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Hay formas de sustituir los rituales tradicionales ante la pérdida de un ser querido

Son necesarias las formas de cerrar ciclos y hasta pedir perdón, señala tanatóloga

Escrito en ESPECIALIDADES el

En todas las culturas y en todas las religiones, la muerte de un ser querido implica un proceso de duelo que comienza con la realización de rituales. Esos rituales son de suma importancia para que los deudos asimilen y elaboren sobre la pérdida de su familiar y continúen con sus vidas.

La crisis sanitaria que vivimos con motivo del coronavirus ha trastocado diversos procesos relativos a cómo las personas tienen que enfrentar primero la hospitalización de sus familiares contagiados de covid-19 y luego, en caso de que éstos no sobrevivan, los ritos relativos al funeral y las ceremonias que en las distintas religiones se realicen.

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Los rituales no se están pudiendo llevar a cabo. Por precaución, las autoridades sanitarias han establecido normas que señalan que es preferible no efectuar velorios o que duren 4 horas como máximo, con una participación de cuanto mucho 20 personas. Y los deudos muy seguramente ni siquiera pudieron ver a su familiar porque se requiere de equipo de protección especial para acercarse a los cuerpos y posteriormente éstos son colocados en bolsas de plástico que quedan selladas.

No hay posibilidad de despedida ni de cierre.

De entrada, dice la sicóloga y tanatóloga Mariana Rodríguez Lugo, ver entrar a un familiar a un hospital y ya no saber de él, sí es un impacto muy fuerte porque es una situación en la que no se alcanza a comprender qué está sucediendo. “Todo pasa muy rápido y se provoca un estado de shock”.

A ello se agrega que está siendo irregular el trato que se ha dado a los cuerpos. En el portal La Silla Rota se ha dado cuenta de casos en los que una mamá internó a su hijo contagiado y sólo le entregaron sus cenizas. Son situaciones que, en opinión de la tanatóloga, no se pueden asimilar.

 

“En materia de duelo, los problemas empiezan en el momento en que no podemos tener acompañamiento social porque no nos podemos acercar a las personas, no podemos tener un apoyo social dado que hay una restricción de interacción. Ahí es donde inicia el riesgo de tener problemas en el futuro pues la falta de contacto impide manifestar las emociones. Y eso es fundamental”.

De acuerdo con Mariana Rodríguez lo que hace el ritual es permitir expresar lo que se siente en ese momento. Esa es la función de un ritual y cuando no se tiene esa oportunidad no se tiene la capacidad de asimilar la pérdida.

Sin embargo, en opinión de la integrante del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, hay formas de sustituir los rituales tradicionales ante la pérdida de un ser querido para evitar que se compliquen los duelos.

Rituales alternativos

La sicóloga y tanatóloga apunta que un ritual que se puede hacer es generar un espacio en la casa dedicado a rendir honor al ser querido; algo parecido a un altar, en el que se pueden colocar fotos y flores y el principal objetivo es que se le rinda homenaje a la persona fallecida y los familiares puedan expresar lo que sienten.

Mariana Rodríguez considera que la tecnología ahora ofrece oportunidades valiosas para lograr el acompañamiento social. Las videollamadas o reuniones virtuales en las que pueden participar varias personas son una forma de sustituir los funerales, por ejemplo.

“Se han abierto espacios virtuales en los que la familia de una persona fallecida puede tener espacio para compartir sus sentimientos y las experiencias vividas con el ser querido. También puede ocurrir que haya quienes no quieran expresarse pero eso está bien también”.
 

Señala que otra forma de tratar de cerrar ciclos es a través de la escritura de cartas o diarios. En la práctica profesional de la tanatología ha dado resultado que la persona que atraviesa por un duelo complicado escriba todo lo que siente, lo que le hubiera querido decir a su ser querido, pedirle perdón o simplemente establecer una conexión.

Después de redactar la carta se tiene que hacer un ritual para que la persona que murió la reciba. Algunas personas las queman y colocan las cenizas en una planta. O bien, algunas otras las guardan o las colocan en los altares.  También es conveniente escribir un diario en el que cada día la persona exprese sus sentimientos.

No se descarta la posibilidad de que quienes hubieran querido realizar ceremonias o misas lo puedan hacer en el futuro.

Hay que validar los sentimientos

Un factor que es muy importante para que los duelos fluyan satisfactoriamente es validar lo que se siente en el momento. Mariana Rodríguez subraya que validar significa reconocer los sentimientos y darlos por buenos. Es decir, “muchas veces nos negamos a reconocer que me siento enojada y está bien que me sienta enojada; si me siento culpable, está bien que me sienta culpable. Validar lo que yo siento es aceptar que está bien. La validación es un punto muy importante”.

Explica que no hay una sola manera de sentirse en ese momento y la gente alrededor dice “no llores, debes ser fuerte”. Rodríguez Lugo afirma que para la persona doliente es importante que reconocer que está bien sentirse de determinada manera. “No llorar, ser fuerte o no estar enojado no va a pasar porque murió tu familiar y es importante”.

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Cuando el duelo se complica

En muchos de los casos, independientemente de que sea por causa de covid-19, cuando una persona no logra hacer eso, sí es muy probable que en un futuro no muy lejano la persona presentará depresión, falta de apetito, desánimo, mucho sueño, ansiedad, palpitaciones, falta de aire y hasta opresión en el pecho.

“La persona se desadapta en su vida cotidiana. Pierde actividades cotidianas. Evita hacer muchas cosas que hacía con el ser querido, sobre todo cuando el vínculo que tenía con él era demasiado importante, muy cercano”.