Un equipo de investigadores de Cedars- Sinai, centro de investigación sobre Salud y Telemedicina, ha formulado un nuevo método más sencillo y preciso para estimar la grasa corporal, comparado con el hasta ahora predilecto, Índice de Masa Corporal (IMC).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define al IMC como un índice que se utiliza con frecuencia para la clasificación del sobrepeso y la obesidad en adultos; se calcula con el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2).
Un IMC mayor o igual a 30 se considera como obesidad.
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Masa grasa relativa: ¿sustituirá al IMC?
Una referencia y nada más… El IMC no se trata de un criterio diagnóstico, es un valor de referencia que requiere de otros análisis, entre ellos, el de composición corporal.
Al respecto, una reflexión clave de los especialistas es sobre si el paradigma se modifica; si en lugar de utilizar el IMC, se pasa a medir la grasa pues podría aumentar el número de personas con obesidad en el mundo.
El método que los especialistas prefieren cada día más es el de Masa Grasa Relativa (RFM), un estimador del porcentaje de grasa corporal.
¿La razón? El IMC tiene una precisión limitada, precisamente para estimar el porcentaje de grasa corporal, músculo, agua y otros componentes del cuerpo.
La fórmula para el cálculo de la RFM, es la siguiente y se diferencia entre hombres y mujeres:
RFM = 76 - (20 X (talla / Cintura)) + (12 x sexo)
Sexo = 0 hombre
Sexo = 1 mujer
Para hombres:
RFM = 64 – (20 x altura en metros / CC en metros) + 0
Para mujeres:
RFM = 76 – (20 x altura en metros / CC en metros) + 12
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Finalmente, si bien existen diversas técnicas para estimar el porcentaje de grasa corporal total, los métodos no son factibles en grandes estudios poblacionales o fines clínicos de rutina: algunas ecuaciones requieren de más de 10 medidas antropométricas distintas y complejas, es decir, son complejas y de potencias limitado para utilizarlas en la práctica habitual.