Tener un embarazo saludable en época de frío requiere de muchos cuidados, especialmente porque durante esta temporada, se puede sufrir de resequedad en la piel, enfermedades respiratorias y hasta deshidratación.
Por ello, es fundamental seguir algunos consejos que garanticen no solo estar más bella que nunca durante la etapa de gestación, sino que el desarrollo del bebé ocurra sin ninguna complicación, así que toma nota.
(Foto: MiMar Baby)
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), los cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo son fundamentales para que tanto tú como tu bebé se mantengan sanos. Esto es especialmente importante en la época de frío y a continuación te decimos cómo lograrlo.
Embarazo saludable en época de frío
El embarazo en sí es una etapa en la que se deben tener muchos cuidados, pero durante la época de frío se deben extremar, especialmente porque hay mayor riesgo de enfermedades respiratorias y problemas en la piel. Estas son las medidas que debes seguir:
1. Abrígate correctamente
Los bochornos en el embarazo son muy comunes debido a los cambios hormonales, por lo que debes ser muy cuidadosa a la hora de abrigarte. Si no quieres sofocarte, procura vestirte a través de capas de ropa, es decir, primero ponte prendas delgadas hasta llegar a más gruesas, de manera que puedas adecuarte a los posibles cambios de temperatura.
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No olvides cubrir zonas como las manos, pies, orejas y cabeza, pues muchas veces el calor corporal se pierde por ahí. Colócate guantes, orejeras, polainas y gorrito, prendas que te ayudarán a estar calientita si te expones a temperaturas muy bajas en el embarazo.
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2. ¿Deberías abrigar más tu pancita?
Algunas mamás pueden pensar que para tener un embarazo saludable en época de frío deben abrigar más su pancita, pero lo cierto es que aunque los bebés pueden sentir frío y calor dentro del vientre a partir de la semana 32 de embarazo, su pequeño cuerpo es capaz de regularse por si solo.
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Además, tu cuerpo también se encarga de regular la temperatura en el interior, incluyendo en el vientre, de manera que al bebé no le afectan los cambios de temperatura del invierno, a menos que te pongas una bolsa con hielos en la pancita. En ese caso, es probable que sientas más de una patadita como respuesta al frío.
3. No te bañes con agua muy caliente
En la época de frío, es muy tentador meterse a la ducha y poner el agua muy caliente, pero hacerlo podría tener algunas consecuencias negativas en el embarazo, ya que el exceso de temperatura dilata los vasos sanguíneos y puede favorecer la aparición de várices.
Además, el agua muy caliente también es un factor para tener mayor resequedad en la piel, lo que podría ser muy molesto especialmente si ya tienes mucha comezón por el crecimiento de tu pancita.
(Foto: Embarazo y más)
En ese sentido, no puedes olvidarte de hidratar tu piel constantemente con cremas y aceites, recuerda que el aire frío también aumenta la resequedad. Usa bálsamo para labios y aplica productos hidratantes en rostro, cuello, manos, pies y por supuesto, tu vientre.
4. Cuidado con las enfermedades respiratorias
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, destaca que las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables a las infecciones por gripe y otras enfermedades respiratorias, por lo que es fundamental aplicarse la vacuna contra influenza.
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Para un embarazo saludable en época de frío también se recomienda evitar el contacto con personas enfermas de gripe u otros padecimientos comunes en el invierno, como la bronquitis, neumonía y recientemente, covid-19. Se debe extremar la higiene, evitar salir si no es necesario y no automedicarse ante síntomas como fiebre, tos, dolor de cabeza o fatiga, lo mejor es acudir al médico.
5. Mantente activa y aprovecha el sol
Tal vez no sientas muchas ganas de hacer ejercicio cuando hace frío, pero tienes que hacer un esfuerzo por levantarte y hacer actividad física todos los días, ya que obtienes muchos beneficios para un embarazo saludable en época de frío, como una mejor circulación, mejora del estado de ánimo, reducción del cansancio y mayor preparación física para el parto.
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Además, el ejercicio aumenta tu temperatura corporal de manera natural, lo que ayuda a sobrellevar mejor el frío intenso. Salir a caminar al menos unos minutos es el pretexto perfecto para moverse y también para aprovechar la luz del sol, que favorece la producción de vitamina D y regula el metabolismo del calcio para el buen desarrollo de los huesos del bebé.
Si sientes demasiado frío en el embarazo como para moverte, un remedio es pedirle a tu pareja que te haga un masaje de pies y brazos antes de la actividad física, lo que dará calor a tu cuerpo y aumentará el flujo sanguíneo para no sentir molestias.
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(Con información de Consumer y Mujer de 10)