¿Alguna vez te han dicho que hablas dormido?, ¿qué cosas dices?, ¿por qué lo haces?
Si te ha pasado, seguramente has sentido temor al pensar las cosas que dijiste que probablemente no eran las más adecuadas.
Sin embargo, no debes preocuparte, ya que todo lo que llegamos a decir en ese momento, suele estar alejado de la realidad.
Juan Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud y del Complejo Hospitario Ruber Juan Bravo (ambos en Madrid), explica que comúnmente las frases que decimos no tienen ningún sentido y que ocasionalmente se relacionan con la escena de lo que estemos soñando.
En este sentido concuerda Carolina Laguna Diego, neuropsicóloga y psicóloga educativa en Psicólogos Pozuelo (Madrid) y profesora en Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), quien afirma que no hay que preocuparse por decir coas inapropiadas.
“Suele preocupar decir algo que sea vergonzoso, o haber contado algún secreto inconfesable. Sin embargo no suele ser frecuente”, dice.
Este comportamiento se conoce como somniloquia, la cual se caracteriza por decir palabras durante el sueño sin que exista relación del hecho por parte de la persona que lo padece. Usualmente se da por un hecho aislado que no tiene importancia.
Laguna Diego menciona que los mecanismos que lo provocan no están bien claros, pues no ha sido estudiado a fondo porque no genera problemas además de que es difícil detectarlo.
“Depende de la presencia de otras personas en el momento concreto en que se produce”, indica.
Pareja Grande afirma que si bien no se conocen las causas exactas, si se saben de situaciones que lo provocan.
“Aunque sí se sabe que hay determinadas situaciones relacionadas con este trastorno, como el consumo de alcohol, un exceso de estrés, que vayamos muy cansados a la cama, la privación del sueño”, dice.
Pareja añade que también tienen que ver los antecedentes familiares, procesos febriles, consumo de sustancias, tratamientos médicos, cenas copiosas, estrés y situaciones de alto nivel emocional.
Hernando Pérez Díaz, coordinador del Grupo de Estudio de Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), refiere que la somniloquia se divide en dos tipos: aislada y la que se relaciona con otras parasomnias o trastornos del sueño.
“En ese momento es como si una parte de nuestro cerebro se despertase, aquella que nos permite hacer determinadas acciones, como caminar (sonambulismo), o alimentarnos. Pero otras partes del cerebro siguen dormidas”, menciona.
Aunque no representa un peligro, el especialista indica que hay que tener especial cuidado cuando se produzca en la fase REM y en edades avanzadas.
“Se da en pacientes de más de 50 años de edad que sueñan cosas desagradables como caídas por precipicios. Como el sujeto no tiene la atonía muscular propia de esta fase del sueño vivencia o existe un correlato conductual de los mismos: habla, gritar, llora, gime, gesticula, da patadas o puñetazos e incluso camina. Es serio porque podría ser un signo precoz de parkinsonismos como la enfermedad de Parkinson o la demencia por cuerpos de Lewy”, subraya.
El problema se puede presentar en hombres y mujeres por igual y a cualquier edad, aunque en los niños es más frecuente. Estimaciones indican que el 50% de los niños tienen al menos un episodio de somniloquia al año, mientras que en los adultos, le ocurre al 5% de la población.
“Esta alta frecuencia se debe principalmente a la inmadurez propia en la infancia, de ciertos mecanismos biológicos que controlan el sueño de ondas lentas y el despertar”, die Carolina Laguna
La especialista añade que los pequeños cambios de la vida diaria del niño pueden desincronizar el ritmo normal ocasionando que se produzca un medio despertar en la fase del sueño profundo.
Pese a esto, aclara, no hay de qué preocuparse, pues esto siempre carece de importancia clínica y con el tiempo se esfumará.
(Con información de El País)
Si te ha pasado, seguramente has sentido temor al pensar las cosas que dijiste que probablemente no eran las más adecuadas.
Sin embargo, no debes preocuparte, ya que todo lo que llegamos a decir en ese momento, suele estar alejado de la realidad.
Juan Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud y del Complejo Hospitario Ruber Juan Bravo (ambos en Madrid), explica que comúnmente las frases que decimos no tienen ningún sentido y que ocasionalmente se relacionan con la escena de lo que estemos soñando.
En este sentido concuerda Carolina Laguna Diego, neuropsicóloga y psicóloga educativa en Psicólogos Pozuelo (Madrid) y profesora en Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), quien afirma que no hay que preocuparse por decir coas inapropiadas.
“Suele preocupar decir algo que sea vergonzoso, o haber contado algún secreto inconfesable. Sin embargo no suele ser frecuente”, dice.
Este comportamiento se conoce como somniloquia, la cual se caracteriza por decir palabras durante el sueño sin que exista relación del hecho por parte de la persona que lo padece. Usualmente se da por un hecho aislado que no tiene importancia.
¿Qué ocasiona la somniloquia?
Laguna Diego menciona que los mecanismos que lo provocan no están bien claros, pues no ha sido estudiado a fondo porque no genera problemas además de que es difícil detectarlo.
“Depende de la presencia de otras personas en el momento concreto en que se produce”, indica.
Pareja Grande afirma que si bien no se conocen las causas exactas, si se saben de situaciones que lo provocan.
“Aunque sí se sabe que hay determinadas situaciones relacionadas con este trastorno, como el consumo de alcohol, un exceso de estrés, que vayamos muy cansados a la cama, la privación del sueño”, dice.
Pareja añade que también tienen que ver los antecedentes familiares, procesos febriles, consumo de sustancias, tratamientos médicos, cenas copiosas, estrés y situaciones de alto nivel emocional.
Hernando Pérez Díaz, coordinador del Grupo de Estudio de Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), refiere que la somniloquia se divide en dos tipos: aislada y la que se relaciona con otras parasomnias o trastornos del sueño.
“En ese momento es como si una parte de nuestro cerebro se despertase, aquella que nos permite hacer determinadas acciones, como caminar (sonambulismo), o alimentarnos. Pero otras partes del cerebro siguen dormidas”, menciona.
Aunque no representa un peligro, el especialista indica que hay que tener especial cuidado cuando se produzca en la fase REM y en edades avanzadas.
“Se da en pacientes de más de 50 años de edad que sueñan cosas desagradables como caídas por precipicios. Como el sujeto no tiene la atonía muscular propia de esta fase del sueño vivencia o existe un correlato conductual de los mismos: habla, gritar, llora, gime, gesticula, da patadas o puñetazos e incluso camina. Es serio porque podría ser un signo precoz de parkinsonismos como la enfermedad de Parkinson o la demencia por cuerpos de Lewy”, subraya.
Niños hablan más dormidos
El problema se puede presentar en hombres y mujeres por igual y a cualquier edad, aunque en los niños es más frecuente. Estimaciones indican que el 50% de los niños tienen al menos un episodio de somniloquia al año, mientras que en los adultos, le ocurre al 5% de la población.
“Esta alta frecuencia se debe principalmente a la inmadurez propia en la infancia, de ciertos mecanismos biológicos que controlan el sueño de ondas lentas y el despertar”, die Carolina Laguna
La especialista añade que los pequeños cambios de la vida diaria del niño pueden desincronizar el ritmo normal ocasionando que se produzca un medio despertar en la fase del sueño profundo.
Pese a esto, aclara, no hay de qué preocuparse, pues esto siempre carece de importancia clínica y con el tiempo se esfumará.
(Con información de El País)