De acuerdo al profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, Adrián Medina Liberty, cuando dormimos, nuestra mente sigue trabajando y experimentando una serie de cambios en el sistema nervioso que conduce a una dinámica mental diferente, lo que produce que tengamos pensamientos al dormir mejor conocidos como sueños.
Frecuentemente cuando despertamos, nos llegamos a preguntar ¿qué significa lo que soñé? Ya que muchas veces, nuestras historias llegan a parecer bizarras, ilógicas, sin forma o sin algo que nos relacione con ellas. Sin embargo, Medina Liberty afirma que todo esto es productor del mismo individuo.
Las imágenes que tenemos al dormir, son como una obra de teatro donde nosotros somos los autores, actores, escenógrafos y hasta el público. Se trata de una representación que nos muestra rasgos de nosotros mismos como nuestros deseos, temores, pendientes o problemas no resueltos.
Sin embargo, la interpretación de los sueños es todo un desafío ya que durante la noche, se estima que llegamos a tener siete sueños, de los cuales muchas veces recordamos muy poco o nada. Explicó el académico.
El estudio del tema se divide en dos fases: la primera que se enfoca a la medicina, analiza fases y cambios ocurridos en el sistema nervioso así como las partes que se activan en el cerebro. La segunda es psicológica y está orientada al contenido; es decir, se intenta indagar cómo se asocian los eventos de la cotidianeidad de la persona con el contenido para definir el significado de éste.
En el caso de los niños, especialistas han encontrado que éstos representan una cosa por otra (por ejemplo, una escoba por un caballo), mientras que en los adultos, las historias creadas pueden ser complejas y bizarras, con drásticos cambios de escenarios y secuencia de actividades ilógicas inverosímiles y ridículas.
Durante los estudios que Liberty ha realizado, explicó que en muchos casos no se pudo descifrar la historia porque no se logró vincular la experiencia previa con lo descrito, pero en otras se identificaron metáforas que en principio no eran obvias.
“No todos los sueños requieren de análisis, del mismo modo que no toda frase pronunciada cotidianamente nos exige una interpretación profunda”, añadió
(Con información de DGCS UNAM)