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¿Es bueno que los niños se disfracen en Halloween o Día de muertos?

Esta actividad podría tener beneficios importantes en el desarrollo de los niños

Escrito en SOY MAMÁ el

Con la llegada de Halloween y Día de muertos, también llegan las fiestas y los disfraces, principalmente para los niños, quienes suelen ser los más emocionados por vestirse de su personaje favorito, pero ¿es bueno que los niños se disfracen durante estas fechas?

(foto: unsplash)

Jugar a disfrazarse es importante para su desarrollo

Aunque pudiera parecer increíble a primera vista, los disfraces son una parte importante dentro del desarrollo del niño, tanto a nivel emocional, como social e incluso del cognitivo, ya que lo ayudan a desarrollar su imaginación y también a aprender. 

Los expertos aseguran que la actividad de disfrazarse es una forma que los niños tienen para expresar sus sentimientos y emociones con mayor seguridad y confianza, ya que los disfraces son instrumentos que los ayudan a sentirse más seguros y desinhibidos. 

Cuando los niños juegan a disfrazarse, por un lado, estarán desarrollando habilidades sociales, así como el pensamiento abstracto y la atención; y además, los psicólogos indican que dependiendo de la edad en la que se encuentre, este juego podría ayudarle a cosas más específicas:

  • Los niños de 3 años desarrollan la capacidad de expresar sentimientos y pensamientos a la hora de jugar.
  • A partir de los 6 años se estimula mejor la imaginación, así como la capacidad de imitar, y la comprensión de roles y responsabilidades.

(foto: unsplash)

Los beneficios de que los niños se disfracen

Como ya hemos explicado, los disfraces son para los niños herramientas muy útiles en su proceso de desarrollo, y los expertos en el tema aseguran que esta actividad, que resulta además muy divertida para ellos, puede tener diferentes beneficios:

  • Estimula la creatividad, principalmente cuando son los niños quienes deciden de qué y cómo disfrazarse.
  • Activa y desarrolla la imaginación al crear mundos y juegos que funcionan en relación a los disfraces y las personas o personajes que están imitando.
  • Desarrolla empatía, comprensión y tolerancia, ya que al entrar en un personaje diferente, comienzan a mirar el mundo desde diferentes perspectivas.
  • Exploran su personalidad, ya que pueden sentirse más relajados, libres y desinhibidos, por lo que pueden probar a expresarse y saber qué les gusta y qué no.
  • Se mejoran y facilitan sus habilidades sociales y lingüísticas, ya que se ven en la necesidad de interactuar con otros y crear historias, en las que además deben comunicarse y expresarse más.
  • Pueden expresar sus sentimientos, así como sus pensamientos y percepciones de su entorno de forma más sencilla, y este aprendizaje les será útil para el futuro.

(foto: unsplash)

Es mejor hacer disfraces en casa

La mejor manera de que un niño se involucre en el juego del disfraz y obtener gran parte de sus beneficios, es que sea en casa donde se creen los disfraces, pues no sólo se sentirá y será parte del proceso creativo , también podrá ser él quien elija lo que quiere ser.

El proceso de creación de un disfraz le permitirá estimular aún más su creatividad y su imaginación, pues son ellos quienes eligen la forma en que se verá el disfraz de determinado personaje en su historia.

También se debe aclarar que los niños no deben ser obligados a disfrazarse de algo que ellos no quieran, pues pueden llegar a sentirse incómodos, inseguros, y hasta ridiculizados, por lo que es importante que sean ellos quienes decidan qué, cómo y quiénes ser.

(foto: unsplash)

¿Qué disfraces son recomendables para niños?

Los expertos indican que para que los niños disfruten de jugar con disfraces, es importante que cuenten con opciones que ellos conozcan o identifiquen, para que puedan sentirse identificados y puedan entrar fácilmente en el papel de imitación:

  • Animales.
  • Profesiones (maestro, policía, doctor, veterinario,...).
  • Seres fantásticos (magos, brujas, hadas,...).
  • Personajes de historias, películas o cuentos que les gusten (superhéroes, princesas,...).
  • Personas que identifiquen, como papá o mamá.

Un disfraz infantil también tiene que ser cómodo, y debe ser fácil de quitar o poner, pues de este modo será el niño quien decida cuándo inicia o termina el juego, lo que favorecerá su autonomía personal.

(Con información de: Miniland Educational, Guía Infantil, Revista Mi Pediatra.)