Vivimos en una sociedad en la que la violencia está presente en muchas partes de nuestro entorno, en las calles, en la escuela o el trabajo, en internet o en videojuegos. Los niños están expuestos a escenas y momentos que pueden ser difíciles de comprender para ellos, causarles temor o desencadenar otro tipo de trastornos psicológicos, por eso es importante tomar en cuenta algunas acciones preventivas que los ayuden a manejar sus emociones.
La comunicación es vital, por eso es importante que platiques con tus hijos para que te cuenten sobre lo que les preocupa y sus emociones. Lo que puedes hacer es preguntarles si se sienten seguros en la escuela, en la casa y con quienes los rodean, así podrás saber cómo se sienten y ayudarlos si es necesario.
Algo fundamental es que no minimices las preocupaciones de tus hijos, con un vocabulario acorde a su edad explícale que los hechos de violencia no son tan comunes como parecen, pero que es necesario que te tenga la confianza para decirte si algo ocurre.
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Otra medida que debes tomar es informarle a tus pequeños sobre las estrategias de seguridad, tanto en casa, como en la escuela y en lugares públicos, así se sentirán más tranquilos porque sabrán cómo actuar ante una situación violenta.
Asimismo, puedes empoderar a tus hijos para que tengan más confianza y si llegan a ser víctimas de alguna agresión, bullying o algún hecho de violencia, se acerquen a ti y te cuenten lo que les pasa, pero también tienes que ayudarles a desarrollar habilidades para resolver problemas y conflictos.
Los hechos violentos pueden ser difíciles de comprender por los menores, ya que en internet o en medios de comunicación hay mucha información que quizá les cueste trabajo procesar. Recuerda que los más importante es que escuches sus dudas, los orientes y les brindes seguridad para que se sientan tranquilos.
Con información de Mental Health America