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El ciberacoso: mayor responsable de suicidios en pre-adolescentes

En México, el INEGI reportó en 2005 que 35.82% de niños de primaria y secundaria habían sufrido de acoso online o ciberacoso

Escrito en MENTE SANA el

Las redes sociales y los aparatos electrónicos son útiles para comunicarnos, pero también abren la puerta a otras situaciones no tan gratas, como el ciberacoso, un problema cada vez más frecuente y sonado, principalmente en jóvenes.

Al mismo tiempo que el cyberbullying se vuelve más común, también lo hacen los suicidios en adolescentes y niños, por lo que los investigadores y expertos en salud dirigen sus estudios para encontrar la relación entre estas dos situaciones y ofrecer opciones que puedan evitarlas.

(foto: freepik)

¿Qué es el ciberacoso?

El ciberacoso (también llamado cyberbullying), se trata de una forma de intimidación o acoso por medio de medios y tecnologías digitales. La UNICEF indica que el ciberacoso puede darse “en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles”.

Al igual que el bullying y el acoso fuera de línea, se trata de una tendencia de comportamiento cuya intención es molestar, atemorizar, humillar y hacer enojar a otras personas, que además es repetitivo.

El INEGI reportó que para 2019, en México, el 23.9% de la población de 12 años en adelante que tenía acceso a internet, fue víctima de ciberacoso; de estas personas, las mujeres recibieron hasta un 40% de acoso de tipo sexual (insinuaciones o propuestas), y los hombres fueron víctimas de mensajes ofensivos en un 33%.

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), de México, indica que hay al menos 8 tipos de acoso cibernético que pueden identificarse:

  • Insultos: Son mensajes o comentarios ofensivos que son realizados por un usuario o varios hacia otro individuo. 
  • Hostigamiento: Los mensajes o comentarios ofensivos son constantes y repetitivos, teniendo como objetivo herir o molestar a una persona en concreto.
  • Denigración: Sucede cuando se difunde información falsa o despectiva de alguna persona con tal de denigrarla y dañar su imagen.
  • Suplantación: El acosador se hace pasar por la víctima, robando su identidad, y publicando o realizando actividades agresivas u ofensivas hacia terceros. Intenta que la persona suplantada quede mal ante terceros.
  • Sonsacamiento: Información (como fotos, mensajes, vídeos) que fueron enviados de manera privada, son expuestos y revelados de forma pública o con otras personas sin el permiso de la víctima.
  • Exclusión: Consiste en hacer lo necesario para que la víctima no participe dentro de actividades en linea.
  • Ciberpersecución: Es un hostigamiento reiterado, pero amenazante, por medio de mensajería.
  • "Happy slapping”: Una agresión física es grabada y posteriormente publicada en algún sitio web para hacerlo público y difundirlo.

La UNICEF agrega que el ciberacoso también implica el difundir mentiras, publicar fotografías o vídeos vergonzosos; el envío de mensajes, imágenes o vídeos hirientes, abusivos o amenazantes; así como hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos.

(foto: freepik)

El ciberacoso: causa de suicidio en adolescentes

Un estudio publicado recientemente en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA), encontró que los preadolescentes que experimentaron cyberbullying en algún punto, tenían mayores probabilidades de desarrollar comportamientos suicidas (ideas o intentos de suicidio)

El estudio contó con el análisis de 10,414 pre-adolescentes de entre 10 y 13 años de edad que habían estado bajo seguimiento en el estudio ABCD, y que habían sufrido o perpetuado cyberbullying

Se analizaron también variaciones individuales para evaluar si existía un riesgo de base en el entorno y ambiente del niño, y si existían factores que pudiesen actuar como protectores o perjudiciales entorno al suicidio o para desarrollar enfermedades psiquiátricas, y cómo interactuaban con las experiencias de ciberacoso.

Los encargados de la investigación concluyeron que sufrir ciberacoso (pero no realizarlo) estaba asociado a desarrollar una tendencia suicida en los menores, con o sin la presencia de otros factores (como problemas familiares, discriminación, bullying escolar, y eventos negativos en su vida).

De este modo, los expertos indicaron que el ciberacoso es en sí mismo un factor de riesgo significativo para suicidio, incluso por encima del acoso fuera de línea.

Además, los autores dijeron que estos resultados significan que identificar experiencias de ciberacoso podría ayudar a realizar detecciones e intervenciones tempranas que contribuyan a disminuir los suicidios en adolescentes y poder mejorar las campañas de prevención.

(foto: freepik)

¿Qué señales alertan del suicidio en adolescentes?

La Academia Americana de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AACAP), dice que el suicidio en adolescentes ha ido en aumento, por lo que es muy importante que los padres estén alerta de posibles señales.

También agrega que existen muchos factores estresantes y preocupantes que pueden crear dudas, estrés y depresión en los adolescentes, por lo que llega un punto en el que suicidio aparenta ser la única salida. 

Para prevenir el suicidio en adolescentes, los padres o cuidadores deben estar al pendiente de las señales de este problema, que en muchos casos son similares a los de la depresión. Algunas señales que podrían alertar de una tendencia suicida son:

  • Retraimiento social o de sus actividades habituales (se aíslan de sus amigos, de su familia y dejan de hacer actividades que antes disfrutaban).
  • Actitudes violentas, rebeldía o escapes de casa.
  • Cambios en la alimentación y el descanso (excesivo o muy poco).
  • Consumo de alcohol y/o sustancias.
  • Cambios muy marcados en su personalidad.
  • Baja autoestima o sentimientos de culpa (como sentirse mala persona).
  • Descuido de la apariencia personal.
  • Fatiga, dolores de cabeza, malestares estomacales.
  • ”Ordenar” sus asuntos, en un nivel poco normal, como obsequiar o tirar sus objetos favoritos.
  • Estar demasiado contentos después de un episodio depresivo.
  • Síntomas de psicosis (alucinaciones o pensamientos extraños).
  • Indirectas (como “no seguiré siendo un problema”, o “no te veré otra vez”), pero también comentarios directos como “yo me quiero matar”.

En caso de detectar alguna de estas señales, lo ideal es hablar con el joven para informarle de la preocupación, hacerle sentir que tiene apoyo y que alguien se preocupa por él; buscar ayuda profesional también es necesario, ya que así es más fácil que estos jóvenes se recuperen.

(Con información de: UNICEF, Journal of American Medical Association, American Academy of Childrend & Adolescent Psychiatry, INEGI, Blog CONAVIM.)