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Ronquidos, riesgo de infarto e hipertensión

Especialista advierte que se debe eliminar la creencia de que roncar es sinónimo de un sueño profundo y bueno.

Escrito en ESPECIALIDADES el

El ronquido es muy frecuente, tanto que la gente lo toma como signo de un buen dormir, pero es todo lo contrario, roncar puede provocarte la muerte por infarto o derrame cerebral.
 
Así lo reveló  a SUMEDICO el doctor  Carlos Cuauhtémoc Solís Pérez, jefe del Servicio de Inhaloterapia de la Clínica del Sueño del Hospital Mac Gregor del IMSS.

En este contexto, reprochó que en los medios de difusión se utilice el ronquido como una forma de presentar el sueño profundo.

“No sé por qué hacen comerciales con el fondo de un ronquido, o ponen una almohada, un colchón y se oye el ronquido y esto hace que la gente lo tome como sinónimo de dormir bien, en ocasiones se dice háblale al papá y cuando el hijo responde: es que está incluso roncando, entonces todos deciden no molestarlo”.

El especialista puntualizó que incluso en hospitales se tiene sumo cuidado de evitar que los pacientes ronquen, pues la falta de oxigenación puede crear crisis, porque otros riesgos del ronquido son la  hipertensión arterial y problemas de circulación. 

Es por lo anterior que los médicos  antes usaban el término general de ronquido, pero ahora ya se habla de roncopatía pues se trata de una alteración que daña al organismo.
 
El especialista explicó que “el ronquido produce una obstrucción de las vías respiratorias superiores, lo que impide el paso de aire con oxígeno, a partir de ello el cerebro detecta más concentración de bióxido de carbono y emite mensajes para que el organismo comience a trabajar de más, en especial el corazón, con la intención de crear una mayor oxigenación. Por  el esfuerzo extra realizado, el corazón se hace grande y esto es la causa de hipertensión e infartos”.

El doctor Solís Pérez insistió en que se debe de eliminar la idea de que “el ronquido es sinónimo de dormir bien, es una obstrucción de las vías superiores que puede tener consecuencias  fatales”.
 
Otras de las consecuencias negativas, agregó, son:

  • Cansancio
  • Dolor de cabeza
  • Baja productividad laboral y/o  escolar
  • Disminución de deseo sexual, incluso impotencia.
  • Mal humor