-¿Habrá una leche mejor que otra?, en realidad no, así lo dijo a SUMEDICO la nutrióloga Magdalena Cruz (*), “todo depende de los gustos y las necesidades de cada persona, y si tiene algún padecimiento como diabetes, enfermedades cardiacas o colesterol alto”.
La especialista añadió que “la leche de vaca es la que más fácil encontramos, pero si eres intolerante a la lactosa hay problemas para consumirla, en estos casos si sería mejor que optaras por una vegetal que no contenga este compuesto como puede ser la de soya o almendras” dijo.
En cuanto a los nutrientes, las aportaciones de los distintos tipos de leche no varían mucho, pero si hay diferencia de hasta 100 calorías por porción entre una y otra, así como en el contenido graso, pues mientras la leche de vaca aporta entre 150 y 170 calorías, la de soya aporta apenas unas 70 o 100, pero la de almendras llega aportar hasta más de 200 por poción.
Por el lado de las grasas, la de almendras también es la que tiene el contenido más alto, hasta 12 gramos, mientras que la de vaca aporta unos seis, y la de soya cuatro o cinco, pero la diferencia aquí es que “las grasas de la leche de vaca son animales y tardamos más en digerirlas, mientras que la de la soya y la de almendras son vegetales y no nos aportan tanto colesterol, ni nos aumentan los triglicéridos”.
Respecto a las vitaminas, la especialista señaló que las tres leches contienen vitamina A, C y B12, “algunas fortificadas contienen otros elementos como la vitamina E o el ácido fólico, pero hablando de las más naturales son las vitaminas básicas y no hay muchas variantes, pero sí podríamos decir que las leches vegetales aportan un poquito más que la de vaca”.
Asimismo señaló que los diferentes tipos de leche pueden ser útiles para contrarrestar ciertas patologías y enfermedades como la de vaca que puede ayudar a regular la acidez estomacal, “tanto que por eso algunos productos están hechos a base de leche de magnesia que tiene un PH mucho más básico que la leche natural de vaca, pero en si misma ayuda a personas con estos problemas”.
Sin embargo, “si las personas tienen intolerancia a la lactosa, es decir a los azúcares de este tipo de leche, lo mejor es restringirlo porque les causará inflamación a nivel intestinal, malestar y gases”.
Por otro lado, la leche de soya, que ha surgido en las últimas décadas como un buen sustituto de la de vaca por no contener ni tantas calorías ni grasas y no contener lactosa, ayuda a las personas que se someten a regímenes alimenticios de bajas calorías y sobre todo ayuda a una mejor digestión por su alto contenido en fibra.
La especialista señaló que la leche de soya también es recomendable para personas con diabetes porque ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, así como de colesterol y también aporta una buena cantidad de proteínas, aunque de origen vegetal.
“Encontramos que es de utilidad para niños en etapa de crecimiento por fortalecer los huesos, y por esa misma propiedad ayuda a mujeres gestantes o lactando, así como es útil para prevenir osteoporosis”.
La especialista añadió que por tener ácido fólico de manera natural también ayuda mucho a las embarazadas y en general a las mujeres en etapa reproductiva.
Por su parte la leche de almendras puede ser de gran ayuda para un niño en crecimiento por el alto contenido energético y de grasas vegetales, estar libre de lactosa y colesterol.
“Esta es una leche con un sabor dulce, y puede ser consumida sin problemas por aquellos que se han sometido a dietas veganas o que no son tolerantes a la lactosa, pero si es importante tener en cuenta el alto contenido energético y que debemos gastarlo”.
Sin embargo, nos ayudan bastante para nivelar el colesterol y bajar un poco los triglicéridos, por lo que es recomendable también para personas con enfermedades cardiovasculares“, finalizó.
(*) Magdalena Cruz Ramírez
Nutrióloga
magicruzr@yahoo.com.mx
Jueves 25 de abril de 2024