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¿La leche materna siempre es blanca?

La leche materna es el alimento ideal para el bebé ya que contiene todos los elementos necesarios que el pequeño necesita

Escrito en SOY MAMÁ el

Estamos acostumbrados al color blanco de la leche que consumimos todos los días, por lo que nos parecería extraño consumir este lácteo de otro color, pero, ¿la leche materna siempre es blanca? A continuación te lo decimos.

Según señala el Instituto Mexicano del Seguro Social, la leche materna es el alimento ideal para el bebé. Contiene todos los elementos nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como las sustancias que lo protegen contra infecciones y alergias. La cantidad y calidad de la leche materna es suficiente, por lo que no es necesario que se le dé al bebé otros alimentos como agua, té o jugo, antes de los seis meses. Los bebés amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar obesidad tanto en la infancia como en la época adulta.

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¿La leche materna siempre es blanca?

La realidad es que las mujeres que ya han tenido hijos y han dado pecho, saben que la leche materna no siempre es blanca y puede adquirir colores tan diversos como amarillo, verde o rojo.

En la mayoría de los casos se deberá a variaciones fisiológicas: sabemos que el calostro no es del mismo color que la leche madura, así como la leche tiene diferentes colores al principio y al final, o cuando se enfría y se deja reposar. Pero en otros casos puede deberse a causas patológicas o a sustancias que toma la madre.

¿Por qué el calostro es color amarillo?

El calostro, la leche que toma el bebé los primeros días de vida y que comienza a sintetizarse ya en las últimas fases del embarazo, es muy rico en betacarotenos, lo que hace que adquiera un color amarillento/anaranjado.

Este pigmento también lo encontramos en las zanahorias, la calabaza o el mango, por ejemplo. La leche final de cada tetada también es de un color más amarillento, debido a que contiene mayor cantidad de grasa.

(Foto: Bebés y más)

Leche de color azul

Como ya te hemos dicho la leche puede tener un color amarillento y otras veces, especialmente al principio de la toma o extracción, o tras haberla dejado reposar en el refrigerador, tiene un color azulado.

La leche al principio de la tetada es más aguada, más rica en hidratos de carbono y con menor contenido en grasa, y esto puede hacer que sea más clarita, tirando a azulado.

(Foto: Bebés y más)

Leche roja

Con cierta frecuencia la leche se tiñe de rojo o rosa. Si la mujer tiene grietas en el pezón es habitual que la leche se torne rosada o con hebras de sangre. También en casos de mastitis o lesiones internas de los conductos. Esto no quiere decir que esta leche no sea apta para que la tome el bebé.

 

(Foto: Pinterest)

Leche color marrón

Esto sucede en los primeros días de la vida del bebé y es fisiológico. En los días previos al parto aumenta mucho el aporte de sangre al pecho. Esto puede hacer que se rompan pequeños capilares y al mezclarse con la leche ésta tome un aspecto marrón. Días después, la leche materna cambiará de tonalidad.

La leche materna también cambia de color en función de la dieta de la madre

Gran parte de los cambios de coloración de la leche son debidos a la dieta de la madre. Así, ingerir determinados alimentos y colorantes puede hacer que cambie el color de la leche materna.

Una dieta rica en refrescos anaranjados, gelatinas, jugos podría dar leche naranja, al igual que un consumo exagerado de verduras de hoja verde o bebidas isotónicas puede generar leche verde.

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(Con información de: IMSS y Ser Padres)