El reflujo del bebé ocurre cuando el contenido del estómago del bebé es devuelto del estómago y expulsado posteriormente por la boca, a esto se le conoce como regurgitar, siendo sus causas más comunes el cambio brusco de posición del lactante inmediatamente después de haber sido alimentado o si éste ingirió aire mientras estaba siendo amamantando.
No debería existir ningún tipo de riesgo para el bebé, ya que de acuerdo con Mayo Clinic, difícilmente su estómago cuenta con la cantidad de ácido suficiente para irritar la garganta o el esófago y que pueda ocasionar daños más graves.
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¿Cómo reducir el reflujo del bebé?
Aunque esta condición no signifique un peligro para tu bebé, te presentamos 5 consejos que puedes poner en práctica para reducir el reflujo del bebé, avalados por la American Academy of Pediatrics:
1. Evitar alimentar en exceso al bebé
Si se alimenta en exceso al bebé o se hace de manera muy rápida, inevitablemente regurgitará. Es preferible suministrar menor cantidad de alimento, pero en varios momentos del día.
2. Eliminar el exceso de gas:
Se puede sacar el gas del bebé no solo después de las comidas, también durante. Esto reducirá significativamente el riesgo de regurgitar.
3. Evitar juegos después de la comida:
Presionar el estómago de un bebé, así como agitarlo justo después de que se ha alimentado, aumentará las probabilidades de que el bebé pueda expulsar su alimento. Así que para reducir el reflujo del bebé, se debe limitar el tiempo activo después de las comidas y mantenerlo en posición vertical.
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4. Revisar la leche de fórmula:
En algunas ocasiones la leche de fórmula puede provocar una intolerancia o alergia para el bebé, por lo tanto, el estómago la expulsa. Es importante siempre estar alerta de estas señales y acudir con el pediatra y buscar una nueva que le pueda sentar bien.
5. Agregar avena a su leche:
No se recomienda alimentar con cereal a los menores de 6 meses, teniendo una pequeña excepción. Los niños que sufren de reflujo deben consumir alimentos más viscosos que evitarán el reflujo, la American Academy of Pediatrics, recomienda dar un poco de avena en la leche a los bebés para evitar esta condición.
Recuerda siempre mantenerte alerta de los síntomas que pueda presentar el bebé, en caso de que el reflujo cuente con sangre, líquidos verdes o amarillos o sea alguna sustancia completamente diferente al alimento, debes acudir al pediatra, pues estos síntomas pueden significar un malestar mayor y poner en riesgo al niño.
(Con información de: Mayo Clinic, Medline Plus, HealthyChildren.org)