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Internet y problemas de aprendizaje

Investigaciones sugieren que el uso del internet y los videojuegos antes de ir a la cama alteran el sueño y esto deriva en trastornos del aprendizaje.

Escrito en FAMILIA el

Una de las principales recomendaciones de la Clínica del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es evitar tener el televisor, estéreo y computadora en las recámaras, pues quedarse dormido con cualquiera de estos aparatos encendidos evita obtener un descanso profundo.

Los trastornos del sueño pueden afectar severamente el desarrollo de los menores y ahora un estudio piloto sugiere que quedarse despierto hasta tarde para jugar videojuegos, navegar por internet y enviar mensajes de texto podría conducir a problemas de aprendizaje, alteraciones del estado de ánimo, ansiedad y depresión.

De acuerdo con la investigación  realizada en el Centro de Trastornos del Sueño del Centro Médico JFK de Edison, Nueva Jersey, los niños que subrepticiamente usan celulares, computadoras y otros dispositivos electrónicos después de haberse acostado, presuntamente a dormir,  tuvieron más probabilidades de trastornos del sueño.

Sobre el particular, el autor del estudio doctor Peter G. Polos  refiere que estas actividades no promueven el sueño, como leer una novela o escuchar música, por el contrario, estimulan el cerebro y deprimen los ciclos normales de sueño.

Su investigación se basa en una encuesta con cuarenta niños y niñas de edad promedio de catorce, a quienes los  investigadores les preguntaron sobre sus actividades luego de que se habían retirado a su habitación por la noche y se suponía  debían ya dormir.

Los menores indicaron que antes de dormir enviaban un promedio de 34 mensajes de texto, es decir  alrededor de  3,400 mensajes nocturnos por mes. Estos textos tuvieron lugar entre diez minutos y cuatro horas luego de irse a la cama. Lo anterior derivó en que fueran  despertados una vez cada noche por un mensaje de texto.

A las niñas les emocionó más el concepto de los mensaje de texto, mientras que los niños tenían más probabilidades de quedarse despiertos con videojuegos, señaló Polos, médico del hospital e instructor clínico del Centro de Trastornos del Sueño del mismo. Los participantes habían acudido al centro para recibir ayuda por sus problemas de sueño.

La  investigación detectó  correlaciones entre el uso de medios electrónicos durante la tarde en la noche y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, las alteraciones del estado de ánimos, la ansiedad, la depresión y el mal funcionamiento cognitivo (en las habilidades de pensamiento) durante el día.

Necesario “monitorear” a los hijos


Una preocupación  es que alrededor de la mitad de los padres de los participantes del estudio no sabían lo que sus hijos hacían, "pensaban que el mundo de ahora es así y no han nada qué hacer", aseguró Polos, quien se pronunció a favor de que se monitoree el uso de medios electrónicos que hacen los menores de edad, pues "al final, el padre sigue siendo el padre y el hijo sigue siendo el hijo".

El especialista consideró además que los médicos necesitan comenzar a preguntarle a niños y adultos de manera rutinaria acerca de su uso de medios electrónicos en la noche y hablar con el niño, junto con los padres, acerca de las consecuencias negativas de dormir mal.

Por su parte, el  experto Richard Gallagher, profesor asociado de psiquiatría de adolescentes de la Universidad de Nueva York, aseguró que otra razón por las que los padres necesitan monitorizar el uso de los medios es para saber qué pasa en la vida de sus hijos: “Los padres necesitan mirar en perspectiva sus propias vidas mientras crecían", recomendó Gallagher, director del Instituto de Educación de los Hijos del Centro de Estudios Infantiles del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York en la ciudad del mismo nombre.

Recordó que anteriormente los padres solían saber con quién hablan  sus hijos por teléfono o conocían a las personas con las que convivían,  porque todo se hacía en el mundo real cuando las familias tenían una o dos líneas telefónicas, anotó. "Los niños deben tener algo de privacidad, pero los padres necesitan que sea más comparable a cuando ellos mismos estaban creciendo".

Los padres necesitan imponer reglas, como nada de computadoras en la habitación de los niños, nada de llamadas telefónicas a la hora de las comidas y un horario para el uso del teléfono.

"Pídales a sus hijos que le entreguen sus teléfonos celulares en cumplimiento de ese horario", recomendó Gallagher. (Con información de MedlinePlus)