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Nuevas directrices para lecturas de la presión arterial

Se recomienda hacer un monitoreo de la presión arterial en casa y registrar lecturas con más de dos minutos de diferencia.

Escrito en ESPECIALIDADES el

Con el objetivo de tener un mejor control y prevención de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, desde 2017 diversas instituciones de salud han modificado las definiciones de la presión arterial normal, elevada y alta.





Anteriormente se consideraba la lectura "140/90" como el umbral para el control de la hipertensión, pero estas modificaciones a las directrices para lecturas de la presión arterial permitirá iniciar el tratamiento a unos niveles más bajos de la "alta", lo cual puede resultar mejor para reducir los ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.





No obstante, este cambio ha elevado de forma dramática la cantidad de personas diagnosticadas con hipertensión (presión arterial alta) y redefinió los objetivos de los que sufren de la afección.









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Cambios en los niveles de presión arterial





Debido a que con tan solo entrar al consultorio del médico puede elevar la presión arterial temporalmente en algunas personas, se recomienda la monitorización en casa.





Además, algunos médicos no siguen las directrices exactas para tomar la presión arterial del paciente en el consultorio, que incluyen dos lecturas con dos minutos de diferencia.





A partir de ello se recomienda sacar el promedio de varias lecturas para determinar la media y el nivel regular de presión, de tal manera que puede establecerse si es normal, elevada o alta. Los cambios en las directrices indican:





Normal: Menos de 120/80 mm Hg en ambos números. (El número superior es la presión arterial sistólica, que mide la presión cuando el corazón late; el número inferior es la presión arterial diastólica, que es cuando el corazón descansa entre latidos).



Elevada: Una lectura sistólica de 120-129 y una lectura diastólica de menos de 80 mm Hg.



Hipertensión en etapa 1: Una lectura sistólica de 130-139 o una lectura diastólica de 80-89 mm Hg.



Hipertensión en etapa 2: Una lectura sistólica de 140 o más, o una lectura diastólica de 90 mm Hg o más.



Nivel de crisis que amerita una atención inmediata: Una lectura sistólica por encima de 180 y/o una lectura diastólica por encima de 120 mm Hg.







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Medidas de prevención y cuidados





Como parte de las nuevas directrices, la medida objetivo para los pacientes con hipertensión con una enfermedad cardiaca existente se redujo a menos de 130/80 mm Hg.



Esa directriz también aplica a las personas con un riesgo un 10% o más alto de desarrollar enfermedad cardiaca en 10 años. Ahora, a esas personas típicamente les administran medicamentos para alcanzar ese objetivo.



Para los adultos con hipertensión en etapa 1 cuyo riesgo estimado de enfermedad cardiaca a 10 años es de menos de un 10%, reducir esas cifras a 130/80 es lo deseable.



Los cambios en el estilo de vida son el tratamiento de primera línea, con una reevaluación en un plazo de seis meses.



Los hábitos que pueden reducir la presión arterial incluyen perder peso, hacer ejercicio, limitar el alcohol y la sal, y seguir una dieta como la DASH, que enfatiza el tamaño de las porciones y prioriza las verduras, las frutas y los lácteos bajos en grasa.







Para más información sobre el riesgo de eventos cardiacos futuros basado en la presión arterial y otros indicadores de la salud, visite la calculadora de riesgo del Colegio Americano de Cardiología.



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