Desde el inicio de la pandemia se ha determinado que el 20% de los pacientes de covid-19 requieren ser ingresados en hospitales, pues desarrollan una infección respiratoria grave que a menudo los lleva a recibir cuidados intensivos.
Se estima que alrededor del 90% de los pacientes que ingresan a la unidad de cuidados intensivos requieren de asistencia respiratoria en algún momentos de su hospitalización, debido a que el coronavirus SARS-CoV-2 suele afectar directamente el flujo de oxígeno en el organismo.
El uso de un respirador mecánico a menudo está acompañado de la administración de sedantes, lo que en la mayoría de los casos provoca que los pacientes entren en un estado de delirio, causado por una alteración en sus sistema nervioso central.
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¿Qué es el delirio?
Se define al delirio como un estado mental que causa confusión, y problemas para pensar o recordar. Este padecimiento suele ser temporal y tratable, y es frecuente entre los pacientes que se encuentran en cuidados intensivos.
El delirio puede causar alucinaciones, alteraciones en la conciencia, aumento en la presión craneal y en algunos casos, convulsiones, por lo que está relacionado con repercusiones mentales una vez que el paciente ya fue dado de alta.
Esta afección puede ser causada por la invasión de una enfermedad al sistema nervioso central, la inducción de mediadores inflamatorios del sistema nervioso central, un efecto secundario de otra falla del sistema orgánico, un efecto de los sedantes, o por un tiempo prolongado de ventilación mecánica.
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Pacientes de covid-19 son susceptibles al delirio
De acuerdo con una investigación publicada en Biomed Central, los pacientes de covid-19 que son ingresados a la unidad de cuidados intensivos tienen un alto riesgo de padecer delirio durante su estancia en el hospital.
Esta tendencia se ve incentivada porque la mayoría de ellos requieren de ventilación mecánica, lo que altera su estado de consciencia y puede provocar alucinaciones, así como el desconocimiento de su familia una vez que vuelven a estar conscientes.
Además, indica el análisis, existen factores ambientales que pueden propiciar un estado de delirio en las personas internadas con coronavirus, como el aislamiento social y pasar la cuarentena en soledad.
A pesar de que el delirio es un síntoma común entre los pacientes en cuidado intensivos, las condiciones de la pandemia podrían estar aumentando su incidencia, pues la falta de contacto humano es un factor de riesgo para este tipo de alteración de la conciencia.
El estudio indica que el aislamiento social, instaurado como una medida de prevención para evitar la propagación de la covid-19 en hospitales, así como la restricción de las visitas familiares podría propiciar y agravar el delirio entre los pacientes graves.
Además, los médicos y enfermeras que en condiciones normales pueden brindar apoyo, compañía y un diagnóstico de delirio oportuno para implementar terapias contra esta condición, están saturados con el creciente número de pacientes, lo que provoca que los enfermos tengan que pasar el estado de delirio en soledad.