En este momento de la pandemia, ante la crisis por el incremento de casos de covid en todo el mundo y las campañas de vacunación, el gobierno de Japón, en uno más de sus esfuerzos por controlar el brote de coronavirus y evitar que la burbuja olímpica estalle durante los últimos días, apostarán por una nueva táctica: la vergüenza pública.
Muestra de lo anterior es que el Ministerio de Salud de Japón ha dado a conocer los nombres de tres personas que infringieron las reglas de covid-19 después de regresar del extranjero como detalla una publicación en The New York Times (NYT):
“Un comunicado oficial dijo que las tres personas, dos ciudadanos japoneses de unos 20 años que regresaron de Corea del Sur y un tercero que regresó de Hawai, claramente habían actuado para evitar el contacto con las autoridades”.
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Japón intenta una nueva táctica a medida que surge el virus: la vergüenza pública
Si bien todos dieron negativo para el virus en el aeropuerto, posteriormente no informaron sobre su estado de salud y no respondieron a las aplicaciones de monitoreo de ubicación ni a las videollamadas de las autoridades sanitarias, como lo exigen los protocolos covid-19 de Japón:
“El gobierno japonés había dicho en mayo que unas 100 personas al día incumplían las reglas de control fronterizo y señaló que pronto comenzaría a revelar los nombres de los infractores”.
¿Vergüenza pública? Según información de Google Arts & Culture, la vergüenza pública era una pena muy frecuente en la Edad Media:
“Aunque la no imprime en el cuerpo la nota indeleble que la marca, está sujeta a graves inconvenientes, pues lejos de ser útil puede resultar muy perniciosa, causar un daño mayor que el que causó el delito, que es hacer perder la vergüenza al que la sufre y ponerle, por consiguiente, en estado de que se haga peor en lugar de enmendarse”.
La información de Google también refiere que aunque en sus detalles la pena de vergüenza pública ofrecía graves inconvenientes, particularmente para las buenas costumbres, no podía desconocerse que debía producir un gran efecto moral.
Por otro lado, respecto a Tokio 2020, el gobierno japonés ha sostenido que albergar los Juegos Olímpicos dentro de una burbuja estrictamente controlada (pocos espectadores, sin contacto entre los atletas y el público) no corría el riesgo de empeorar el brote.
Además, NYT también señala que aunque ha habido relativamente pocas infecciones dentro de los Juegos, unas 300, hasta el martes, algunos japoneses dicen que ver los Juegos Olímpicos celebrados en Tokio los ha animado a relajarse contra el virus:
“Sin embargo, el brote ha empeorado. El martes, las autoridades dijeron que habían registrado más de 8,300 casos diarios en todo el país, una ligera caída con respecto a los registros del fin de semana de más de 10 mil. Tokio notificó 3, 709 casos, también un poco menos que los días anteriores”.
Así, en una señal de que el sistema de salud está cada vez más abrumado, el gobierno dijo el lunes que hospitalizaría solo a aquellos con casos graves de covid-19, para evitar aumentar la presión en los hospitales:
“Aseguraremos las camas necesarias para los pacientes gravemente enfermos y los que corren el riesgo de estarlo”.
Al respecto, la ministra de salud, Norihisa Tamura, dijo a los periodistas el martes que el cambio le daría al sistema de salud "margen de maniobra" para garantizar que haya camas disponibles para las personas que enfrentan enfermedades graves o la muerte:
“Los problemas surgen cuando la velocidad de la infección es rápida”, dijo. "Necesitamos responder para brindar asistencia rápidamente".
Sumado a la crisis de salud que se experimenta en Japón el líder del partido de oposición más grande, Yukio Edano dijo que el anuncio del gobierno equivale a un reconocimiento de que el sistema de salud no puede atender a la mayoría de los pacientes:
“Vuelvo a sentirme muy enojado porque la gestión de crisis del gobierno no es en absoluto eficiente”, dijo Edano. "'Tratar en casa' es solo una frase, pero en realidad significa 'abandonar en casa'".
“Efecto olímpico” y repunte de casos covid
El repunte de casos covid se atribuye principalmente a la propagación de las nuevas y más contagiosas variantes del virus, como la Delta, que afecta sobre todo a personas menores de 60 años, quienes tienen menores tasas de vacunación.
Sin embargo, los contagios muestran una clara tendencia al alza en la capital desde inicios de julio, y se han acelerado conforme se acercaba la fecha de inauguración de los Juegos Olímpicos, a pesar de que el Gobierno decidió aplicar un nuevo estado de emergencia sanitaria.
De acuerdo con EFE, las autoridades niponas afirman que el auge de los casos covid no tiene una vinculación directa con los Juegos, que se desarrollan sin espectadores y en un formato burbuja que implica fuertes restricciones de movimientos para todos los participantes para evitar que tengan contacto con la población local.
Algunos expertos hablan de un “efecto olímpico” que haría que los ciudadanos salgan más de casa y se reúnan con familiares y amigos para ver las competiciones.
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Finalmente, tanto el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, como la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, volvieron a hacer un llamado a los ciudadanos para que eviten reunirse para ver los Juegos y los sigan únicamente desde casa por televisión.
Con información de: The New York Times y EFE