Main logo

Trastrono bipolar en niños y adolescentes

Es importante no saltar a conclusiones si el menor presenta irritabilidad persistente o un temperamento explosivo.

Escrito en MENTE SANA el

Aunque el trastorno bipolar se desarrolla con mayor frecuencia en adolescentes mayores y adultos jóvenes, también puede aparecer en niños de hasta 6 años. Se trata de un diagnóstico que es controversial, pues algunos especialistas mencionan que se trata de algo muy raro que está siendo sobre diagnosticado y otros creen todo lo contrario, por lo que no se sabe a ciencia cierta qué tan frecuente es.

Es importante no saltar a conclusiones si el menor presenta irritabilidad persistente o un temperamento explosivo y se recomienda buscar una segunda opinión antes de iniciar cualquier tratamiento.

Actualmente existe otro diagnóstico que se llama “Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (DMDD)” que también se ha establecido para describir a los menores de 6 a 18 años que tienen arrebatos de mal genio e irritabilidad severa y persistente que no cumplen con las definiciones convencionales de un trastorno bipolar per se.

Una de las diferencias que más resaltan es que el trastorno bipolar en los niños tiene ciclos mucho más rápidos. Si bien los períodos depresivos y maníacos pueden estar separados por semanas, meses o años en los adultos, en los niños pueden ocurrir en un solo día.

Para ayudar a los menores se recomienda seguir el plan de medicación (una vez que se obtengan las opiniones y revisiones de los expertos), monitorear los efectos adversos, hablar con los maestros del pequeño, mantener una rutina, considerar terapia familiar y tomarse las amenazas de suicidio en serio.

Al hablar del trastorno bipolar en adolescentes, sus síntomas y formas de tratamientos se parecerán más a los de los adultos. Para ayudar a los jóvenes con este trastorno, se recomienda hablarles con franqueza sobre las opciones de tratamiento, no desarrollar un enfrentamiento con ellos, procurar que eviten el alcohol o las drogas, ayudarles a mantener rutinas de sueño y averiguar maneras de aliviarlos del estrés o la ansiedad.