Millones de personas en todo el mundo han sufrido violencia doméstica, ya sea por parte de los padres, pareja, hijos u otro familiar cercano, siendo las mujeres las principales afectadas.
La violencia se puede presentar en diferentes formas como verbal, psicológica o sexual, pero ¿qué es lo que causa que las personas sean agresivas?
De acuerdo a una investigación de la Universidad de Jaén, en España, la clave podría estar en el funcionamiento cognitivo, con especial relevancia de lo que se conoce como funciones ejecutivas, el cual varía de aquellos que no son agresores,
Los investigadores compararon el funcionamiento ejecutivo de un grupo de agresores domésticos con otro grupo de delincuentes sexuales violentos y no violentos.
También se analizó a personas que no eran delincuentes.
El procedimiento realizado se conoce como Trail Making Test y se divide en dos partes:
Tras analizar las pruebas, los investigadores encontraron que los agresores domésticos tenían alterado su funcionamiento ejecutivo, ya que ellos y el grupo de los delincuentes sexuales necesitaron más tiempo para completar la prueba B.
Los agresores violentos también fallaron en la prueba, lo que indica una falta de control de la impulsividad.
Los investigadores concluyen que tanto los agresores domésticos como los sexuales, tienen problemas en la flexibilidad mental y el control ejecutivo, lo que explica las interrelaciones de este tipo de violencia.
Detallaron que la flexibilidad mental es lo que nos permite ajustarnos a los cambios e imprevistos, así como tomar diferentes opciones ante una situación o problema, algo que en los agresores no resulta fácil de controlar.
(Con información de Muy Interesante)
La violencia se puede presentar en diferentes formas como verbal, psicológica o sexual, pero ¿qué es lo que causa que las personas sean agresivas?
De acuerdo a una investigación de la Universidad de Jaén, en España, la clave podría estar en el funcionamiento cognitivo, con especial relevancia de lo que se conoce como funciones ejecutivas, el cual varía de aquellos que no son agresores,
El estudio
Los investigadores compararon el funcionamiento ejecutivo de un grupo de agresores domésticos con otro grupo de delincuentes sexuales violentos y no violentos.
También se analizó a personas que no eran delincuentes.
El procedimiento realizado se conoce como Trail Making Test y se divide en dos partes:
- Prueba A: El individuo debe trazar una línea continua para unir números del 1 al 25 que están desordenados y dentro de círculos en papel.
- Prueba B: Se presentan círculos con número o letras y la actividad requiere que se vayan uniendo de forma alterna cada número con la letra correspondiente alfabéticamente.
Los resultados
Tras analizar las pruebas, los investigadores encontraron que los agresores domésticos tenían alterado su funcionamiento ejecutivo, ya que ellos y el grupo de los delincuentes sexuales necesitaron más tiempo para completar la prueba B.
Los agresores violentos también fallaron en la prueba, lo que indica una falta de control de la impulsividad.
Los investigadores concluyen que tanto los agresores domésticos como los sexuales, tienen problemas en la flexibilidad mental y el control ejecutivo, lo que explica las interrelaciones de este tipo de violencia.
Detallaron que la flexibilidad mental es lo que nos permite ajustarnos a los cambios e imprevistos, así como tomar diferentes opciones ante una situación o problema, algo que en los agresores no resulta fácil de controlar.
(Con información de Muy Interesante)