¿Has escuchado que las mujeres se sincronizan en su periodo? Y si te dijera que no somos las únicas que podemos hacerlo; es decir, los hombres también pueden sincronizarse, pero ¿de qué forma? Te preguntarás.
Pues bien, tanto hombres como mujeres podemos sincronizarnos con una conversación cotidiana, provocando que los cerebros de ambos comiencen a trabajar de forma simultánea. Así apunta un estudio realizado por el Basque Centre on Cognition, Brain and Language (BCBL, por sus siglas en inglés), publicado recientemente en la revista Scientific Reports.
Estudios anteriores habían planteado que el cerebro se sincronizaba con lo que escucha, ajustando así sus ritmos a los estímulos auditivos.
Ahora, los expertos del centro donostiarra han ido un paso más allá y han analizado simultáneamente la compleja actividad neuronal de dos personas desconocidas que entablan un diálogo por primera vez.
El equipo, liderado por Alejandro Pérez, Manuel Carreiras y Jon Andoni Duñabeitia, ha comprobado (mediante el registro de la función eléctrica cerebral) que la actividad neuronal de dos individuos implicados en un acto comunicativo se “sincroniza” para dar paso a una “conexión” entre ambos sujetos.
Jon Andoni explica que se trata de una comunicación intercerebral que va más allá del propio lenguaje, y que puede constituir un factor clave en las relaciones interpersonales, así como en la comprensión del lenguaje.
De esta manera, el ritmo de las ondas cerebrales del emisor y del receptor se ajusta a las propiedades físicas del sonido del mensaje emitido verbalmente en una conversación, generando una conexión entre dos cerebros que comienzan a trabajar de manera conjunta con un mismo fin: la comunicación.
“Los cerebros de dos personas se acercan gracias al lenguaje, y la comunicación crea entre las personas vínculos que van mucho más allá de lo que se puede percibir desde el exterior”, añade el investigador. “Podemos saber si dos personas están conversando entre ellas únicamente analizando sus ondas cerebrales”.
Para la realización del estudio, los investigadores del BCBL situaron, separados por un biombo, a 15 parejas de personas del mismo sexo que no se conocían entre sí, asegurándose así que la conexión generada fuera realmente gracias a la comunicación establecida.
Siguiendo un guión, las parejas entablaban una conversación de temática general y, por turnos, los protagonistas se intercambiaban el papel de emisor y receptor.
A través de electroencefalografía (EEG) (una prueba no invasiva que analiza la actividad eléctrica del cerebro), los científicos midieron el movimiento de las ondas cerebrales simultáneamente y comprobaron que las oscilaciones de las mismas tenían lugar al mismo tiempo.
“Ser capaces de saber si dos personas están hablando, únicamente viendo su actividad cerebral es algo maravilloso”, subraya Duñabeitia. Ahora podrán explorar nuevas aplicaciones de gran utilidad en contextos comunicativos especiales, como en el caso de personas con dificultades para comunicarse.
Esta interacción entre dos cerebros permitirá comprender y analizar aspectos muy complejos en el ámbito de la psicología, sociología, psiquiatría o la educación, empleando neuroimágenes dentro de un contexto realista o ecológico.
Lo que se pretende es potenciar ese conocimiento intercerebral descrito con el fin de mejorar la comunicación, concluye Pérez.
Su próximo paso será realizar la misma técnica, si los cerebros de dos personas se “sincronizan” de la misma manera cuando la conversación tiene lugar en una lengua no nativa.
(Con información de Sinc)
Pues bien, tanto hombres como mujeres podemos sincronizarnos con una conversación cotidiana, provocando que los cerebros de ambos comiencen a trabajar de forma simultánea. Así apunta un estudio realizado por el Basque Centre on Cognition, Brain and Language (BCBL, por sus siglas en inglés), publicado recientemente en la revista Scientific Reports.
El cerebro se sincroniza con lo que escucha
Estudios anteriores habían planteado que el cerebro se sincronizaba con lo que escucha, ajustando así sus ritmos a los estímulos auditivos.
Ahora, los expertos del centro donostiarra han ido un paso más allá y han analizado simultáneamente la compleja actividad neuronal de dos personas desconocidas que entablan un diálogo por primera vez.
El equipo, liderado por Alejandro Pérez, Manuel Carreiras y Jon Andoni Duñabeitia, ha comprobado (mediante el registro de la función eléctrica cerebral) que la actividad neuronal de dos individuos implicados en un acto comunicativo se “sincroniza” para dar paso a una “conexión” entre ambos sujetos.
La comunicación va mas allá del lenguaje
Jon Andoni explica que se trata de una comunicación intercerebral que va más allá del propio lenguaje, y que puede constituir un factor clave en las relaciones interpersonales, así como en la comprensión del lenguaje.
De esta manera, el ritmo de las ondas cerebrales del emisor y del receptor se ajusta a las propiedades físicas del sonido del mensaje emitido verbalmente en una conversación, generando una conexión entre dos cerebros que comienzan a trabajar de manera conjunta con un mismo fin: la comunicación.
“Los cerebros de dos personas se acercan gracias al lenguaje, y la comunicación crea entre las personas vínculos que van mucho más allá de lo que se puede percibir desde el exterior”, añade el investigador. “Podemos saber si dos personas están conversando entre ellas únicamente analizando sus ondas cerebrales”.
Conversando se entienden los científicos
Para la realización del estudio, los investigadores del BCBL situaron, separados por un biombo, a 15 parejas de personas del mismo sexo que no se conocían entre sí, asegurándose así que la conexión generada fuera realmente gracias a la comunicación establecida.
Siguiendo un guión, las parejas entablaban una conversación de temática general y, por turnos, los protagonistas se intercambiaban el papel de emisor y receptor.
A través de electroencefalografía (EEG) (una prueba no invasiva que analiza la actividad eléctrica del cerebro), los científicos midieron el movimiento de las ondas cerebrales simultáneamente y comprobaron que las oscilaciones de las mismas tenían lugar al mismo tiempo.
El siguiente estudio
“Ser capaces de saber si dos personas están hablando, únicamente viendo su actividad cerebral es algo maravilloso”, subraya Duñabeitia. Ahora podrán explorar nuevas aplicaciones de gran utilidad en contextos comunicativos especiales, como en el caso de personas con dificultades para comunicarse.
Esta interacción entre dos cerebros permitirá comprender y analizar aspectos muy complejos en el ámbito de la psicología, sociología, psiquiatría o la educación, empleando neuroimágenes dentro de un contexto realista o ecológico.
Lo que se pretende es potenciar ese conocimiento intercerebral descrito con el fin de mejorar la comunicación, concluye Pérez.
Su próximo paso será realizar la misma técnica, si los cerebros de dos personas se “sincronizan” de la misma manera cuando la conversación tiene lugar en una lengua no nativa.
(Con información de Sinc)