“Al principio no era algo seguro, pero la ecografía alertó al médico de que había un problema. Días después, un especialista en Monterrey, lo confirmó”, recuerda Yisel entre lágrimas, mientras detalla todos los estudios a los que se ha sometido desde entonces.
Desde un inicio le dijeron que no era conveniente que tuviera a su bebé debido a que el principio del embarazo coincidió con un severo tratamiento médico dermatológico que se encontraba recibiendo, pero ella decidió continuar y buscar más opciones.
Yisel Compeán Rodríguez, quien se encuentra en la semana 31 de su primer embarazo, se convertirá cuando tenga 27 años en la mamá de una niña que nacerá con espina bífida según los estudios ecográficos que se realizó a las 13 semanas de gestación.
No fue candidata a una cirugía fetal porque las consecuencias podrían ser peores para la bebé
Yisel es odontóloga y en toda la planeación de la cirugía ha sido asesorada por su ginecólogo, quien le recomendó afiliarse al seguro del Insabi, debido a que ella no estaba registrada ni en el IMSS ni cuenta con un seguro de gastos médicos mayores.
Además, la joven de San Luis Potosí no fue candidata a una cirugía fetal porque las consecuencias podían ser peores para la bebé. Así que ella ha estado en tratamiento y también se ha apoyado en asociaciones para conocer y tomar decisiones que se traduzcan en una mejor calidad de vida para la bebita.
De acuerdo con Yotambién, parte de ello es prepararse para una cirugía que deberán practicarle a la niña en sus primeras 48 horas de vida para evitar una infección, debido a que el mielomeningocele está abierto y debe ser cerrado.
Yotambién informa que la cirugía la realizará un neurólogo no especializado en pediatría, porque no hay en San Luis Potosí, y pretender que se efectúe, por ejemplo, en Monterrey, significaría una inversión mínima de al menos millón y medio de pesos, que la futura mamá no tiene. Sin embargo, los médicos que la atienden le han asegurado que el neurocirujano es un gran experto.
Afortunadamente, los estudios revelan un daño leve, a nivel de la zona del sacro, lo que favorece mucho el pronóstico de vida de su bebita que es esperada por Navidad y apenas cumpla las 37 semanas.
“Es muy pequeño y bajo, entonces hay muy buenas probabilidades”, dice Yisel
La futura madre se mentaliza para el momento en que tenga a su niña en casa y ella deba regresar a trabajar, en el consultorio que instalará en su hogar para poder atenderla mejor.
(Con información de Yotambien.mx)