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Cuando la vida duele ¿Cómo controlar el dolor crónico?

En Latinoamérica 3 de cada 10 personas padecen un dolor perpetuo y que persiste por más de tres meses

Escrito en OPINIÓN el

Muchas veces, quien padece de dolor crónico suele sufrirlo en silencio y en solitario.

Hoy 1 de cada 10 adultos es diagnosticado con dolor crónico al año a nivel global y se estima que en Latinoamérica 3 de cada 10 personas lo padecen. Indudablemente se ha convertido en un enorme problema de salud pública del que no se habla lo suficiente.  

Para entender más sobre el dolor crónico, es importante definirlo. De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), se refiere al dolor que se perpetúa y persiste en el tiempo por más de tres meses. Afecta diferentes dimensiones de la vida de una persona (emocional, familiar, laboral) y, aunque no existe manera de realmente eliminar el dolor por completo, sí tiene solución. 

Tratamiento

Este padecimiento se trata a través de diferentes estrategias que utilizamos los especialistas de forma combinada, lo que llamamos analgesia multimodal, en donde usamos algunos medicamentos, terapia física –el ejercicio es muy importante–, terapia psicológica (las emociones y el dolor siempre están relacionadas), meditación, ejercicios de relajación, en algunos casos bloqueos o inyecciones, terapias complementarias como acupuntura y cannabis medicinal, entre otras estrategias y herramientas que, en conjunto, buscan mejorar la funcionalidad y calidad de vida de los pacientes. 

 

Controlar el dolor

No importa la edad o condición del paciente, nadie tiene por qué “aguantarse el dolor”. Para medir el dolor crónico implementamos una escala del 0 al 10, siendo el cero la ausencia de dolor y 10 el peor dolor que te puedas imaginar. Con esta herramienta de medición se busca que a través del tratamiento combinado se llegue a una intensidad por debajo del nivel 4, lo que se considera como un dolor tolerable y que le permite al paciente ser lo más funcional posible. ¿Qué llegue a 0? Si soy del todo honesta, este no es el objetivo del tratamiento y es fundamental manejar las expectativas y ser realistas con lo que significa un verdadero control del dolor crónico: la meta es que el dolor disminuya lo suficiente para que permita ser lo más funcional al paciente y que la vida sea lo más “normal” posible.

Opciones farmacológicas

En cuanto a las opciones farmacológicas, un gran aliado en el control del dolor crónico es el cannabis medicinal; esta planta milenaria que se ha usado tanto para fines medicinales como no medicinales e industriales. De hecho, el dolor crónico es el motivo principal por el cual se utiliza en la actualidad el cannabis medicinal.  En este caso, uno de los cannabinoides más abundantes y estudiados de la planta, conocido como delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), es el que realmente ha mostrado, desde la evidencia científica, reducir el dolor crónico y los síntomas asociados al agregarse a los tratamientos tradicionales o convencionales. Aunque el cannabidiol (CBD) ha mostrado tener efectos antiinflamatorios, no hay estudios clínicos en humanos que confirmen su verdadero efecto analgésico. 

Es fundamental enfatizar que el cannabis medicinal no es la panacea y no cura o elimina el 100% del dolor, pero sí es un gran aliado cuando se utiliza de manera correcta y bajo la supervisión de un médico experto en su prescripción. Además, hay  algunos estudios observacionales que muestran que la administración de cannabis medicinal puede tener un impacto en el consumo de opiodes, resultados alentadores para contrarrestar la crisis o epidemia de opioides que se vive en la actualidad en países como Estados Unidos, Canadá y Australia. En la práctica clínica se ha visto que el uso de cannabinoides, como complemento o coadyuvante, puede ayudar a reducir las dosis de opiodes hasta en un 30%.

Si tienes dolor constante, hay diferentes maneras en las que puedes aminorar el dolor. Algunas recomendaciones que te puedo ofrecer son las siguientes: 

  • Aprende una técnica de respiración profunda o meditación guiada para ayudar a relajarte y aliviar el dolor. 
  •  Reduce el estrés crónico en tu vida, ya que éste intensifica el dolor crónico. Vale mucho la pena contar con un psicólogo experto en la Terapia Cognitivo Conductual y otras estrategias para ayudar a controlar estas emociones.
  • Recibir masajes para reducir el estrés y aliviar la tensión, estas técnicas te ayudarán a aliviar el dolor crónico.
  • Pide ayuda. Considera reunirte con un especialista en medicina del dolor. Recibir tratamiento médico a tiempo es clave para evitar complicaciones. Pedir ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.
  • Ten un registro del nivel del dolor que experimentas. Llevar un “Diario de Dolor” ayudará a tu médico a realizar un seguimiento de tu padecimiento. Al final de cada día, anota el nivel de dolor que sentiste, utilizando la escala de dolor del 0 al 10. Además, ten en cuenta las actividades que hiciste ese día y los medicamentos que tomaste.
  • Encuentra formas de distraerte del dolor para disfrutar más de la vida. Cuando te concentras en el dolor, lo empeoras en vez de mejorarlo. En su lugar, busca algo que te guste hacer, una actividad que te mantenga ocupado y pensando en otras cosas además del dolor. Es posible que no puedas evitar el dolor, pero puedes tomar el control de tu vida.