La rueda de las emociones es un método de clasificación de emociones, que busca hacer más fácil el proceso de identificar aquello que experimentamos tras una situación o un evento en concreto, y con ello ayudarnos también a entender estos procesos tan complejos.
La rueda de las emociones de Robert Plutchik
Robert Plutchik, profesor y psicólogo estadounidense, diseñó una herramienta cuya finalidad es ayudar a identificar y entender nuestras emociones, desde las más básicas hasta las más complejas.
Esta herramienta fue diseñada en forma de rueda, donde se clasifican las emociones dependiendo de su intensidad y de la combinación o fusión con otras, por lo que encontraremos emociones básicas y emociones “secundarias” o complejas.
Las emociones básicas son ocho, y estas están ubicadas de tal manera que su opuesto quede frente a ellas dentro de la rueda de las emociones:
- Alegría.
- Tristeza.
- Confianza.
- Disgusto.
- Miedo.
- Ira.
- Sorpresa.
- Anticipación.
(foto: freepik)
Pero no hay solo ocho emociones
Si bien Plutchik considera de forma básica 8 emociones, estas son solo una especie de punto de partida y posteriormente podrán dar pie a otras, que pueden ser resultado de la intensidad con que se sientan, o podrían ser producto de alguna mezcla.
Cuando las emociones básicas se mezclan, explica el psicólogo, pueden dar lugar a otras emociones, que pueden ser:
- La felicidad y la confianza, darán lugar al amor.
- La confianza y el miedo, resultará en sumisión.
- El miedo y la sorpresa, será un sentimiento de alarma o susto.
- La decepción resultará de la combinación de la sorpresa y la tristeza.
- De la tristeza, en combinación con el disgusto o la aversión, resultará el remordimiento.
- Cuando el disgusto se combina con la ira, tendremos como resultado el desprecio.
- La ira y la anticipación pueden resultar en agresividad.
- Pero si la anticipación se mezcla con la serenidad (que es parte de la alegría), obtendremos el optimismo.
(foto: freepik)
¿Cómo utilizar la rueda de las emociones?
Los expertos consideran que no existe una forma única o "correcta" para utilizar esta rueda de las emociones, ya que en realidad el uso puede depender de cada situación y de cada persona.
Sin embargo, existen 3 pasos que puedes seguir para que la rueda de las emociones sea una herramienta funcional y muy útil para tu bienestar emocional, pues no solo te ayudarán a comprender qué es eso que estás experimentando, también podría ser de apoyo a la hora de solucionarlo.
1. Localiza la emoción que sientes.
La rueda de las emociones es la forma más sencilla para poder localizar una emoción, incluso si a primera cuenta no sabes cómo explicarla, identificarla o nombrarla.
Puedes utilizar esta herramienta para buscar un aproximado que defina más o menos el estado emocional en que te encuentras, y de ahí continuar perfeccionando la búsqueda hasta dar con la etiqueta más adecuada.
Este proceso te podrá ayudar a entender mejor lo que sea que estás sintiendo, para posteriormente poder solucionarlo.
Para lograr identificar tus emociones, recuerda que estas pueden darse en menor o mayor intensidad, y que en realidad también llegan a haber combinaciones, por lo que es necesario que prestes atención a todos los elementos:
- Las zonas internas, donde se ubican las emociones de mayor intensidad.
- Las zonas medias, que son las emociones básicas.
- Las zonas externas, que son emociones de baja intensidad.
- Los espacios entre las zonas externas, que es donde se ubican las emociones combinadas y complejas.
2. Analiza las posibles causas.
Una vez que tengas una idea de qué emoción estás experimentando, puedes utilizar esta información como una manera de analizar y entender con más detalle qué es lo que está pasando y qué pudo detonar dicha emoción.
Ninguna emoción surge de la nada, y son resultado de una parte de algún proceso que se haya llegado a vivir o experimentar.
3. Actúa.
Si ya entendiste qué estás sintiendo y por qué sucede, lo mejor que puedes hacer es aplicar estrategias que estén orientadas a solucionar esa situación.
Si es algo que ya ha sucedido y que no puedes cambiar, lo ideal es que lo que hagas esté orientado a calmar tus emociones, como expresar lo que sientes o desahogarte.
(Con información de: IPSIA Psicología, Berkeley Well-Being Institute, Health Line.)