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“Tenía periodos con dolor y coágulos; a los 42 tuve cáncer de ovario”

El 8 de mayo es Día Mundial del Cáncer de Ovario y tiene el objetivo de alertar sobre la enfermedad para tener diagnósticos oportunos

Escrito en ESPECIALIDADES el

Fernanda, de 43 años, siempre tuvo periodos menstruales dolorosos y con coágulos. No le daba mucha importancia, pues creía que se trataba de algo normal. Sus molestias comenzaron a intensificarse y tampoco le causó preocupación, simplemente se lo atribuía a la edad. Nunca pensó que podría tener un diagnóstico de cáncer de ovario.

En entrevista con SuMédico, esta paciente relata que fue diagnosticada con cáncer de ovario en febrero de 2021, específicamente con carcinoma mucinoso en el ovario izquierdo, un tumor epitelial del ovario poco frecuente.  

Relata que un año antes de su diagnóstico tuvo una cirugía, en 2020, por un tumor que ya se le presentaba en el ovario.  

(Foto: Fernanda, paciente de cáncer de ovario) 

{"field1":"“En esa ocasión se removió y salió negativo a cáncer. Sin embargo, yo seguía con molestias en el periodo, con coágulos y con mucho dolor. Siempre tuve periodos dolorosos, pero ya estaba aumentando demasiado”, detalló. ","field2":""}

Después de un año de esa primera cirugía, Fernanda relata que volvió a aparecer un tumor más grande que el anterior, y el médico indicó una cirugía, una histerectomía radical. Al hacer pruebas, resultó cancerígeno.

Entre 3 mil y 5 mil casos de cáncer de ovario al año en México

De acuerdo con la doctora Eva María Gómez García, Jefa del Departamento de Oncología Médica del Centro Oncológico Estatal del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, en México hay 4,963 casos nuevos de cáncer de ovario al año, de los cuales mueren en promedio 3,038. Se estima que hay 12 diagnósticos al día y 7 muertes.

Por su parte, cifras de Globocan del 2018 indican que en promedio hay 3,270 casos que se presentan de forma anual en el país.

Esta diferencia existe debido a que, según la experta, hay un subregistro de casos, pues muchas pacientes mueren sin recibir el diagnóstico.

Por su parte, el doctor David Isla Ortiz, cirujano oncólogo dedicado a tumores ginecológicos y jefe del Departamento de Ginecología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) destaca que a nivel mundial es la octava causa de cáncer en la mujer y en México, es la sexta causa. 

(Foto: Dr. David Isla Ortiz) 

Desafortunadamente, 3 de cada 4 mujeres con cáncer de ovario se diagnostican en etapas avanzadas, por lo que solamente entre el 40 a 50% de las mujeres tratadas por el tipo de cáncer epitelial, que es el más común, sobrevivirán cinco años.

{"field1":"“El diagnóstico tardío en cáncer de ovario es un fenómeno mundial, no solo de México”, aclara Gómez. ","field2":""}

¿Qué es el cáncer de ovario?

Los ovarios son parte del sistema reproductivo de la mujer. Las mujeres tienen dos ovarios, uno a cada lado del útero. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, cada ovario es del tamaño y forma de una almendra. Los ovarios producen y almacenan los óvulos. Durante la ovulación, un ovario libera un óvulo. Si el óvulo es fecundando por un espermatozoide, puede producir un embarazo.

Según el doctor Ortiz, también tienen una función que se denomina endocrina pues son los encargados de la producción de estrógenos, progestágenos y de ciertos andrógenos en las mujeres. También son los encargados de llevar a cabo el ciclo menstrual, en conjunto con el cerebro 

La doctora Gómez resalta que el cáncer de ovario no es igual en todas las mujeres, pues depende de la zona específica que esté afectada. El ovario tiene tres capas:  

(Foto: Pixabay) 

Epitelio. Es la capa más superficial y cuando se da un cáncer epitelial suele ser más agresivo. Es el más frecuente, representa el 85 a 90% de casos y suele presentarse después de los 45 años. El pico de casos está entre los 50 a 55 años.

Óvulos. Da lugar al cáncer germinal y suele ser el más común en las mujeres más jóvenes, de entre 10 y 30 años. Representa el 15% de casos.

