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“Sin contacto social, la pandemia está cambiando nuestros cerebros”

El tema del cerebro y la salud mental es muy amplio, pues no solamente se trata de pensar en las enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Escrito en MENTE SANA el

El cerebro, órgano principal del Sistema Nervioso Central (SNC), se ubica dentro del cráneo, sumergido en el líquido cefalorraquídeo que lo protege. Aunque tiene un peso promedio de entre 1.3 y 1.5 kilogramos, es un órgano complejo, quizá el más importante del cuerpo humano.

Así caracterizan los expertos al cerebro humano. Este órgano es responsable de la inteligencia, la interpretación de los sentidos, el control del comportamiento, el aprendizaje y el inicio de los movimientos corporales. También controla otras funciones en el cuerpo sin que tengamos que pensar en ello, como la respiración y el ritmo cardíaco.

En ese sentido, impulsado por la Federación Mundial de Neurología, cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro que tiene como objetivo crear conciencia acerca de las enfermedades neurológicas y salud de este órgano vital, pues como refiere la Sociedad Española de Neurología (SEN), en total hay más de 600 enfermedades de origen neurológico que se originan en el sistema nervioso que está compuesto por médula espinal, nervios y cerebro.

“Sin contacto social, la pandemia está cambiando nuestros cerebros”

En entrevista con SuMédico, la doctora Karen Mejía Martínez del Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (CISNE), afirma que el cerebro es este órgano o estructura en dónde reside la mente; es lo que nos permite ser y tener una identidad diferente a otros, para poder tener interacciones con el medio, tener memoria, recuerdos, enamorarse, vivir un duelo, concentrarse, imaginar y pensar. 

“Digamos si pusiera una analogía es dónde reside nuestro sistema operativo, como en una computadora".

En su opinión, el tema del cerebro y la salud mental es muy amplio, pues no solamente se trata de pensar en las enfermedades neurológicas y psiquiátricas sino en otro tipo de enfermedades, igualmente importantes de las que se podrían sospechar otras cosas.

La especialista en psiquiatría resalta que actualmente el diagnóstico de enfermedades neurológicas y mentales continúa siendo un tema complicado del cual hay mucho por descubrir. Y ejemplifica con el caso de una paciente que llegó a su consultorio por un aparente problema de depresión.

"Cuando se hacen otros estudios se encuentra que tenía 30 de frecuencia cardiaca, tenía además temperatura de 33 grados. Con más pruebas, encontramos que la señora tenía un tumor cerebral en el diencéfalo, una región del cerebro que se encarga de la regulación cardiaca y la temperatura".

Con la experiencia anterior, la doctora Mejía no solamente trata de ilustrar la dificultad diagnóstica, sino que también identifica que fue en ese momento que comenzó a asombrarse del gran poder que tiene el cerebro sobre los síntomas de enfermedades y la vida:

"El cerebro es una interfaz entre la realidad y nosotros mismos como humanos”.
 

15 millones en el mundo sufren accidentes cerebrovasculares

Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 15 millones de personas en todo el mundo sufren un accidente cerebrovascular; cerca de 6 millones mueren; 5 millones quedan permanentemente discapacitados. Además de lo anterior, cada seis segundos un golpe mata a alguien.

“El cerebro es resultado de la evolución de millones de años a partir de una “versión más simple”. Los nemátodos, moscas de la fruta, pez cebra, salamandras, ratones y monos poseen similitudes fundamentales con el sistema nervioso del ser humano. El cerebro es impresionante y aunque los desarrollos tecnológicos modernos han ayudado a recolectar una enorme cantidad de datos, mucho permanece en el misterio”, indica información publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sin contacto social, la pandemia está cambiando nuestros cerebros

La especialista invita a reconocer que, como otros órganos, el cerebro se debe cuidar y aunque suena muy "vago", podemos mejorar la salud del cerebro por medio de la interacción social “pues el confinamiento resulta muy dañino para este órgano.

"Sin contacto social, la pandemia está cambiando nuestros cerebros”.
 

Ante la pérdida de contacto social como resultado de la pandemia, la especialista recomienda buscar hacer más llamadas telefónicas, contactar con un conocido vía remota al menos una vez a la semana, con los amigos, pero no con la familia.

"Contactar a la familia no es tan eficaz pues a ese contacto ya estamos acostumbrados, nuestro cerebro lo identifica, aunque es necesario incluir el contacto social con los medios que se puedan.

