Después del nacimiento de un bebé la vida no vuelve a ser la misma y de hecho, un estudio comprobó que las mamás pueden tardar hasta 6 años en recuperar las horas de sueño perdido tras la llegada del pequeño.
¿Te sientes identificada? Sigue leyendo para conocer más de todos los cambios en los hábitos de sueño que surgen después de convertirse en mamá.
Recuperar sueño perdido tras ser mamá
Definitivamente, tener un bebé cambia nuestras vidas, pues comienzas con nuevas rutinas, experiencias y sobre todo, modificaciones en tus horas de sueño.
Según Sara Cañamero, matrona, enfermera pediátrica y directora de Maternatal, un centro de atención integral a la mujer y primera infancia, lo normal es que todos, incluidos los bebés, tengamos entre cinco y cuatro despertares por la noche, solo que los bebés no saben cómo volver a conciliar el sueño; por eso se desvelan y los padres no saben qué hacer o cómo enseñarle.
Debido a que los ciclos de sueño de los bebés no son los mismos que los adultos, puede haber una gran pérdida de sueño después de convertirse en madre y de hecho, una encuesta de The Independent, encontró que los padres que recién tienen un bebé duermen un promedio de 4 horas y 45 minutos por noche.
Por su parte, un estudio publicado en la revista Sleep de la Universidad de Oxford, señala que tener un bebé afecta negativamente los patrones de sueño de los nuevos padres durante años, y según comentaron, el impacto en el sueño puede durar hasta seis años.
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Para descubrirlo, los investigadores analizaron los patrones de sueño de más de 4600 padres alemanes que tuvieron un hijo entre 2008 y 2015.
Los hallazgos señalaron que las madres perdieron más de una hora de sueño cada noche durante los primeros meses.
En los primeros tres meses, los papás durmieron 15 minutos menos.
Seis años más tarde, las madres seguían durmiendo 20 minutos menos, mientras que a los padres todavía les faltaban 15 minutos.
Al respecto, el Dr. Sakari Lemola, del Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick, dijo que el sueño de una madre se veía mucho más afectado que el de los padres, por lo que tenían muchas más horas de sueño perdido.
Esto comprobó que las mujeres tienden a experimentar más trastornos del sueño que los hombres después del nacimiento de un hijo, debido a que aún se les considera como las principales portadoras del rol de cuidadora.
Otro hallazgo interesante del estudio es que los padres primerizos sintieron más los efectos del cambio de sueño, en comparación con los padres que ya tenían otros hijos.
Los ingresos económicos altos en el hogar y factores psicosociales, como ser dos en vez de un padre soltero, no parecían generar ninguna protección contra estos cambios en el sueño después del nacimiento del bebé, por lo que todos los padres los sufren por igual.
Así que si estás por tener un bebé, disfruta de tus últimas noches de dormir más de cuatro horas seguidas, aunque te aseguramos que al ver la sonrisa de tu bebé, cada desvelo y todas las horas de sueño perdido habrán valido la pena.
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(Con información de Vix y EFE salud)