Estroma. Son todos los demás tejidos del ovario, el cáncer en esta zona representa solo el 5% de los casos, en mujeres de 25 a 60 años.

Ortiz destaca que la incidencia de cáncer de ovario epitelial en forma global o a nivel mundial es de 5 por cada 100,000 mujeres. En el Instituto Nacional de Cancerología ven cada año 330 pacientes con características de tumor ovárico; de éstas 200 pacientes en promedio van a tener cáncer epitelial de ovario.

El cáncer de ovario es muy silencioso

Fernanda asegura que este tipo de cáncer es muy silencioso. “Te das cuenta hasta que las molestias son fuertes, en mi caso eran los dolores y el aumento de sangrado”, recuerda.

La paciente explica que su periodo siempre fue doloroso, pero empezó a ser más fuerte el dolor y pensaba que simplemente era por la edad, nunca pensó que podía suceder algo más, mucho menos un cáncer. “Lo dejaba pasar y solo lo controlaba con analgésicos”.

(Foto: Fernanda) 

“Cuando empeoraron las molestias fue porque ya el tumor estaba muy crecido, en ese punto ya tenía complicaciones hasta para orinar, fue ahí cuando acudí con el médico general y me mandó estudios; ahí empezó todo el diagnóstico”, agrega.

{"field1":"“Por mi experiencia, puedo decir que no hay algún síntoma claro que te haga sospechar, es muy silencioso”, dice. ","field2":""}

Síntomas se confunden y no hay un tamizaje 

El doctor Ortiz lamenta que para el cáncer de ovario actualmente no existe una forma adecuada de tamizaje como en el cáncer de cérvix, que se puede detectar de forma temprana con la citología o el Papanicolaou.

Otro problema, según el experto, es que los síntomas de cáncer de ovario se atribuyen a otro tipo de problemas, como infecciones urinarias, colitis o colon irritable.

Durante la conferencia “Un minuto para checarte o-varios”, la doctora Gómez destacó que entre los principales síntomas que pueden hacer sospechar de la enfermedad, se encuentran:

  • Aumento del volumen abdominal 
  • Estreñimiento repentino o que empeora

Al respecto, el especialista del INCan agrega que las mujeres también presentan:

  • Problemas urinarios como dificultad para orinar, ardor y dolor.
  • Síntomas digestivos, como estreñimiento crónico, sangrado en las heces o disminución del volumen de las mismas, cuadros repetitivos de colitis o de colon irritable.

(Foto: Pexels) 

“Todas las mujeres estamos en riesgo de padecerlo; sin embargo, a mayor edad, mayor riesgo. A nivel mundial, la enfermedad aparece comúnmente entre los 55 y los 59 años pero en México puede presentarse desde los 45 años y en niñas, desde los 10 años”, alerta por su parte Gómez.

Cuando escuchamos cáncer lo relacionamos con muerte

Para Fernanda, recibir el diagnóstico de cáncer de ovario fue muy impactante, pues según cuenta, la cultura que tenemos en general es que cuando escuchamos cáncer lo relacionamos con muerte, a pesar de que hay muchos tratamientos y que sigue habiendo avances. “Uno no sabe qué tan invadido puede estar ya tu cuerpo”, dice.

En su experiencia, el cáncer es una situación que nadie desea y se desconoce hasta que la vivimos en carne propia. Además, conlleva muchas situaciones tanto emocionales, económicas y sociales.

“Uno de los retos más fuertes es seguir generando una economía que permita llevar a cabo los tratamientos, porque no hay muchas opciones. Aunque el tratamiento es gratuito, muchos medicamentos no lo son, se requiere una dieta especial y en el camino siempre se presentan más gastos”, señala.

Agrega que “la situación económica durante un tratamiento de cáncer es angustiante y a eso se le suma la parte emocional que ya genera el simple hecho de estar enfrentando una enfermedad; además hay mucha incertidumbre”.

¿Por qué ocurre el cáncer de ovario? 

