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¿Por qué y para qué son las terapias?

La rehabilitación (volver a habilitar una función) existe desde los tiempos de la primera Guerra Mundial, cuando las secuelas de la guerra dejaban personas mutiladas o con alguna discapacidad

Escrito en OPINIÓN el

No falta alguna abuela en la familia que nos diga “En mis tiempos no existían las terapias y todos salimos adelante” ¿Qué tan cierto es esto?

Sabemos que toda la vida han existido personas con dificultades orgánicas, físicas y psicológicas como pudieran ser

  • problemas de aprendizaje (lectura, escritura, dislexia, comprensión problemas para las matemáticas, como la discalculia)
  • trastornos emocionales (depresivos, neuróticos, bipolares, esquizofrénicos)
  • trastornos conductuales (hiperactivos, impulsivos)
  • anomalías posturales: como las desviaciones de la columna vertebral (escoliosis, xifosis, hiperlosdosis, etc.)

Muchos de ellos no corrieron con la suerte de ser bien diagnosticados y tratados.

¿Quiénes son esos niños de entonces, qué adultos son el día de hoy?

Todos tuvimos un compañero de clase que era muy inquieto, que siempre corrían del salón, que sus papás lo iban cambiando de escuela en escuela y que finalmente terminaba trabajando con el papá sin haber podido graduarse ni de secundaria.

(Foto: Especial)

Muchos de ellos son adultos inestables, que el día de hoy no han podido desarrollarse adecuadamente en los campos profesionales, laborales, familiares y sociales; en los casos más graves, han llegado a ser alcohólicos o drogadictos.

Por otra lado existen aquellos que bajo el techo de una familia estructurada y con valores pudieron darle la contención necesaria y sus propias estrategias para superar estas dificultades y salir adelante.

La rehabilitación (volver a habilitar una función) existe desde los tiempos de la primera Guerra Mundial, cuando las secuelas de la guerra dejaban personas mutiladas o con alguna discapacidad, para lo cual se requería de terapia física y de permitirle, a través de una terapia ocupacional, la posibilidad de realizar alguna actividad laboral de acuerdo con sus capacidades.

Actualmente existen varios tipos de terapias de apoyo para los trastornos del desarrollo:

(Foto: Especial)

Terapia Física

Es aquella especialidad que se estudia en cuatro años o cinco dependiendo de la Institución a nivel licenciatura. Su campo de trabajo es ayudar a toda aquella persona que ha sufrido algún tipo de enfermedad, lesión o accidente y que requiere de rehabilitación.

Dentro de esta carrera puedes dedicarte a la rehabilitación ortopédica (lesiones articulares, musculares, óseos, etc.), a la rehabilitación deportiva que trata todas las lesiones que se den como consecuencia de un deporte. Otros campos son neurológicos, cardiovasculares, respiratorios, ginecológicos, oncológicos (cáncer) y hoy por hoy hasta estéticos.

En Estados Unidos cada hospital tiene un departamento de Terapia Física y el 90% de los pacientes pasan al servicio de fisioterapia. Cuando se prescribe una cirugía se les da tratamiento antes y después de la misma. También se otorga el servicio en el área de psicoterapia pues es una forma de apoyar al paciente con trastornos emocionales.

La especialidad que yo ejerzo dentro de mi carrera como Terapeuta Física es la rehabilitación neurológica infantil para lo cual realicé, entre otros cursos, el de certificación de tratamiento de Neurodesarrollo o Concepto Bobath (Apellido de los fundadores de esta técnica de tratamiento), que a través de un objetivo funcional e inhibiendo los patrones anormales de movimiento y favoreciendo los patrones normales, permite dar mejor calidad de vida al niño.

También estudié un posgrado en Psicomotricidad (ciencia que trabaja con la mente y el movimiento) y la especialidad de Integración Sensorial (enfoque terapéutico orientado a los niños o adultos con dificultades en la forma de procesar los estímulos sensoriales).

(Foto: Especial)

Terapia Ocupacional

La practica el terapeuta que se encarga de re-entrenar al paciente con sus capacidades remanentes a las actividades de la vida diaria, así como también laborales u ocupacionales.

Otra especialidad que también es parte de la terapia ocupacional es el manejo de los trastornos sensoriales (vista, oído, tacto y gusto) a través del método de integración sensorial. Desafortunadamente hay muy pocas terapeutas ocupacionales en México y es una carrera poco conocida y promovida.

Terapia de Lenguaje

La carrera también conocida como Licenciatura en Comunicación Humana es aquella en la que la terapeuta trabaja con todas las dificultades de articulación, expresión y comprensión del lenguaje, algunas tienen la especialidad de manejo en problemas de aprendizaje y otras en trastornos de la alimentación.

(Foto: Especial)

Psicoterapia

Es aquella en la que se trabajan los aspectos emocionales que dificultan la relación del paciente con los ambientes familiar, social, laboral, etc. Esta profesión es la licenciatura en Psicología con diversas especialidades como son psicoanálisis, terapia Gestalt y otras.

Estas son las cuatro áreas terapéuticas más conocidas. Existen muchas otras llamadas alternativas o complementarias, como la terapia asistida con animales como la equinoterapia (terapia con caballos), delfinoterapia y otras como la terapia acuática, etc.

Y hay muchas más que pudieran ser terapias no bien fundamentadas o científicamente comprobadas que ofrecen los conocidos “charlatanes”. Es por eso que es muy importante conocer las condiciones necesarias para decidir si una persona es candidata para recibir una terapia.

(Foto: Especial)

  1. Hacer un buen diagnóstico con un especialista (ortopedista, neurólogo, neuropediatra, médico en rehabilitación, etc.) quién será el guía del equipo interdisciplinario del trabajo integral del paciente.
  2. No sobrediagnosticar, no dejarnos llevar por un signo de alarma aislado, como puede ser: “Es un poco inquieto”, “No ha controlado esfínteres”, “tiene un tic”, “es muy irritable”, etc.
  3. No dejarse llevar por comentarios de charlatanes o personas no especializadas, conocer bien cuál es su trabajo y qué fundamento científico lo sustenta.
  4. Aceptar como padres de familia cuando existe un problema que en realidad está creando dificultades en el desarrollo regular de un niño y requiere apoyo terapéutico.
  5. Exigir al profesional la propuesta de objetivos después de la valoración inicial y darle seguimiento.
  6. Una terapia que no da resultados palpables en seis meses no es la terapia adecuada para ese paciente en especial.
  7. Si se decide por el apoyo de alguna terapia complementaria o alternativa, que sea esta siempre paralela a una terapia formal y con el conocimiento del médico especialista.
  8. No existen terapias profesionales que provoquen daño o lesiones, en algunos casos puede ser incómoda debido a que los pacientes no están acostumbrados a esa estimulación como pueden ser diversas posiciones o cambios.
  9. Siempre debe permitirse a los padres observar la terapia de su hijo. En algunos casos puede hacerse a través de una ventana o cámara de Gessell, sobre todo cuando los niños tienen mucho apego a los padres y no trabajan en presencia de ellos.
  10. Por último, debe existir una buena comunicación entre padres y terapeutas para poder resolver dudas siempre en beneficio del niño.

Espero que con estas notas puedan tener una información más específica sobre las terapias y me pongo a sus órdenes con mucho gusto para cualquier comentario o duda.

Gracias

T.F. Matena Valverde.

Clínica Luli.