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Lactancia: “amamantar es un acto de amor”

La lactancia es esencial en el desarrollo del bebé y el bienestar de la madre, un proceso que sólo reciben uno de cada tres bebés en México

Escrito en SOY MAMÁ el

Aura Ríos amamantó a Ofelia, su bebé, por 2 años 11 meses, un tiempo en el que la lactancia se volvió la principal conexión entre ellas, y a través de la cual Ofelia obtuvo las herramientas necesarias para su desarrollo, y Aura encontró un vínculo de amor que no había conocido antes.

“Amamantar es un acto de amor”, relata Aura en entrevista para SuMédico, quien hoy a sus 33 años y a los 4 de Ofelia, recuerda su lactancia como un momento inolvidable y un proceso muy sencillo en el que tuvo todo el entorno necesario para dar pecho durante el tiempo que ella y su bebé decidieron.

En México sólo uno de cada tres bebés recibe leche materna como alimento exclusivo durante los primeros seis meses de vida, lo que, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, ha significado una disminución “drástica en los últimos años”.

La organización internacional apunta que a pesar de que las tasas de inicio de lactancia materna son altas -más del 90%-, la duración promedio es de alrededor de 10 meses pero la alimentación ya no es exclusivamente a base de leche materna

Durante esta primera semana de agosto se celebra la “Semana mundial de la Lactancia Materna”, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de la lactancia en beneficio de la salud de los bebés y las madres. 

(Pie de foto: Aura y Ofelia durante el proceso de lactancia)

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¿Cuáles son los beneficios de la lactancia para los bebés?

Aura conoció la importancia de la lactancia desde antes del nacimiento de su bebé, pues acudió a un curso cuando aún estaba embarazada, ahí fue que le explicaron la relevancia de este proceso para el desarrollo físico del bebé y la recuperación de la madre.

María José Cruz Marín, médico cirujano y partero y asesora de lactancia, indica en entrevista para SuMédico que los principales beneficios de la lactancia en los bebés se dan en el sistema inmunológico, pues por medio de la leche materna es que los recién nacidos reciben los anticuerpos necesarios para su desarrollo.

La carga de anticuerpos obtenida a través de la lactancia permite a los bebés desarrollar y fortalecer su sistema inmune, con lo que pueden llegar a enfermarse menos, y en caso de enfermarse, lo hacen de una forma leve, esto en comparación con los niños que no reciben leche materna desde sus primeros momentos de vida.

La lactancia además muestra beneficios en el bebé a largo plazo, pues permite que una vez que el menor llega a la infancia tenga menos probabilidades de desarrollar alguna alergia, infecciones de oído, enfermedades estomacales, respiratorias y caries.

Asimismo, menciona Cruz Marín, los bebés prematuros son los que más necesitan leche materna, pues este alimento les ayudará a completar su desarrollo. Además, un bebé que es alimentado con leche materna puede llegar a tener un mayor desarrollo cognitivo que un bebé que no recibió lactancia.

La lactancia también beneficia a las madres

Por otro lado, la especialista menciona que el proceso de lactancia también resulta benéfico para las madres, pues una mamá que acaba de dar a luz y da pecho a su bebé, tiene la capacidad de volver al peso que tenía antes del embarazo en menor tiempo.

De igual forma la lactancia permite en las mujeres que durante el puerperio, el útero que sufrió cambios durante el embarazo y parto, regrese a su forma natural más rápido, con lo que se previene el riesgo de complicaciones y hemorragias en dicha zona.

María José Cruz recalcó que uno de los mayores beneficios de la lactancia en las mujeres es la protección que ésta da contra el cáncer de mama y ovarios, reduciendo considerablemente la probabilidad de que una mujer que amamantó a sus hijos desarrolle este tipo de enfermedades oncológicos. Asimismo, puede ayudar a protegerlas contra la diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.

¿Cuánto tiempo debe recibir un bebé lactancia?

“En cuanto nació Ofelia me la pegaron al pecho”, relata Aura, por lo que su bebé comenzó a lactar desde sus primeros segundos de vida. Desde entonces y hasta sus dos años once meses de edad, Aura amamantó a Ofelia y siempre que estuvieron juntas.

De acuerdo con Cruz Marín, un bebé debe recibir lactancia materna desde sus primeros minutos de vida, pues en este momento es que la madre produce calostro, un tipo de leche materna producido al momento del parto que contiene aún más nutrientes que la leche materna.

“El calostro es la primer vacuna que recibirá el bebé, es rico en nutrientes y anticuerpos que lo protegerán de enfermedades desde sus primeros momentos de vida”.

