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¿Por qué tienes mal aliento?

Además de tener mal higiene, puede ser una señal de alguna enfermedad

Escrito en NUTRICIÓN Y DIETAS el
Uno de las cosas más incómodas y desagradables al platicar con alguien es tener mal aliento y no saber cómo combatirlo.

La halitosis, el término para referirse al mal aliento, afecta a cerca del 20% de la población de todas las edades y es más frecuente en hombres, aunque las mujeres son las que más acuden a consulta médica, según informa el Instituto del Aliento.

Expertos del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), indican que si bien esta no es una enfermedad, es recomendable consultar a un profesional, ya que hay más de 80 enfermedades que pueden provocarla.

"Hay un gran desconocimiento entre la población sobre la halitosis. Sin embargo, tras ella se pueden ocultar enfermedades como puede ser una úlcera o incluso diabetes, siendo en este caso un síntoma que no se debe ignorar", explicó Jonas Nunes, responsable de la Unidad de Halitosis del CMED.

Causas del mal aliento


Gonzalo Guerra Flecha, fundador y especialista en aparato digestivo del CMED, añade que en algunos casos el mal aliento se debe a la falta de higiene o salud dental, así como algunos hábitos como son:

  • Fumar

  • Tomar alcohol

  • Comer alimentos muy especiados

  • Utilizar piercings


Sin embargo, añade, que hay personas que aun con buena limpieza y sin tener estos hábitos, pueden sufrir de halitosis.

En estos casos, la razón es alguna enfermedad de base que si no se trata, puede tener fatales consecuencias.

Entre las principales enfermedades que provocan el mal aliento se encuentran las siguientes:

  • Boca: exceso de salivación, problemas gingivales o candidiasis

  • Respiración superior: amigdalitis, respiración bucal, sinusitis o cáncer de laringe

  • Respiración inferior: bronquitis, neumonía, absceso pulmonar o cáncer de pulmón.

  • Digestivo: gastritis, reflujo gastroesofágico, úlceras, infección por “helicobacter pylori” o enfermedad inflamatoria intestinal.

  • Sistémico: fiebre, hipoglucemia, medicación, diabetes, alteración renal y hepática.

  • Neuropsicológicos: estrés, depresión, alteración del gusto (disgueusia) y ansiedad.


(Con información de Infosalus)