Entre las recomendaciones para tener buena salud, se encuentra la de dormir ocho horas diarias sin interrupciones, o de lo contrario, podemos sufrir graves daños.
El tiempo de dormir es diferente para cada persona, dependiendo de su edad, por lo que algunos pueden necesitar más o menos horas de sueño.
Javier Albares, director de la Unidad de Investigación de la Clínica del Sueño Estivill, señala que en el caso de los niños el tiempo es entre 10-11 horas, en adolescentes 9 horas, adultos 8 horas y gente mayor entre 6-7 horas, complementando con una siesta por la tarde de 30 minutos.
Los adultos son quienes sufren más problemas para dormir, pues el estilo de vida actual, las jornadas de trabajo, el estrés y las distancias que se recorren en la ciudad, no les permiten tener un sueño adecuado.
En este sentido, el especialista resalta la importancia de procurar dormir las ocho horas, ya que se pueden presentar los siguientes problemas.
Dormir bien ayuda a reforzar nuestro sistema inmune, por lo que si no descansamos el tiempo adecuado, tenemos mayor riesgo de padecer enfermedades, sobre todo infecciosas.
Nuestro mecanismo interno se altera y provoca problemas cardiovasculares y enfermedades endocrinológicas.
El doctor Diego García Borreguero, director del Instituto del Sueño, explica que esto se debe porque al dormir disminuye la tensión arterial, por lo que si no descansamos, ésta se mantiene elevada ocasionando problemas cerebrovasculares.
Científicos de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Estados Unidos, indican que dormir menos de seis horas, aumenta 4,2 veces el riesgo de sufrir refriados.
No dormir bien provoca que subamos de peso porque en el cuerpo aumenta la resistencia a la insulina, lo que ocasiona tener kilos de más.
“Además si vamos cortos de sueño tendemos a comer peor y alimentos que engordan más, sobretodo hidratos de carbono y azúcares”, explica el doctor Albares.
“Uno de los efectos fundamentales de la disminución de horas de sueño nocturno es la pérdida de capacidad cognitiva”, dice García Borreguero.
Un estudio de la Universidad de California en Berkeley y la Escuela Médica de Harvard, afirma que no dormir bien, nos causa emociones más extremas y por tanto, conflictos sociales.
Al no descansar bien, las regiones emocionales del cerebro, están 60% más activas, por lo que solemos estar agresivos o tendemos a discutir más.
El sueño ayuda a que la piel se repare e hidrate, además de que tiene gran influencia en los procesos cerebrales.
“La falta de sueño, si se produce de manera crónica, produce un envejecimiento precoz de algunas funciones cerebrales. También produce un aumento del riesgo de padecer enfermedades metabólicas, especialmente en relación al que correspondería para nuestra edad real”, dice García Borreguero.
La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, indica que una de las consecuencias más graves de no descansar bien son los accidentes automovilísticos.
Se estima que uno de cada seis accidentes mortales, y uno de cada ocho que requiere hospitalización, se deben a esta causa.
El incremento de las enfermedades ya mencionadas, quita años y reduce la calidad de vida.
“Las personas que duermen pocas horas tienen una esperanza de vida menor. Este hecho se ha demostrado en numerosos estudios epidemiológicos a lo largo de los últimos años”, concluye García Borreguero.
(Con información de El País)
El tiempo de dormir es diferente para cada persona, dependiendo de su edad, por lo que algunos pueden necesitar más o menos horas de sueño.
Javier Albares, director de la Unidad de Investigación de la Clínica del Sueño Estivill, señala que en el caso de los niños el tiempo es entre 10-11 horas, en adolescentes 9 horas, adultos 8 horas y gente mayor entre 6-7 horas, complementando con una siesta por la tarde de 30 minutos.
Los adultos son quienes sufren más problemas para dormir, pues el estilo de vida actual, las jornadas de trabajo, el estrés y las distancias que se recorren en la ciudad, no les permiten tener un sueño adecuado.
En este sentido, el especialista resalta la importancia de procurar dormir las ocho horas, ya que se pueden presentar los siguientes problemas.
Aumento de enfermedades infecciosas
Dormir bien ayuda a reforzar nuestro sistema inmune, por lo que si no descansamos el tiempo adecuado, tenemos mayor riesgo de padecer enfermedades, sobre todo infecciosas.
Problemas cardiovasculares
Nuestro mecanismo interno se altera y provoca problemas cardiovasculares y enfermedades endocrinológicas.
El doctor Diego García Borreguero, director del Instituto del Sueño, explica que esto se debe porque al dormir disminuye la tensión arterial, por lo que si no descansamos, ésta se mantiene elevada ocasionando problemas cerebrovasculares.
Aumentan los resfriados
Científicos de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Estados Unidos, indican que dormir menos de seis horas, aumenta 4,2 veces el riesgo de sufrir refriados.
Aumenta de peso
No dormir bien provoca que subamos de peso porque en el cuerpo aumenta la resistencia a la insulina, lo que ocasiona tener kilos de más.
“Además si vamos cortos de sueño tendemos a comer peor y alimentos que engordan más, sobretodo hidratos de carbono y azúcares”, explica el doctor Albares.
Se disminuye tu productividad
“Uno de los efectos fundamentales de la disminución de horas de sueño nocturno es la pérdida de capacidad cognitiva”, dice García Borreguero.
No tienes control de tus emociones
Un estudio de la Universidad de California en Berkeley y la Escuela Médica de Harvard, afirma que no dormir bien, nos causa emociones más extremas y por tanto, conflictos sociales.
Al no descansar bien, las regiones emocionales del cerebro, están 60% más activas, por lo que solemos estar agresivos o tendemos a discutir más.
Acelera el envejecimiento
El sueño ayuda a que la piel se repare e hidrate, además de que tiene gran influencia en los procesos cerebrales.
“La falta de sueño, si se produce de manera crónica, produce un envejecimiento precoz de algunas funciones cerebrales. También produce un aumento del riesgo de padecer enfermedades metabólicas, especialmente en relación al que correspondería para nuestra edad real”, dice García Borreguero.
Aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos
La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, indica que una de las consecuencias más graves de no descansar bien son los accidentes automovilísticos.
Se estima que uno de cada seis accidentes mortales, y uno de cada ocho que requiere hospitalización, se deben a esta causa.
Acorta la vida
El incremento de las enfermedades ya mencionadas, quita años y reduce la calidad de vida.
“Las personas que duermen pocas horas tienen una esperanza de vida menor. Este hecho se ha demostrado en numerosos estudios epidemiológicos a lo largo de los últimos años”, concluye García Borreguero.
(Con información de El País)