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Prueba predice si un bebé tendrá autismo

Se puede saber desde los seis meses de vida, si el bebé padecerá el trastorno

Escrito en FAMILIA el
El autismo generalmente se detecta al cumplir el segundo año de vida; sin embargo, una nueva prueba puede ayudar a predecir desde los seis meses, si un niño puede padecerlo.

“Por lo general, la edad más temprana a la que somos capaces de diagnosticar el autismo es a los dos años, cuando los síntomas del comportamiento son aparentes. Sin embargo, y dada las disparidades en el acceso a la atención, la edad promedio del diagnóstico del autismo en Estados Unidos se establece en los cuatro años. Pero en nuestro estudio hemos sido capaces de identificar a los bebés que posteriormente serán diagnosticados de autismo con el uso de biomarcadores a las edades de seis y 12 meses”, explica Annette Estes, co-autora de la investigación.

Aproximadamente uno de cada 100 recién nacidos, sufre trastorno del espectro autista (TEA), especialmente los varones. Con la nueva prueba, los padres podrán saber tempranamente si su hijo tiene riesgo de padecerlo.

¿Cómo se realiza la prueba?


La prueba puede realizar para los recién nacidos cuyos hermanos mayores tienen autismo, pues tienen hasta un 20% de también desarrollarlo.

Para saber si un bebé está en riesgo, los investigadores utilizaron pruebas de imagen para analizar los cerebros de 148 niños a quienes dividieron en tres grupos: 15 niños con alto riesgo familiar, es decir, con hermanos mayores que fueron diagnosticados a los dos años; 91 menores con hermanos con autismo pero que fue detectado después de los dos años; y 42 niños con bajo riesgo familiar.

A todos se les realizaron escáneres cerebrales mientras dormían a los 6, 12 y 24 meses de edad, además de que evaluaron sus hábitos de comportamiento de forma periódica hasta que cumplieron dos años.

Los niños del primer grupo, tuvieron una hiperexpansión del área de la superficie del cerebro entre su sexto y duodécimo mes de edad. Asimismo, la tasa de incremento del área de la superficie cerebral en el primer año de vida, se asociaba directamente con un aumento de la tasa de volumen cerebral durante el segundo año.

Este aumento es muy importante porque se relaciona con los déficits del comportamiento del autismo a los dos años de vida.

Posteriormente, los investigadores diseñaron un programa informático en donde se recopilaron todos los datos del estudio y realizaron la prueba a los niños. Como resultado se encontró que el 80%de los diagnosticados a los dos años, ya contaban con las características cerebrales del trastorno a los 6 y 12 meses.

Intervención oportuna


Gracias a esto, los médicos podrán tratar del trastorno en etapas muy tempranas.

“Nuestra esperanza es que una intervención precoz, esto es, antes de la edad de dos años, pueda cambiar el curso clínico de aquellos niños con un desarrollo cerebral anómalo y ayudarles a adquirir capacidades que de otra manera serían muy difíciles de lograr”, indica Stephen Dager, director de la investigación.

En este sentido, Annette Estes, afirma que se evitarán las brechas para convivir normalmente con otros niños.

“Cuando el trastorno es diagnosticado entre los 2 y los 4 años de edad, los niños afectados suelen encontrarse por detrás de sus homónimos en términos de habilidades sociales, comunicación y lenguaje. Y una vez se han perdido estas características esenciales del desarrollo, el equipararse con sus compañeros supone un gran esfuerzo para muchos niños con autismo. Una tarea que, además, puede resultar casi imposible en algunos casos”, concluye.

(Con información de ABC)