El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta a 1 de cada 160 niños según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta condición representa problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos.
El diagnóstico del TEA puede ser difícil de hacer porque a diferencia de otros padecimientos del neurodesarrollo, como el síndrome de Down, no existen pruebas médicas que lo detecten, lo que deja a muchos niños y niñas sin diagnóstico o con uno tardío, sin la posibilidad de tener una atención temprana.
Pero ahora un nuevo estudio de la Universidad de Harvard encontró señales en el ultrasonido fetal que pueden dar indicación del trastorno antes del nacimiento, lo que supone un paso hacia obtener diagnósticos tempranos y mejor atención en los niños que padecen del TEA.
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El Trastorno del Espectro Autista sería diagnosticado con ultrasonido fetal
El doctor Alpen Ortug, investigador en radiología de la Facultad de Medicina de Harvard, examinó y analizó las resonancias magnéticas cerebrales fetales realizadas en el Hospital Infantil de Boston y encontró diferencias en la estructura del cerebro de los niños que posteriormente fueron diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La doctora Carissa J. Cascio, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, explica que el TEA se define por comportamientos sociales que no son medibles en los bebés aunque las investigaciones muestran que los bebés que llegarán a tener autismo ya tienen cerebros diferentes. Por lo que el estudio de Harvard es importante porque logra identificar algunos de esos cambios cerebrales antes del nacimiento.
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Un acercamiento al cerebro de las personas con TEA
El equipo de investigación analizó 39 escáneres cerebrales por resonancia magnética de fetos de unas 25 semanas de gestación. A nueve de los niños se les diagnosticó formalmente el TEA más adelante. Además, 10 niños presentaban otras condiciones de salud observadas en niños con TEA, aunque no se les diagnosticó formalmente el TEA.
Los cambios encontrados en el cerebro fueron en una región del órgano que es importante para las funciones sensoriales y emocionales. Los investigadores descubrieron que el lóbulo insular del cerebro era significativamente mayor en los niños que tenían TEA. La corteza insular es una región profunda del cerebro responsable del control motor, el procesamiento sensorial y el comportamiento social.
"Lo que es notable es que con este enfoque exploratorio e imparcial, la ínsula era significativamente más grande en los sujetos con TEA en comparación con todos los demás grupos de control'''', explicó Alpen Ortug.
https://www.sumedico.com/trivias/el-autismo-y-el-asperger-son-lo-mismo/346892
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Con información de: Healthline