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Evita interrumpir a las personas cuando hablan

Cuando interrumpes constantemente una conversación demuestras tener un problema de control de impulsos o inseguridad.

Escrito en ESPECIALIDADES el

El mal hábito de interrumpir a las personas cuando hablan responde a una falta de control de impulsos, dijo a SUMEDICO la doctora Sandra Schaffer(*), presidenta de la Fundación de Neurociencias para el Desarrollo Integral del Individuo.

“Son dos razones principales por las que sucede esto; primero, como ya se comentó, debido a que la persona no tiene un control real de sus impulsos e interrumpe las conversaciones, pero también puede ser señal de inseguridad, una forma de llamar la atención, decir: ‘aquí estoy, y sé sobre el tema’, o quizás no saben de qué se está hablando, pero tratan de darse a notar: ‘para que veas que estoy presente”, explicó la especialista.

La doctora indicó que es importante saber qué es lo que sucede con la persona, qué quiere dar a entender cuando interrumpe a los demás en una charla, porque, “efectivamente, muchas veces no tienen idea del tema que está tocándose, pero ellos quieren hablar, se quieren hacer notar”.

Es importante que los malos hábitos se corrijan, ya que es posible que éstos conduzcan a la persona a tener momentos incómodos e, inclusive, a afectar su calidad de vida.

“Por ejemplo, en el trabajo o en la familia, ese mal hábito de interrumpir a las personas puede conllevar que nadie deseé charlar contigo, o bien son excluidos de las pláticas importantes de la oficina por la misma razón. Habría que adecuar el problema a los diferentes contextos de cada persona”, refirió.

A pesar de que en comparación con otros malos hábitos, el de interrumpir a las personas es casi insignificante, sí necesita de un tratamiento para poder modificarlo y evitarlo en el futuro.

“El tratamiento que se aplica depende del trasfondo del problema, si se trata de una situación por inseguridad hay que trabajar la autoestima, porque ahí hay que saber de dónde viene la inseguridad, desde qué tipo de contexto y si vale la pena la terapia, la cual sería corta, pero también hay que analizar cómo ha sido su vida”, detalló la doctora Schaffer.

Finalmente, señaló que, cuando se trata de un problema de control de los impulsos, se deriva otro tipo de tratamiento, “pero podría tratarse de la misma manera que se aplica un tratamiento para un niño con déficit de atención, por medio del Neurofeedback, porque de esa forma logras que una persona aprenda a tener control de ella misma”, concluyó.

(*) Dra. Sandra Schaffer / Dir. de Psicoaprende
Lic. en Educación Especial
psicoaprende@psicoaprende.com