Un joven paciente está en el quirófano donde le van a realizar una cirugía de ligamento cruzado. Los nervios y el temor que siente son evidentes, cuando la anestesióloga se acerca, él la toma de la mano y le pide: “Por favor, no quiero sentir nada”. El equipo médico trata de darle seguridad y la medicación poco a poco hace efecto hasta que logra relajarse. Al terminar la intervención, cuando se despertó, él preguntó: “¿Ya terminamos? No sentí nada”.
Ese caso es uno de los que más recuerda la doctora Myrna Rosalba Rincón Gómez, jefe de anestesiología del Hospital de Ortopedia de la Unidad Médica de Alta Especialidad en Magdalena de las Salinas, quien en entrevista con SUMÉDICO lamenta que al anestesiólogo se le recuerda muy poco a pesar de su trabajo.
Desde pequeña, ella siempre soñó con estudiar medicina, pero su encuentro con la anestesiología fue cuando realizó el internado. “Había una doctora que siempre me jalaba hacia anestesia y me decía: ‘bueno, es que tú como mujer puedes desarrollar mucho tu potencial como anestesióloga”. Me permitió ver los procedimientos, inclusive me llegó a permitir hacer anestesia ahí con ella y me gustó muchísimo la especialidad”, relata.
La doctora del Instituto Mexicano del Seguro Social expresa que a lo largo de su carrera ha tenido que enfrentar algunos obstáculos por ser mujer, “desde que estamos en la facultad de medicina, tenemos que hablar un poco más para que nos escuchen; sin embargo, he tenido la fortuna y la fortaleza de que siempre por el camino que he ido, he tenido gente alrededor mío que me ha impulsado. Realmente sí ha sido un reto”.
Uno de los datos interesantes de la anestesiología es que es un área de la medicina en la que han ganado terreno las mujeres, por ejemplo, en la UMAE en Magdalena de las Salinas en el turno matutino sólo hay tres hombres y todas las demás especialistas son del sexo femenino.
Pero ese no es el único aspecto en el que ha avanzado la anestesiología, ya que también es una de las áreas que más se ha modernizado, explica la doctora, quien pone como ejemplo la anestesia regional, que “ha avanzado a pasos agigantados”.
Comenta que anteriormente este tipo de anestesia lo hacían prácticamente a ciegas, después llegó el neuroestimulador y actualmente lo llevan a cabo con ultrasonido, lo que brinda más seguridad a los pacientes. 
“El riesgo con la anestesia es como el de un avión”
La especialista explica que “generalmente el paciente por lo que más entra con miedo a una cirugía es por la anestesia, porque porque piensa ‘se va a pasar la anestesia’, ‘es que nos vamos a morir, ¿no?’; sin embargo, personalmente yo les digo todos los riesgos y beneficios, trato de darles seguridad”.
La doctora Rincón Gómez narra que cuando atiende a un paciente que siente temor “le pongo la comparación que la anestesia es como un avión, o sea realmente nosotros tenemos 1% en un millón de tener algún problema de tipo anestésico en el que el paciente se llegue a morir”.
El 16 de octubre se conmemora el Día del Anestesiólogo y la especialista asegura que el diálogo y el contacto con las personas es clave para ayudar a quienes van a entrar a cirugía, ya que hablar con ellos les genera confianza y les ayuda a tranquilizarse y relajarse. La interacción no termina ahí, ya que el anestesiólogo continúa al pendiente del paciente y lo visita a las 24, 48 y 72 horas.
“Al anestesiólogo se le recuerda muy poco a veces. Generalmente, cuando nos presentamos como anestesiólogos nos preguntan cuánto va a durar la cirugía, no algo relacionado con la anestesia, entonces yo creo que también es parte de nosotros como médicos anestesiólogos hacer que el paciente nos recuerde”, enfatiza la especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Tras 14 años de trabajar en el IMSS y nueve en la UMAE en Magdalena de las Salinas, la doctora Rincón Gómez destaca que se siente muy orgullosa de haber estudiado una especialidad que abarca tantas áreas como ortopedia, cirugía general, neurocirugía, cardiocirugía y terapia intensiva. Por eso afirma que lo que más le gusta de su labor es “la anestesia, disfruto mucho estar en quirófano, es algo que no cambiaría por nada”.