El principal factor de riesgo es el envejecimiento, apunta el doctor Ortiz. Le siguen fumar, no solo para cáncer de ovario, sino para otros como mama y colon; el consumo de alcohol en exceso; la obesidad o sobrepeso; no realizar ejercicio; el uso de sustitutos hormonales en la postmenopausia solamente con estrógenos; no haber tenido hijos o haber postergado el tener hijos.

Otro factor muy importante es el hereditario, aunque solamente el 15% están asociados a este factor por ciertas mutaciones a nivel celular; el más común es en el BRCA1 y BRCA2, que se asocian con cáncer de mama y ovario.

En el caso de Fernanda, relata que su abuelo tuvo un cáncer de estómago y fue tratado y curado; sin embargo, no tiene un antecedente de cáncer de ovario como tal en su familia.

{"field1":"“El doctor me explicó que hay tres probables causas de un cáncer: por genética; por causas externas como la alimentación y lo que respiramos o por una falla estructural de las células”, cuenta. ","field2":""}

Actualmente, el cáncer de ovario de Fernanda se erradicó desde el momento en que se removió el tumor, ya que se comprobó que los órganos, tejidos y demás que lo rodeaban no estaban afectados.

“Sin embargo, nada te asegura que ya nunca va a volver el cáncer y por ello tengo que seguir en revisión”, dice la paciente. 

(Foto: Pixabay)

Agrega que, durante el primer año, la supervisión fue cada tres meses con estudios de laboratorio y con visitas médicas. Ahora va cada cuatro meses y después se va a extender cada seis meses. Los médicos le dicen que este monitoreo va a ser prácticamente toda la vida.

“Me dicen que se puede presentar otro crecimiento, ya sea del mismo tipo de cáncer o cualquier otro, porque ya hay un antecedente, un registro en el cuerpo”, explica. 

“Sospechar es nuestra principal herramienta contra el cáncer de ovario”

La doctora Gómez alerta que 2 meses con síntomas intestinales persistentes que no mejoran con tratamiento debe ser sospecha. El doctor Ortiz coincide y recomienda que, ante cuadros repetitivos de problemas urinarios y digestivos de forma crónica, por varias semanas, que no mejoran con el tratamiento indicado, hay que ir al ginecólogo, aunque si no es posible siempre se puede acudir con el médico general o familiar.  

{"field1":"“El especialista realiza un ultrasonido transvaginal o pélvico para descartar que no exista alguna tumoración ya sea uterina, ovárica o a nivel de las trompas de Falopio”, detalla el experto del INCan. ","field2":""}

Una vez que se tenga ya una sospecha se puede realizar un estudio adicional como una tomografía para ver la extensión o el volumen de la tumoración y tomar marcadores tumorales.  

En caso de tener familiares con cáncer de ovario, lo ideal es una evaluación con un genetista para que haga un árbol genealógico y se vean cuántos familiares de forma directa o indirecta presenten cánceres no solo de ovario.

El objetivo es erradicar toda la enfermedad y se puede lograr en un alto porcentaje.

{"field1":"“El cáncer de ovario es un asesino silencioso porque así lo hemos querido ver. Siempre hay síntomas, pero se normalizan o se relacionan con simples molestias menstruales”, lamenta por su parte la doctora Gómez. ","field2":""}

Todo cáncer es curable si se detecta a tiempo

El especialista del INCan destaca que en general de las 100 pacientes que evalúan con cáncer de ovario epitelial, van a sobrevivir 5 años solamente entre la mitad y el 40 por ciento. Por ello es fundamental el diagnóstico oportuno. 

{"field1":"“Todo tipo de cáncer es curable cuando se detecta a tiempo, cuando es posible la erradicación completa del tumor y es adecuadamente tratado”, subraya. ","field2":""}

Cuando la enfermedad está en etapas avanzadas el objetivo es que no siga progresando. Hay pacientes que pueden vivir aun teniendo cáncer, se va controlando la enfermedad en forma crónica, indica el cirujano oncólogo.

La parte más complicada del cáncer es el tratamiento 

Fernanda terminó en pocos meses su tratamiento debido a que el cáncer estaba localizado y a que no tuvo afectaciones en los ganglios. Únicamente fueron tres sesiones de quimioterapia, cada tres semanas, aunque para ella el tratamiento  fue la parte más complicada.   