"Si sales a caminar que se vea a personas desde lejos y si ya se está permitiendo el desconfinamiento en algunas regiones es importante tener contacto gradual; ir poco a poco contactando con amistades para que progresivamente se evite la depresión y la ansiedad pues ahora hasta nuestras formas de saludar han cambiado y esos detalles son los que deben cambiar y afectan la salud mental".

¿Qué se puede hacer para cuidar la salud del cerebro?

Mejía Martínez también explica que si tuviera que escoger las 5 recomendaciones para cuidar el cerebro serían las siguientes:

1. Cuidar el sueño

2. Actividad física

3. Contacto social

4. Evitar sustancias ilegales

5. Moderar consumo de alcohol.

Enfatiza que además del contacto social se requiere de una buena alimentación, ejercicio y la inclusión de otros hábitos imprescindibles como la moderación en el consumo de alcohol y evitar el tabaco; “si vas a beber que no sean más de cuatro copas por ocasión, así es como podemos hacerlo. Otro punto a considerar es la higiene del sueño, pues el tiempo que estamos expuestos a pantallas de celulares o computadoras que son más brillantes que el sol, el ciclo circadiano es afectado".

La doctora enfatiza la importancia de tener un buen descanso. 

"Lo que realmente afecta al cerebro es interrumpir tanto nuestro sueño, por ejemplo, dormirnos sin uso de aparatos electrónicos, por eso se pide que se dejen las pantallas al menos dos horas antes de dormir y utilizar la cama para dormir y el sexo únicamente; así, cuando el cerebro vea cama se preparará para dormir y también sugiero levantarse diariamente a la misma hora, aunque sea fin de semana".
 


Con estas recomendaciones se reduce el riesgo, pero no se hace inexistente, y también advierte que con la pandemia el consumo de "productos milagro" o "remedios para la depresión", que generalmente incluyen sustancias ilegales, va en aumento:

"Tenemos el ejemplo de la llamada hierba del sapo o la ayahuasca que la gente busca para lograr bienestar emocional o psíquico, pero a muchos pacientes les causa problemas graves y aunque se está abriendo cada vez más la investigación de algunas sustancias, el tema aun no gana terreno sólido; no se tiene todavía la verdad absoluta. Tampoco en esas famosas gotitas de CBD que se quieren usar para todo pero que ni siquiera se sabe qué canabinoides tienen porque hay muchísimos".

La especialista refiere que, si en algún momento notamos que no nos sentimos mejor con una "tristeza", ahí es cuando se debe consultar con un especialista pues la salud del cerebro puede estar en peligro.

"El marco de tiempo que se le da chance a la tristeza es de dos semanas, pero si continúa la mayor parte del día por más de dos semanas, es necesario consultar con un especialista. Con la ansiedad, hay que identificar cuando no se puede dormir, cuando no se puede dejar de pensar en todos los pendientes y problemas; pensemos en el peor escenario: le puedes decir a las personas lo más positivo, pero no pasa nada, por eso entre más rápido se traten los síntomas hay mejor pronóstico y desparecen las molestias".
 

Estigma; ¿enfermedades del cerebro impiden que las parejas se casen?

Por otro lado, otro punto importante para la doctora Mejía Martínez es el estigma alrededor de las enfermedades que pueden afectar al cerebro

"Hay un gran estigma de los pacientes con enfermedades neurológicas porque en el caso de la epilepsia se trata de explicar aún como algo contagioso o algo del demonio y entonces lo más duro es que la gente integra esos prejuicios y cosas negativas como parte de su identidad. Entonces Juan no es Juan, es el epiléptico. Incluso hubo por ahí de los 70 en Estados Unidos, lugares dónde no podían ni siquiera casarse las personas con enfermedades del cerebro; por ello, al final cuando a las personas se les diagnostica un trastorno mental los especialistas encontramos un intento de los pacientes para negociar que sea otra cosa; que se haga un diagnóstico distinto".

¿Golpes en la cabeza?

Aunque el panorama de salud del cerebro apunta a enfermedades específicas, la doctora también advierte que los traumatismos craneoencefálicos pueden tener efectos muy importantes. 

"Esta encefalopatía traumática que es lo que muchas veces sufren los jugadores de fútbol americano, como en el documental de Aaron Hernandez en Netflix dónde tuvo este padecimiento desde los 14 años lo cual modificó su cerebro, su vida y su personalidad, no se considera y también hay que cuidarse mucho de estos traumatismos porque, aunque no siempre se pueden evitar es mejor tener cuidado con deportes de contacto”.