Una de las tradiciones más deliciosas que puedes encontrar en México son las patas de pollo o patitas de pollo que son preparadas de distintas maneras y hasta pueden incluirse como parte de otros platillos o preparaciones, ejemplo de ello son los esquites, sopas, o simplemente rostizadas.
En ese sentido, un estudio realizado por la Universidad Nove de Julho, en Brasil, encontró que las patitas de pollo son una buena fuente de colágeno.
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Patas de pollo: más nutritivas de lo que pensabas...
Del colágeno se sabe que es una proteína fibrosa que tiene numerosas aplicaciones, las principales en la industria farmacéutica y alimenticia pues, por sus características físico- químicas tiene la capacidad de formar geles.
Respecto a su composición, 100 gramos de patas de pollo contienen:
- Calorías: 215
- Grasa: 63%
- Proteínas: 37%
- Carbohidratos: 0%.
Moderación y preparación adecuadas. Gracias a su aporte nutritivo como minerales, entre ellos, calcio, silicio, hierro, fósforo y magnesio, estos alimentos son recomendados para su consumo, siempre y cuando, no excedas la recomendación de tu especialista conforme a calorías, macro o micronutrientes.
También aportan vitamina B2, la cual es una vitamina asociada con la producción de glóbulos rojos y mantiene la piel y las mucosas íntegras, sin embargo, no quiere decir que, si comes patitas de pollo, vas a “rejuvenecer”, sobre todo cuando excedes su consumo, como en el caso de cualquier otro alimento.
Recuerda que el envejecimiento es un proceso natural y que una alimentación equilibrada y nutritiva junto con la práctica regular de ejercicio pueden mejorar tu calidad de vida.
Para prepararlas, una de las recetas más recomendadas y que disfrutarás más en temporada fría, son los caldos o esquites, recuerda no agregar aceite o grasa extra.
¿Cómo limpiar las patitas de pollo?
Si quieres aprovechar los beneficios de las patitas de pollo, es muy importante el manejo higiénico adecuado, es decir que las limpies de forma correcta. Para la limpieza necesitarás de una olla con agua hirviendo.
Primero, lava con agua y una pequeña cantidad de jabón las patitas de pollo mientras pones a hervir agua en la olla; la cantidad de agua dependerá del número de patitas que quieras cocinar.
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Cuando el agua comience a burbujear es momento de apagar la lumbre y sumergir las patitas. Es importante que no las sumerjas más de 30 segundos para evitar la cocción.
Saca las patitas de pollo con una pinza o cuchara para evitar quemaduras y déjalas reposar, ya que estén a una temperatura media, quita poco a poco la piel y con ayuda de unas tijeras corta las uñas.
Finalmente, recuerda acudir con un especialista que te otorgue un plan de alimentación personalizado adecuado en nutrientes y que contenga todos los grupos de alimentos.