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Impacto de la obesidad materna en los hijos e hijas

Cuando un bebé nace en un ambiente de obesidad derivado de la madre, tiene más probabilidades de desarrollar enfermedades metabólicas conforme crece

Escrito en OPINIÓN el

La obesidad es una enfermedad multifactorial donde la predisposición genética y el medio ambiente juegan un papel importante en su desarrollo. Los cambios en la composición y en la disponibilidad de ciertos tipos de alimentos, así como la disminución en la actividad física observados en las últimas décadas, han condicionado el aumento en la prevalencia de la obesidad infantil y de los adultos durante un intervalo de tiempo relativamente corto. De tal forma, el exceso de tejido adiposo en el cuerpo constituye uno de los mayores retos para la salud pública mundial en este siglo. 

Un hecho extraño lo constituye el que diversos estudios demuestran que, aunque la mayoría de los individuos, en diversos tipos de sociedades, incluida la nuestra, conocen la asociación de la obesidad con diversos tipos de comorbilidades, dichos individuos no realizan esfuerzos suficientes por disminuir de peso

Lo anterior se ve ligado a que se ha demostrado que la obesidad favorece el desarrollo de otras enfermedades como diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, trastornos musculoesqueléticos y algunos tipos de cáncer.

(Foto: FDA)

En los últimos años se ha demostrado que las malas dietas y la reducción de la actividad física han inducido un aumento de la prevalencia de obesidad en el mundo y México no es la excepción. En nuestro país, la prevalencia de obesidad ha saltado de 32.4% en 2012 a 36.1 % en 2018, siendo más frecuente en mujeres (40.2 %) y en edad reproductiva, alcanzando 38.5 % en mujeres entre 20 y 49 años.

Esto último es importante ya que una población significativa de bebés estará expuesta a un entorno obesogénico (conjunto de factores en el ambiente uterino derivados de la obesidad de la madre, los cuales producen cambios importantes en el bebe, y pueden inducir un mayor riesgo de enfermedad en la edad adulta) durante períodos clave del desarrollo prenatal, predisponiendo al bebe al desarrollo de diversas enfermedades metabólicas (fenómeno conocido como programación). 

Se ha demostrado en todas las especies el efecto de la programación por obesidad materna. Por ejemplo, en diversos estudios en animales, aquellas crías de madres alimentadas con dietas obesogénicas (alta en grasa y alta en azúcar) antes y durante la gestación, son más propensas, en comparación con la descendencia de madres control, a desarrollar perturbaciones metabólicas, además de incrementar el riesgo a largo plazo de enfermedades cardiovasculares en la descendencia. 

(Foto: http://www.scientificanimations.comClogged Heart ArteryCC BY-SA 4.0)

Del mismo modo, estudios en humanos han demostrado que la dieta alta en grasas juega un rol fundamental en el ambiente materno, influyendo en la programación y/o desarrollo de enfermedades cardiometabólicas en la descendencia

De hecho, se ha reportado que los niños y las niñas nacidos(as) de madres obesas pueden presentan un mayor riesgo de tener obesidad durante la infancia y/o la edad adulta, diabetes mellitus, alteraciones en los lípidos, enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Además del efecto de la programación, si incluimos también que los niños y niñas cada vez consumen más alimentos procesados y altos en calorías, aunado a una vida sedentaria, estamos dando un doble estímulo a nuestra niñez, lo que induce a un aumento más significativo en el peso corporal y en el tejido adiposo del cuerpo, repercutiendo que en el trascurso de la infancia, desarrollen cada vez en forma más temprana, diversas enfermedades metabólicas.

Tomando en consideración que la obesidad afecta a todas las edades, por lo tanto repercute en el entorno familiar, se debe reforzar que un adecuado peso durante el embarazo, es primordial no solo para evitar complicaciones a la madre, sino que también permite ofrecer a sus hijos la oportunidad de disminuir el riesgo de presentar las diversas comorbilidades secundarias a la obesidad materna, lo que repercutirá en la calidad de vida de los hijos e hijas afectados(as), en la economía familiar y del estado, y permitirá un mejor desempeño en la familia, sociedad y comunidad.