El investigador japonés Koji Eto, el cual se ha dedicado a la investigación en el desarrollo de sangre artificial, con la idea de dejar de depender de donadores, aseguró que la sangre artificial estará disponible dentro de un programa piloto con dos o tres voluntarios, para dentro de 10 años realizar un experimento de plaquetas con un grupo más numeroso.
Dicha sangre artificial se obtiene a partir de células de la piel, por medio de técnicas de reprogramación celular, las cuales permiten que una célula adulta se convierta en cualquier otro tipo de célula.
Las células de piel convertidas en plaquetas, que fueron inoculadas en ratones, se comportaron igual que las plaquetas naturales, aunque, como reconoció Eto “aún no se ha conseguido un sistema de cultivo eficiente que permita producirla en cantidad suficiente”.
No obstante, también queda por demostrar que ese comportamiento se da también en organismos humanos, además de poder desarrollar complementos sanguíneos como los glóbulos rojos, en lo cual se encuentra trabajando ya el equipo de investigadores, a pesar de que se trata de un proceso más complejo que el de las plaquetas. (Con información de ABC)