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La especialista menciona que la lactancia materna debe ser exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, esto quiere decir que no se le debe administrar al bebé ningún otro tipo de alimento o bebida.

Después de estos seis meses, se recomienda que el menor sea amamantado por al menos un año más, tiempo en el que también podrá recibir otro tipo de alimentos sólidos dependiendo de su etapa de desarrollo.

La también especialista en Control Prenatal indica que los menores que reciben más de dos años de lactancia pueden tener un mejor desarrollo cognitivo y del sistema inmune, que los bebés que son amamantados por menos tiempo.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias de que un bebé no reciba lactancia?

Afortunadamente para Aura su proceso de lactancia no tuvo ninguna complicación emocional ni física, por lo que fue hasta que acudió a un círculo de lactancia con otras mamás, donde conoció las complicaciones que conlleva no dar pecho. 

Algunas mamás sufren de eczema del pezón, fisuras o grietas en el área de las mamas, lo que podría llevarlas a optar por dejar de amamantar, ya sea por recomendación médica o por la decisión autoinformada de cada madre de detener la lactancia.

Una de las repercusiones más importantes en los recién nacidos que no reciben lactancia, menciona la asesora, es que son más propensos a desarrollar sobrepeso y obesidad durante la infancia, afección que puede llegar a acompañarlos hasta la adultez.

Esto se debe principalmente porque las madres sustituyen la alimentación con leche materna por fórmulas pediátricas, otras bebidas azucaradas, e incluso por leche de vaca como la que consumen los niños y adolescentes.

Además del sobrepeso y obesidad en los bebés, los bebés que no son alimentados con leche materna, son más propensos a sufrir obstrucciones intestinales, una de las principales emergencias médicas en los neonatos.

“Ya no me baja la leche. ¿Qué debo de hacer?”

María José Cruz recalca que un gran número de mujeres tienen la creencia de que pueden llegar a “perder la leche”, refiriéndose a la falta o baja producción de leche materna. Ante ello, menciona que la mejor manera de producir leche es a través de la estimulación.

Para estimular la producción de leche materna es necesario que las mamás se peguen a sus bebés al pecho, pues así se podrán estimular las mamas para continuar la alimentación de los bebés.

La supuesta pérdida de la leche es más común en las madres primerizas, por lo que recibir asesoría en lactancia podrá ayudarlas a mejorar su técnica de lactancia, y con ello amamantar a su bebé durante más tiempo.

“Las madres deben confiar en que su cuerpo tendrá la suficiente leche para alimentar a su bebé”, menciona Aura, quien recalca que los grupos de apoyo en lactancia pueden ser una red de ayuda para encontrar la información necesaria y continuar con la lactancia. 

Es importante recalcar que el proceso de dar pecho dura entre 15 y 20 minutos, el cual inicia son una succión rápida que va alentándose hasta ser una aspiración pausada por parte del bebé. Este proceso debe ser a “libre demanda” del bebé, es decir, que deberá realizarse cada que el menor lo solicite.

La lactancia crea un vínculo entre madres y bebés

Para Aura Ríos, la lactancia no sólo fue el método en el que su bebé se mantuvo sana durante su desarrollo, sino que fue el proceso mediante el cual fijaron una conexión irremplazable entre ellas.

En la lactancia, menciona Cruz Marín, se llevan a cabo procesos bioquímicos en el que se crea un fuerte vínculo entre la madre y el bebé, por lo que amamantar es esencial para el apego materno que forjará la relación madre-hijo.

Dicho vínculo también es esencial para el desarrollo emocional y afectuoso del bebé, pues a través de éste es el que pequeño empieza a reconocer a la madre como una persona que proveerá, y la madre reconoce a su bebé como una persona que depende de ella.

“Mi bebé fue quien decidió dejar el pecho”

Cruz Marín indica que no hay un tiempo determinado para dejar de dar pecho, si bien se recomienda que sea por al menos los primeros dos años de vida, éste puede permanecer el tiempo que la madre y el bebé decidan.

En el caso de Ofelia y Aura, fue Ofelia quien decidió dejar de recibir lactancia un mes antes de que cumpliera tres años. “Ella decidió que ya no quería pecho, relata Aura, quien describe el proceso de destete como un episodio triste y doloroso para ella, “sentía que mi bebé ya no me necesitaba”.

Sin embargo, relata Aura, ella sabía que el proceso para terminar la lactancia sería decisión de Ofelia, y aunque no duró tanto como ella esperaba, “el tiempo que des lactancia, siempre será el tiempo suficiente para cada madre y su bebé”.