El estallido de problemas de salud mental derivado del confinamiento, la enfermedad, las muertes y el miedo al contagio, provoca una sindemia, término utilizado para referirse a la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo tiempo y lugar, explica la doctora María Medina-Mora, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM durante su participación en el Foro SuMédico “¿Miedo? ¿depresión? ¿ansiedad? ¿Qué nos dejó la pandemia?”
A raíz de la pandemia, la salud mental deja de convertirse en problema de unos cuantos o un secreto a voces y pasa a ser una cuestión cotidiana de cada persona, porque todos perdimos algo o a alguien en esos últimos dos años.
Todos sufrimos un duelo por alguien que murió, todos estuvimos aislados, todos dejamos de hacer y vivir lo que era nuestra rutina diaria antes del covid-19. “Ahora se habla mucho más de la enfermedad mental”, afirma la doctora María Medina-Mora.
Covid-19 y problemas de salud mental, una sindemia que persiste en México
Aunque la razón sea lamentable, que el covid-19 haya popularizado la salud mental se convierte en una gran oportunidad para trabajar en contra del estigma que las enfermedades mentales han cargado durante años, expresa Medina-Mora.
La estigmatización es un problema que aqueja frecuentemente a las personas que batallan con algún problema de salud mental. Esto provoca que la gente sea rechazada y tenga vergüenza de decir lo que siente y al mismo tiempo ellas mismas se auto estigmatizan, lo que termina por alejar del tratamiento a las personas. “Es un círculo vicioso”, dice.
(Foto: Unsplash)
La pandemia nos quitó pero también nos trajo nuevas oportunidades
La directora de la Facultad de Psicología de la UNAM vislumbra un escenario equilibrado entre el impacto del covid-19 en la salud mental y las nuevas oportunidades que se pueden dar en materia de salud, desarrollo social, educación y laboral.
Además del impacto del covid-19 a nivel sanitario, el confinamiento provocó no solo aislamiento sino también mucha tensión durante la convivencia. Muchas personas sufrieron abuso de todo tipo sin la posibilidad de contar con una red de apoyo fuera de casa que les pudiera ayudar.
Las consecuencias de la pandemia en la salud mental de los mexicanos trajo un incremento en primer lugar de estrés, en segundo trastornos de ansiedad, trastornos de depresión y el suicido. Desafortunadamente todavía no se tiene una encuesta con cifras exactas sobre la incidencia de estos problemas de salud mental en nuestra población, dice la doctora.
¿Quiénes fueron los más afectados por la pandemia?
Asimismo se dificultó y continúa siendo difícil obtener acceso a tratamientos médicos. En este sentido, el personal de salud también fue un grupo poco mencionado pero con muchos estragos de salud mental a causa de la carga física y emocional que tuvieron que aguantar en este tiempo. La doctora indica que México es uno de los países que tiene más muertes en el mundo en el personal sanitario.
Otro de los grupos más afectados fueron las mujeres, quienes experimentaron una sobrecarga de trabajo en tanto que fueron responsables no solo de su profesión, sino también del hogar, los hijos y su educación y la atención a familiares enfermos. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció esto pero no recomendó ninguna medida”, expresó.
Otro aspecto particularmente difícil durante la pandemia fue la forma en que se vivió el duelo por los familiares fallecidos ante el coronavirus. No se permitió que se realizaran todos los rituales que las personas practican durante un periodo de duelo y que son de mucha ayuda para el proceso. “Las personas vivieron duelos complejos”, afirma.
La orfandad también marcó la pauta en la pandemia. México tiene el tercer lugar en niños que quedaron huérfanos tras perder a sus padres o cuidadores primarios por la enfermedad respiratoria. Hasta el momento no se cuenta con información completa sobre el estado actual de todos estos niños huérfanos.
¿Mejoró la atención de salud mental tras la pandemia?
En cuanto a la atención médica que los mexicanos obtienen por problemas de salud mental, antes de la pandemia era complicado y poco frecuente que se acudiera a recibir este tipo de atención, muchas veces se llegaba con trastornos ya avanzados.
Para la depresión, la media de edad cuando se buscaba atención especializada era de 14 años con el padecimiento y para los trastornos de ansiedad era de 30 años. El riesgo de no recibir atención médica temprana es que las personas no pueden alcanzar su máximo potencial y terminan por abandonar obligaciones, proyectos y oportunidades que merman su calidad de vida en el futuro.
Tras la pandemia sí se incrementaron los tratamientos pero siguió siendo muy por debajo de lo esperado. La atención de primer nivel se incrementó pero todavía falta trabajar más en esa dirección. Al respecto, la doctora Mora-Medina propone cambiar la atención en los hospitales psiquiátricos al juntarlos con los hospitales de medicina general, para que los pacientes puedan ser atendidos de forma integral.
SIGUE LEYENDO: