La pandemia de covid-19 ha causado la sobresaturación de la mayoría de los servicios de salud en el mundo, por lo que miles de personas han dejado de acudir al médico debido al cierre de los consultorios o por el miedo de contraer el coronavirus en las salas de espera.
Debido a ello, un servicio que ha tomado fuerza en las últimas semanas es la telemedicina, a través de la cual, cientos de médicos y pacientes pueden ponerse en contacto de forma remota y sin salir de sus hogares.
La telemedicina, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como “el uso de la tecnología de la información para llevar servicios médicos e información de un lugar a otro”.
Este tipo de servicio funciona principalmente a través de videollamadas en teléfonos celulares, tabletas y computadoras, lo que permite que el médico pueda conocer y ver algunos de los síntomas que muestra la persona enferma, y a partir de ello hacer una valoración de la enfermedad, así como un posible tratamiento.
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¿Cómo funciona la telemedicina?
La telemedicina, también llamada telesalud, involucra la valoración y el intercambio de información médica a través de tecnología en telecomunicaciones, con el que se permite el monitoreo de pacientes y la detección de enfermedades a distancia.
De acuerdo con una publicación de la Asociación Médica del Centro Médico ABC, la telemedicina puede dividirse en dos modalidades de acuerdo con su temporalidad: asincrónica o sincrónica.
La modalidad asincrónica se refiere a cuando un médico de primer nivel realiza una grabación con respecto a un caso para informar a un médico especialista sobre la condición del paciente, el cual posteriormente emitirá un diagnóstico y recomendación de manera remota.
En cuanto a la telesalud sincrónica, se realiza una transmisión en tiempo real entre el paciente y el personal de salud, a través de la cual el médico valorará los síntomas y signos del paciente con el objetivo de llegar a un diagnóstico y emitir una recomendación de salud.
Esta última modalidad ha sido la más utilizada en los últimas semanas, pues debido al brote de coronavirus, los servicios de salud regulares han sido suspendidos, y hay una creciente incertidumbre sobre el riesgo de contraer covid-19 al visitar una unidad de salud.
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La telesalud se ha utilizado principalmente para el monitoreo y control de personas con enfermedades crónicas, como diabetes e insuficiencia cardíaca, así como para la atención de adultos mayores y personas con alguna discapacidad cuyo traslado a un centro de salud se dificulte.
Sin embargo, la telemedicina también funciona para otro tipo de especialidades médicas, como dermatología, en la que a partir de una imagen se puede dar un primer diagnóstico; y la fisioterapia, en la que los pacientes pueden seguir rutinas terapéuticas a través de una videollamada.
Este tipo de servicio se ha creado también como una forma de llevar atención médica a poblaciones alejadas, o para la consulta con un especialista que se encuentre lejos del paciente, aunque para su realización se debe garantizar un buen acceso a servicios de telecomunicación como dispositivos electrónicos e internet.
El desarrollo de la tecnología ha impulsado la implementación de telemedicina en distintas regiones del mundo, pues actualmente existen dispositivos inteligentes que permiten medir el estado de salud de una persona sin necesidad de acudir a centros de salud, a través de gadgets que hacen pruebas de sangre, niveles de glucosa y ritmo cardíaco desde casa.
Es importante recalcar que aunque la telemedicina es una herramienta que puede mejorar la atención de pacientes, no sustituye la valoración de un médico en persona, pues el examen físico por parte de un profesional de la salud es necesario para la detección y tratamiento de cierto tipo de enfermedades.
Telesalud en México
Desde 2002 se creó en México el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC), a través del cual se abrió la posibilidad de que los mexicanos reciban atención médica a través de videollamadas.
Este centro continúa trabajando para garantizar el acceso a la salud de toda la población, a través de las diferentes instituciones de salud como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y los servicios de salud de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
De acuerdo con datos de CENETEC, la telesalud abarca a más de tres millones de mexicanos, con el uso de este servicio en más de cuatro mil médicos en todo el país. Cifras que continúan creciendo con la implementación de herramientas de telecomunicación en los diferentes centros de salud.
Además existen en México aplicaciones móviles como Doc.com y Docademic, a través de las cuales se puede acceder a consultas en línea por medio de videollamadas. En ellas los especialistas pueden dar recomendaciones de salud dependiendo de los pacientes, sin embargo, aún no se permite la prescripción de antibióticos a través de consultas a distancia.