la preeclampsia se encuentran:

-Limitación del crecimiento del bebé en el útero

-Parto prematuro

-Eclampsia

-Hemorragia hepática o cerebral en la mujer

-Muerte materna y fetal

Cuando una mujer es diagnosticada con preeclampsia en el embarazo, después de dos o tres semanas del parto tiene que seguir con revisiones médicas y exámenes, pues existe el riesgo de que tenga otras alteraciones, como de coagulación, en las plaquetas o en el hígado.

“Después del parto, las mandamos a casa con tratamiento, pero les pedimos que nos hagan una bitácora de presión arterial, la evaluamos y con base en esos datos y los resultados de sus exámenes podemos darla de alta y suspender los medicamentos”, explica la doctora.

También hay casos de mujeres que durante el embarazo no desarrollaron presión alta pero sí en el posparto o puerperio (cuarentena).

De igual forma, justo en el momento del parto o la cesárea puede presentarse la preeclampsia, tal como ocurrió con Paulina.

(Foto: Pexels) 

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“No me detectaron la preeclampsia hasta que ya estaba en el hospital a punto de aliviarme y solo me dijeron que mi parto sería más riesgoso y que me tenían que monitorear, pero no sabía mucho de lo que me estaba ocurriendo”, recuerda.

Paulina cuenta que cuando estaba pariendo notó mucho la diferencia con sus primeros dos partos, que fueron naturales y muy sencillos, no tuvo mayor complicación.

Sin embargo, en este tercer parto, le dijeron que su presión estaba muy inestable, de momento la tenía muy baja y luego muy alta. Debido a eso los doctores no sabían si era mejor que su bebé naciera por parto natural o mejor por cesárea, porque o podía no tener la fuerza para pujar o tendría muchas complicaciones durante la cirugía.

“Estuve toda la noche en observación y al final decidieron que lo mejor era una cesárea. Desafortunadamente se tomó la decisión demasiado tarde porque el saco donde venía mi bebé se rompió antes de tiempo y tuvieron que meterme de emergencia al quirófano, pero no pude dar lo mejor de mí en el parto, estaba muy cansada, sentía que estaba a punto de desmayarme”, relata Paulina. 

“Luego se me vino una hemorragia y eso causó que mi niña no pudiera respirar al nacer”, detalla.

Afortunadamente todo salió bien, pues según cuenta Paulina, tuvo mucha suerte de que estuvieran varios especialistas que recibieron a su bebé y que evitaron otras complicaciones. Pararon la hemorragia y todo salió bien.

“Solo me hicieron una transfusión de sangre, estuve algunos días en el hospital y mi bebé estuvo en la incubadora aproximadamente 5 o 6 días. No tuvo ninguna secuela por la falta de aire al nacer”, agrega.

(Foto: Pexels) 

Estilo de vida saludable, fundamental para prevenir preeclampsia

La doctora Lira destaca que las consultas preconcepcionales o antes de quedar embarazada son fundamentales, pues permiten a los médicos identificar los posibles factores de riesgo y aplicar acciones que reduzcan la posibilidad de preeclampsia, como controlar la diabetes y la hipertensión, llegar a un peso saludable y mejorar la alimentación.

“El ejercicio antes y durante el embarazo es indispensable y no tiene que ser ir a un gimnasio o estar en clases especiales, basta con caminar entre 30 y 40 minutos todos los días, pues esa actividad es suficiente para bajar de peso y mejorar la tensión de los vasos sanguíneos, lo que evita el desarrollo de preeclampsia y otras complicaciones del embarazo”.

(Foto: Freepik) 

Aun en la pandemia puede ser seguro salir a hacer actividad física, solo hay que asegurarse de llevar bien colocada la mascarilla. Tampoco tiene que ser caminata de olimpiadas, destaca Lira, pues es suficiente con dar pasos sencillos y gentiles, pero de manera constante.

Toda mujer embarazada debe saber qué es la preeclampsia

“Toda mujer embarazada debe informarse y estar consciente de lo que es la preeclampsia y los métodos que existen para prevenirlo, diagnosticarlo a tiempo y tratarlo, pues es una de las primeras causas de muerte materna en el país y en el mundo”, puntualiza la ex presidenta de COMEGO.

Esto es fundamental, pues en el caso de Paulina, relata que cuando iba a sus chequeos de cada mes el médico no le comentaba que pudiera haber un problema y como en sus embarazos anteriores todo había estado bien, ni siquiera tenía idea de lo que era la preeclampsia.

(Foto: Pixabay) 

“Por ello nunca se me cruzó la idea de hacerme un examen para detectarlo o de sospechar que mis síntomas podían ser causados por la enfermedad. Mi médico solo me decía que se trataba de un cansancio normal, que era propio del embarazo”, recuerda.

Lira subraya que ante cualquier síntoma no se debe dudar en acudir con el médico y monitorear la presión arterial constantemente en el embarazo, ya que hoy existen aparatos sencillos que permiten hacerlo en casa. 

“Si el especialista no brinda la atención debida a las molestias, es mejor buscar una segunda opinión o cambiar de médico”, sugiere.

Después de pasar por esta experiencia, Paulina cree que es necesario hablar más de la preeclampsia porque muchas mujeres pasan por ello y las complicaciones graves en el bebé y en la mamá suelen ocurrir por un diagnóstico tardío.

(Foto: Freepik) 

“El problema es que los síntomas no aparecen desde el inicio y si el médico no te explica o no se incluyen los exámenes en los chequeos de rutina, no te das cuenta”, dice. “El pronóstico a tiempo sería la gran diferencia entre las mujeres embarazadas”, concluye.

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