Las creencias populares indican que un alto consumo de azúcar puede causar lombrices intestinales, especialmente en los niños pero, ¿qué tan cierto eso?
Las lombrices o parásitos intestinales son frecuentes en todo el mundo, los niños de entre 3 y 6 años los padecen más, aunque también pueden surgir en los adultos.
¿Azúcar causa lombrices intestinales?
De acuerdo a la Asociación Española de Pedriatría de Atención Primaria (AEPAP), las lombrices intestinales son conocidas por los médicos como oxiuros o enterobius vermiculares.
Suelen adquirirse cuando sin darnos cuenta, ingerimos
alimentos contaminados con sus huevecillos.
Sin embargo, no hay ninguna evidencia científica que avale que el alto consumo de azúcar provoque lombrices.
Al menos así lo afirma la pediatra Rosa Funes, especialista del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Madrid.
Los huevos de parásitos intestinales suelen encontrarse en las manos de las personas que están infectadas, sobre todo en las uñas.
También pueden alojarse en objetos como juguetes, toallas,
ropa de cama, alimentos, vajilla, vasos, superficie de pupitres o lavabos.
Cuando llegan al intestino delgado, las larvas salen de los
huevecillos y al llegar al intestino grueso, se hacen adultas y adquieren la
forma de gusanos blancos y delgados. 
Tras un par de meses, las hembras se reproducen y ponen
huevos. El lugar que eligen para hacerlo son los márgenes del ano, lo que puede
causar intensa comezón.
“Son muy pegajosos, se adhieren a la piel de la zona
produciendo irritación y un picor muy intenso que obliga a la persona a
rascarse”, explica la especialista.
Cuando la persona se rasca, los huevecillos pasan a los
dedos, manos, uñas, pijama y sábanas, esparciéndolos por todo el hogar,
especialmente en baños y dormitorios.
Los huevos son capaces de vivir e infectar durante al menos dos o tres semanas, por lo que el riesgo de contagio es algo para otras personas.
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Síntomas de las lombrices y cómo evitarlas
Los síntomas más comunes que indican parásitos intestinales
son el picor perinanal, sobre todo en las noches.
Cuando el picor es muy intenso puede causar dificultad para
conciliar el sueño o despertares nocturnos.
En caso de que la carga de lombrices sea muy alta, puede presentarse dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Las niñas corren otros riesgos ya que puede haber migración de las lombrices hacia la zona vaginal y causar vulvovaginitis.
Lo más importante para contrarrestarlos es seguir un
tratamiento farmacológico que debe tomar toda la familia, repitiendo una
segunda dosis dos semanas después para eliminar todos los huevecillos.
El tratamiento debe ser completado con medidas de higiene como lavado de manos, uñas cortas y limpias, limpieza de baños, lavado de sábanas, colchas o mantas, así como de juguetes y alfombras.
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(Con información de Infosalus)