“La primera quimioterapia fue durísima, tuve reacción, me desmayé y sentí dolor. Al tercer día empecé con trastornos estomacales, pero fuertísimos, entonces tuve mucho temor. Hubo momentos en que yo decía ‘me voy a morir del tratamiento, lo que no me haga la enfermedad, me me lo va a hacer la quimioterapia’ porque es algo muy agresivo”, cuenta.

{"field1":"“Hay que ser paciente porque es largo, es doloroso y con muchas secuelas”, agrega. ","field2":""}

A un año de que terminó el tratamiento, Fernanda todavía sigue padeciendo los efectos del tratamiento que, aunque no le impiden hacer su vida, son molestas.

“Tenía alteraciones en el sistema nervioso periférico, se me dormían las manos, los pies y las piernas, lo que hacía que me costara trabajo caminar. Unos siete meses después de la última quimioterapia todavía tenía adormecida la parte exterior del pie izquierdo y los dedos de la mano izquierda”, relata

{"field1":"“A la fecha ya no siento el adormecimiento, pero sí dolor en articulaciones como si tuviera un golpe, pero es todas las articulaciones, las muñecas, los codos, los tobillos, las rodillas, todavía sigo sintiendo esos dolores”, agrega. ","field2":""}

También se le adelgazaron los músculos, tanto por la inactividad como por el tratamiento en sí, por lo que tiene que ejercitarse. Sin embargo, por el simple hecho de caminar, Fernanda dice que se agita fácil, como si tuviera pésima condición física. “El tratamiento me afectó mucho en ese sentido”. 

¿Es posible ser mamá con cáncer de ovario?

En palabras del doctor Ortiz, sí es posible, sobre todo en el tipo de tumores germinales que es frecuente en jóvenes o en los tumores que llegan a ser benignos, incluso con cáncer de bajo grado cuando se encuentra localizado.

“Se puede preservar de forma adecuada la fertilidad y pueden tener hijos a futuro, pueden también preservar la función ovárica, pero son pacientes muy bien seleccionadas y con características óptimas para poder decidir si se puede preservar útero y ovario”, detalla.

(Foto: Pixabay) 

Al respecto, la doctora Gómez destaca que se puede retirar el ovario afectado, revisar que no haya implantes del tumor en otras zonas como útero y trompas de Falopio y una vez que se tienen los hijos deseados, se quitan los dos ovarios y el útero. “Hay altas posibilidades de un embarazo sano, incluso después del tratamiento”, asegura. 

4 medidas básicas para evitar el cáncer 

Hay 4 medidas que pueden ser básicas pero fundamentales para la prevención del cáncer, según el experto del INCan:

1. Actividad física. Hay que mantener nuestro organismo siempre en actividad y sobre todo hacer ejercicio de forma cotidiana por lo menos cinco días a la semana, 40 minutos.

2. Alimentación balanceada y adecuada. Debe estar sobre todo enfocada a grasas buenas de origen vegetal o del pescado.

3. Mantener un peso adecuado. Hay que tener un peso que sea acorde a la constitución de cada organismo.

4. Evitar el tabaquismo

“Con estas recomendaciones podremos estar evitando hasta un tercio del cáncer en forma general”, puntualiza. 

Puedes salir adelante aunque tengas cáncer

A otros pacientes, Fernanda les recomienda tomar el tratamiento con todo el amor posible a sí mismos y a su cuerpo.

“Hay que tomar todo con paciencia, yo veía tan lejano que terminara el tratamiento, que me saliera cabello, pero sí pasa y sí termina. Puedes salir adelante aunque tengas cáncer, porque no quiere decir que te vas a morir. Siempre hay que tener la esperanza y luchar. Nada está escrito, cada día hay que vivirlo con amor y con paciencia”, dice alegre.

{"field1":"“También es muy importante la prevención, todos decimos que nunca nos va a pasar pero sí sucede y hay que hacer lo posible por detectarlo a tiempo y tratarlo, porque solo así sales adelante, lo superas y sigues bien\" ","field2":""}

“El no dejarte para después es la diferencia de que puedas superarlo y seguir viviendo con una vida de calidad”, concluye.