El tono “infantil” con el que los padres hablan a sus bebés, denominado por los investigadores como “dialecto mamá” o “lenguaje infantilizado”, ayuda a que los niños desarrollen el lenguaje en los primeros años.
La doctora Jenn Berman aseguró que esta forma de hablar se ha visto en culturas y países diferentes, porque a los bebés les gusta. Además, los niños que están expuestos a esta forma de hablar tienen un vocabulario más amplio, así como más precisión gramatical.
Resaltó que a diferencia del habla infantilizada, el dialecto mamá no refuerza el habla incorrecta, como decir “guaguau” o “pío pío”, ya que eso puede dar al bebé información equivocada del lenguaje; sino utilizar las palabras correctas: perro y pájaro.
De acuerdo con la experta, hay varias razones por las que se cree que el “dialecto mamá” es bueno:
- Capta la atención del niño porque el tono, inflexión y atención que lo acompañan dicen “esta conversación es para ti”.
- Al niño le resulta fácil seguir el habla de ritmo lento, porque los bebés procesan la información auditiva dos veces más despacio que los adultos.
- Revela sus emociones al hablar y le ayuda a conectar y aumentar su interés por lo que se dice.
- El timbre de voz está en el rango de frecuencia al que el bebé es más sensible.
- Las pronunciaciones exageradas ayudan al bebé a distinguir sonidos y voces (Con información de ABC).