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4 síntomas en el posparto que no son normales

Toda mujer experimenta cambios después de tener un bebé, pero expertos alertan que se debe estar atenta a los síntomas en el posparto que no son normales

Escrito en SOY MAMÁ el

El posparto es el periodo de tiempo que engloba las primeras seis u ocho semanas después del parto, aproximadamente cuarenta días. En esta etapa, la mujer atraviesa por muchos cambios para que su cuerpo vuelva a su estado anterior, aunque hay algunos síntomas en el posparto que no son normales y que debemos de atender de inmediato.

Poco a poco, el cuerpo femenino se va recuperando, por lo que es fundamental guardar el reposo necesario para no sufrir complicaciones. Se debe estar muy atenta a algunas señales de alerta que podrían indicar algunos problemas en este proceso de recuperación y aquí te decimos cuáles son los más comunes.

(Foto: Pexels) 

Durante nueve meses, el cuerpo se encargó de desarrollar a un pequeño ser vivo, por lo que después del parto, es común experimentar diversos cambios considerados normales, aunque otros no tanto. Toma nota.

Síntomas en el posparto que no son normales 

Después de tener un bebé, es normal sentirse agotada, tener estreñimiento, incontinencia, flujo vaginal y algo de dolor en los pechos, pero lo que no es para nada algo saludable es manifestar los siguientes síntomas:

1. Hemorragia

Tener un flujo vaginal después del parto es normal, de hecho, se le conoce como loquios, un flujo que proviene del lecho donde estaba la placenta y que el cuerpo expulsa de forma natural. Puede iniciar con un poco de sangre, pero a medida que avanzan los días, va disminuyendo hasta hacerse completamente claro.

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En cambio, si hay un sangrado abundante podría tratarse de hemorragia posparto, un sangrado que de acuerdo con Stanford Children’s Health, presentan entre 1 y 5 de cada 100 mujeres, especialmente si se tuvo una cesárea y que no es un síntoma del posparto normal. Ocurre por las contracciones del útero que pueden hacer que los vasos sanguíneos sangren libremente, aunque también por pequeños fragmentos de placenta que no han salido.

La hemorragia también puede ser producto de un desgarro en el cuello del útero o los tejidos de la vagina, por lo que se debe atender de inmediato.

2. Inflamación y enrojecimiento de los senos 

De acuerdo con la Clínica Las Condes, el proceso de congestión mamaria antes del inicio de la lactancia es normal, causando un poco de dolor que puede controlarse con calor local o duchas calientes. Sin embargo, si se presenta una inflamación de las mamas con dolor intenso, enrojecimiento, sensación de calor en la zona o incluso fiebre, podría tratarse de una infección producida por la retención de leche que provoca una reacción inflamatoria (mastitis).

(Foto: Pixabay)

Si el enrojecimiento o inflamación surgen después de dar pecho al bebé, es posible que no estemos haciendo la técnica correcta, por lo que debemos consultar con el médico las posturas adecuadas y cuidados ideales, como el lavado del pezón después de la lactancia y la aplicación de algunas cremas.

3. Piernas hinchadas

Si la mujer sufrió de retención de líquidos durante el embarazo, es posible que después de tener al bebé note que sus piernas siguen hinchadas, pero no es algo normal, pues si no disminuye en algunos días, podría alertar una trombosis, especialmente si también hay dolor intenso y enrojecimiento de la zona afectada.

Al respecto, un estudio presentado en la Conferencia Internacional de Derrame Cerebral 2014 y retomado por el portal Médico Interactivo, señala que el riesgo de trombosis se eleva durante al menos 12 semanas después del parto. En concreto, las posibilidades de tener un coágulo sanguíneo son 10,8 veces más hasta las seis semanas posteriores al parto y 2,2 veces más altas en las semanas siete a 12.

(Foto: tomada de la web)

“Si ha dado a luz recientemente, busque atención médica si desarrolla síntomas como dolor o presión en el pecho, dificultad para respirar, hinchazón o dolor en una pierna, dolor de cabeza intenso y repentino o pérdida repentina del habla, la visión, el equilibrio, la fuerza o en un lado de su cuerpo”, aconsejan los expertos

4. Tristeza profunda

En el posparto la mujer también experimenta cambios hormonales intensos, lo que podría causar algunos efectos en su estado de ánimo, como cambios de humor repentinos. Sin embargo, lo normal es que no sean muy intensos y que disminuyan con el paso de las semanas. Si por el contrario, surge un sentimiento de tristeza profunda, ansiedad, irritabilidad, llanto constante y sensación abrumadora, entonces podría tratarse de depresión posparto.

(Foto: tomada de la web)

Se trata de una forma de depresión grave y de larga duración que incluso puede causar rechazo por el bebé y pensamientos acerca de autolastimarse o al recién nacido, por lo que se debe acudir al médico en cuanto se reconozcan las señales.  

Recuerda que es normal tener cambios tras tener a un hijo, pues se trata de un esfuerzo muy intenso para el cuerpo, pero si los síntomas del posparto que no son normales aparecen, no se deben ignorar porque podrían complicarse y arruinar toda la alegría que trae consigo la llegada de tu bebé.

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(Con información de Vix, Clínica Las Condes, Stanford Children’s Health, Médico Interactivo)